TEORÍAS ACTUALES SOBRE JUSTICIA
Podemos clasificar las teorías políticas que se plantean el problema de la justicia a partir de las relaciones entre el individuo y la comunidad. Distinguiremos por un lado, entre teorías liberales y teorías comunitarias. Los primeros otorgan prioridad al individuo y los segundos a la comunidad.
Teorías liberales
Como ya es de intuir, tienen como precedente el pensamiento político de John Locke. Dentro de las teorías liberales distinguiremos entre el liberalismo conservador o neoliberalismo cuyo máximo referente es Robert Nozik y entre el liberalismo igualitario, corriente que podríamos representar por medio del filósofo estadounidense John Rawls.
- El Neoliberalismo o liberalismo conservador tal y como Nozik lo formula, considera que la principal labor del Estado es proteger la propiedad y la libertad de los individuos y que el Estado debe reducirse a la mínima expresión, es decir, Nozik piensa en una sociedad regida por un Estado mínimo cuya única misión sería velar por la seguridad de las personas. Es decir, procurar que las relaciones entre los ciudadanos no se vean perturbados por otras personas ni tan si quiera por instituciones del propio Estado. De acuerdo con Nozik, sería una auténtica injusticia el que el Estado interviniera para redistribuir la riqueza poniendo más impuestos a los más ricos con la finalidad de dárselo a los que tienen menos. Para él, hacer eso sería equivalente a quitarle un ojo a una persona que tiene los dos en buen estado para dárselo a quien no tiene ningún ojo.
- Liberalismo igualitario, la teoría de la justicia de John Rawls. Sostiene que las instituciones básicas de la sociedad no deben distinguirse solamente por ser ordenadas y eficientes; ellas, además deben de ser justas. Y si no lo son, entonces, deben ser reformadas o abolidas. Para Rawls, la justicia es la principal virtud de las instituciones sociales.
La teoría de Rawls es contractualista. Parte de un contrato hipotético. Dicho contrato tiene como objetivo el establecimiento de una serie de principios de justicia. Además estos principios se aplican a sociedades bien ordenadas en donde reinan las circunstancias de justicia. Una sociedad bien ordenada es aquella que está orientada a promover el bien de sus miembros. Una sociedad en donde las personas son más o menos iguales entre sí (en cuanto a sus capacidades físicas y mentales) y también vulnerables frente a las agresiones de los demás.
Para Rawls la situación hipotética debe estar formulada de tal manera que la elección de los principios de justicia no debe de ser supeditada a nuestra situación particular para imposibilitar la negativa influencia de las circunstancias de cada uno. Imagina una discusión llevada a cabo por individuos racionales e interesados que se proponen elegir por unanimidad los principios que habrán de regir la sociedad. Piensa en sujetos que aparecen afectados por una circunstancia particular; que están ocultos tras de un velo de ignorancia que les impide conocer cuál es su lugar de clase o su estatus social. La fortuna o desgracia que tendrán en la distribución de capacidades naturales (inteligencia, fuerza, raza, propensión a enfermedades, generación a la que pertenecen). Es decir, desconocen cómo les irá en la sociedad. Entiende Rawls que de este modo los sujetos encargados de elegir los principios de justicia serán imparciales. Entiende que estos seres ideales se han de elegir y se encuentran tapados por el velo de la ignorancia, estarán motivados en su elección por el hecho de obtener un cierto tipo particular de bienes, bienes a los que denomina "bienes primarios". Los bienes primarios son aquellos básicos, indispensables para satisfacer cualquier plan de vida. Los bienes primarios en los que piensa son de dos tipos: a) Los bienes primarios de tipo social; que son directamente distribuidos por las instituciones sociales (la riqueza, los derechos, las oportunidades etc. ) y b) Los bienes primarios de tipo natural; que no son distribuidos directamente por las instituciones sociales (talento, salud, inteligencia...). Estas personas que eligen están interesadas en su propio proyecto de vida, pero desconocen los medios de que dispondrán para llevarlo a cabo.
Según Rawls, en estas circunstancias deberán jerarquizarse los principios a elegir de tal manera que se optará por la alternativa cuyo peor resultado sea superior al peor de los resultados de las demás alternativas. Si, por ejemplo, una de las alternativas puede conducir a los menos favorecidos a una situación de esclavitud virtual, dicha alternativa será descartada, por mucho que en ella se puedan alcanzar bienes muy superiores a los de las demás alternativas. Los principios de justicia que según Rawls resultarían escogidos en dichas circunstancias son:
Cada persona ha de tener un derecho igual al esquema más extenso de libertades básicas iguales que sea compatible con esquema de libertades para los demás.
Las desigualdades sociales y económicas habrán de ser conformadas de modo tal que a la vez que a) se espere razonablemente que sean ventajosas para todos b) se vinculan a empleos y cargos asequibles para todos.
Estos principios están jerarquizados. El primer principio se halla vinculado al principio de la libertad y el segundo al de la igualdad. En caso de incompatibilidad, habrá que optar, por la libertad. Según Rawls no se debe permitir que las personas sean beneficiadas o perjudicadas por circunstancias ajenas a su voluntad y a su libre elección. Distingue entre hechos arbitrarios desde el punto de vista moral (esto es, hechos que acaecen sin que seamos responsables y hechos de los cuales uno es plenamente responsable). Hechos moralmente arbitrarios son los que se deben al azar, a la lotería natural, como por ejemplo que uno nazca en una familia pobre y otros en una rica o que alguien tenga más talento que otros o alguien nazca con una determinada discapacidad física. Ahora bien, si alguien tiene menos bienes que otros porque ha decidido dedicar más tiempo al ocio que al trabajo, esto no sería reprochable. Y es que para Rawls, como para todo liberal, los individuos son responsables de sus actos y no víctimas de su destino a los cuales el Estado debe ayudar siempre. Para Rawls las instituciones deben corregir las desigualdades provocadas por la lotería natural, pero no así las desigualdades que son resultantes de las acciones que son consecuencia de los actos libres.
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