Explica las diferencias entre la economía y la organización del Paleolítico y el Neolítico, y las causas del cambio.
El paleolítico es la primera etapa de la
Prehistoria, y la más larga, caracterizada por una economía
depredadora (caza y recolección), el nomadismo y una tecnología
basada en la piedra. Hubo un periodo de transición del paleolítico
al neolítico, llamado mesolítico, coincide con el inicio de la fase
climática actual. Se caracterizó por la pervivencia de la economía
de caza y recolección, pero en un escenario de creciente presión
demográfica.
El neolítico es una etapa de la Prehistoria
caracterizada por la adopción de una economía basada en la
agricultura y la domesticación de animales, el sedentarismo de los
grupos humanos y avances tecnológicos como la cerámica y el
pulimentado de la piedra.
Explica el diferente nivel de desarrollo de las áreas celta e ibérica en vísperas de la conquista romana en relación con la influencia recibida de los indoeuropeos, el reino de Tartesos y los colonizadores fenicios y griegos.
Los indoeuropeos, entre ellos los celtas, que
habían penetrado la Península a través de los Pirineos se
asentaron principalmente en el centro, el oeste y el norte
peninsular. También se puede incluir dentro del área celta a los
llamados celtíberos (zona centro-oriental de la Meseta y el valle
medio del Ebro) pueblos indígenas que se habían fusionado con los
invasores celtas y asumido su cultura. Estaba menos evolucionada que
el área ibérica, pero era muy heterogénea: los pueblos del centro
y el oeste estaban tanto más desarrollados cuanto más próximos de
los pueblos ibéricos; en cambio, los pueblos del norte presentaban
el nivel más bajo de desarrollo por su aislamiento geográfico. Su
economía se basaba en una agricultura o ganadería en general poco
evolucionadas, el comercio era escaso y sin moneda, y el pillaje
sobre los pueblos vecinos constituía una práctica frecuente. Sus
estructuras sociales eran primitivas (clanes y linajes). Y su
organización política era de tipo pre-estatal, propia de bandas y
aldeas.
Al área ibérica pertenecía el sur y el levante
peninsular en vísperas de la conquista romana. Los íberos eran
descendientes de los indígenas prehistóricos y, al contacto con los
colonizadores griegos y fenicios, habían recibido su influencia
civilizadora. Su economía era rica, con un activo comercio y uso
frecuente de la moneda. Tenían una estructura social evolucionada,
con grupos diferenciados por su poder o riqueza. Y su organización
política era de tipo estatal, según el modelo griego o fenicio de
la ciudad-estado.
Define el concepto de romanización y describe los medios empleados para llevarla acabo.
Por romanización se entiende la adopción, por
parte de los pueblos conquistados, de la lengua, la cultura, las
formas de organización y los modelos de vida romanos. Uno de los
resultados más evidentes y perdurables fue la extensión del latín.
Medios: La extensión de la vida urbana, los
romanos aprovecharon la amplia red de ciudades preexistentes y se
limitaron a transformar sus órganos de gobierno autónomos en
órganos dependientes de la administración general romana; El papel
del ejército, fue muy importante. Se reclutaron tropas auxiliares
entre los pueblos indígenas, lo que facilitaba su contacto con los
romanos. Además los soldados reclutados podían obtener el
privilegio de la ciudadanía romana; La fundación de colonias. El
asentamiento de ciudadanos no romanos en colonias de nueva creación
o en tierras confiscadas a los indígenas; La concesión de la
ciudadanía romana a los indígenas, esto suponía gozar de numerosos
derechos y privilegios.
Resume las características de la monarquía visigoda y explica por qué alcanzó tanto poder la Iglesia y la nobleza.
El vacío de poder dejado en Hispania por la caída
del Imperio romano fue cubierto por la monarquía visigoda. La
monarquía visigoda no era hereditaria sino electiva y la designación
del rey dependía de los magnates de la nobleza y la Iglesia. Este
carácter electivo explica la inestabilidad política. Las
competencias del rey eran amplias, aunque en la práctica estaban muy
limitadas por el poder de la nobleza y la Iglesia. Para la labor del
gobierno el monarca se servía fundamentalmente de dos instituciones:
El Officium Palatinum era una de las principales políticas de
la monarquía visigoda. Lo integraban los magnates de mayor confianza
del rey, que le auxiliaban en las tareas de gobierno y en las
domésticas de palacio. Y el Aula Regia que era una asamblea de
carácter consultivo, heredera del tradicional Senado o Consejo de
ancianos visigodo e integrada por todos los miembros del Officium
Palatinum y otros magnates, que asesoraban al rey en asuntos
políticos y militares y en la elaboración de las leyes.
La monarquía visigoda propició el surgimiento de
una poderosa nobleza territorial. Los reyes se rodearon de gardingos
o guerreros filies a su persona, a los que mantenían en palacio.
Esos gardingos, convertidos ya en nobleza territorial latifundista,
se rodearon, a su vez, de hombres fieles, conocidos como bucelarios.
Por otra parte, la Iglesia católica, desde su
legalización por Constantino había acumulado un gran patrimonio
territorial y, tras el III Concilio de Toledo, en el que Recaredo
abrazó la religión católica, había adquirido una gran influencia
política.
Explica las causas de la invasión musulmana y de su rápida ocupación de la península.
La presencia de los musulmanes en la península
ibérica se debió a: la crisis interna de la monarquía visigoda y
el movimiento expansivo del Islam. El enfrentamiento decisivo se
produjo en la batalla de Guadalete. En poco tiempo se consumó la
conquista de toda la Península. Un factor importante de la rápida
expansión de los musulmanes fue su tolerancia y respeto hacia los
cristianos y judíos, a los que consideraban sus protegidos por ser
también gentes del Libro.
Explica la evolución política de Al Ándalus.
Siglos VIII-X: primacía y esplendor. El valiato o
emirato dependiente. Durante este periodo de asentamiento inicial, la
península ibérica fue una provincia más del califato de Damasco,
gobernada por un valí o emir que actuaba como delegado del califa.
Fueron años de gran inestabilidad política.
El emirato independiente. En el año 750 se
desencadenó en Oriente Medio una sublevación encabezada por grupos
persas, que expulsaron al califa de Damasco. Con un nuevo califa,
Abul-Abbas, se inició una nueva dinastía. Se puede considerar al
emirato independiente como una etapa de consolidación y
reorganización del poder musulmán en Al Ándalus.
El califato de Córdoba. Abd al-Rahman dio el paso
definitivo para la independencia de Al Ándalus al autoproclamarse
califa independiente en el ámbito político y espiritual.
Siglos XI-XIII: disgregación política y pérdidas
territoriales. Los reinos de taifas. Desde comienzos del S. XI,
algunos territorios habían comenzado ya a independizarse del
califato, aprovechando su crisis y debilidad. Finalmente, en el año
1031 una rebelión en Córdoba depuso al califa Hisham III, y en él
desapareció el último símbolo de la unidad de Al Ándalus, que se
fragmentó en una multiplicidad de reinos de taifas.
La unificación almorávide. Tras la conquista
cristiana de Toledo reclamaron el apoyo de los almorávides. Pero el
poder de los almorávides no llegó a consolidarse del todo y la
unificación de Al Ándalus bajo su mando tuvo una breve duración.
La unificación almohade. Los almohades fueron los
protagonistas de un segundo intento de reunificación de las taifas
de Al Ándalus. La completa unificación se alcanzó en 1172 y
Sevilla se convirtió en capital del imperio almohade hispano.
Siglos XIV-XV: el repliegue definitivo. El reino
nazarí de Granada fue fundado por Muhammad I, del linaje árabe de
los Nasrí o Nazaríes, que
se rebeló contra los almohades. Finalmente los Reyes Católicos
emprendieron una guerra de conquista de diez años de duración, que
concluyó con la incorporación definitiva del reino de Granada a la
Corona de Castilla.
Resume los cambios económicos, sociales y culturales introducidos por los musulmanes en Al Ándalus.
Mejoraron la
agricultura, perfeccionaron las técnicas de regadío y se
introdujeron nuevos cultivos. Con los musulmanes las ciudades se
revitalizaron y desempeñaron un papel económico fundamental, como
grandes centros de consumo que estimulaban la producción industrial
y el comercio.
La artesanía alcanzó
un gran desarrollo ante la creciente demanda de una población urbana
refinada y con alto poder adquisitivo.
Al Ándalus se integró
sobre todo en el amplio circuito económico del mundo islámico,
beneficiándose de su intensa actividad y riqueza.
La estructura social de
Al Ándalus estaba determinada por criterios religiosos, que
establecían una división básica entre dos grandes categorías:
musulmanes y no musulmanes. Existían notables diferencias sociales
según el origen étnico, la riqueza o el poder. Entre los musulmanes
estaban: La aristocracia árabe, a la que se añadieron los árabes
sirios; los bereberes así denominados por haber sido convertidos al
Islam, representaban un rango inferior; y los muladíes, eran los
hispanos convertidos al Islam. Las minorías no musulmanas: los
judíos que gozaron bajo el Islam de una política de tolerancia y
los mozárabes, o cristianos residentes en territorio musulmán.
Al Ándalus fue la vía
de transmisión a Occidente de la ciencia griega y de gran pare de la
India, que habían sido recuperadas y desarrolladas por los árabes.
Al Ándalus conoció un esplendor cultural en consonancia con el
político y económico. El clima de libertad intelectual, propiciado
por califas convirtió a Córdoba en un centro cultural de primer
orden. Los almorávides y almohades, en cambio, con su rigorismo e
intolerancia religiosa impusieron una seria limitación al
pensamiento.
Explica el origen de las Cortes en los reinos cristianos y sus principales funciones.
Las Cortes era una
institución creada a finales del S. XII en el reino de León y a lo
largo del S. XIII en los demás reinos cristianos. Era un órgano
convocado por el monarca y compuesto de tres brazos (en
representación de la nobleza, el clero y las ciudades), que
deliberaban por separado y emitían un único voto por brazo. Aunque
existían diferencias entre unos reinos y otros, parece que en todos
los territorios las funciones de las Cortes eran especialmente dos:
atender las consultas del rey en asuntos de especial importancia y,
sobre todo, votar los subsidios o impuestos de carácter
extraordinario.
Compara la organización política de la Corona de Castilla, la Corona de Aragón y el Reino de Navarra al final de la Edad Media.
La Corona de Castilla
defendía la supremacía absoluta del rey, cuyo poder se consideraba
de origen divino. Se fue imponiendo en Castilla la doctrina del rey
como soberano de súbditos, según la cual el reino debía estar
subordinado a la autoridad ilimitada e independencia del monarca, que
solo era responsable de sus actos ante Dios. Las instituciones: El
Consejo Real, un organismo de carácter técnico integrado en su
mayor parte por legistas que asesoraban al rey en todo tipo de
decisiones; Las Cortes; La Audiencia, órgano supremo de la justicia,
solo supeditado por el rey.
La Corona de Aragón
era una confederación de territorios, cada uno de ellos con leyes e
instituciones propias. En cuanto al concepto de monarquía, la
relación entre gobernante y gobernados se mantuvo dentro del
concepto feudal de pacto entre el señor y sus vasallos. Las
instituciones: Los virreyes, eran la autoridad real en los
territorios en que no residía el monarca; Las Cortes, que defendían
los intereses específicos de los grupos sociales dirigentes de sus
respectivos reinos; Las Diputaciones, cuando las Cortes concedían
algún subsidio al monarca, se creaba una comisión para organizar y
controlar su recaudación y una vez concluida su labor se disolvía;
La Justicia de Aragón, lo desempeñaba un miembro de la nobleza
designado por las Cortes y su función primordial consistía en la
interpretación y defensa de los fueros propios de Aragón.
En Navarra prevaleció
la doctrina pactista, y las prerrogativas de las Cortes impidieron el
fortalecimiento del poder de la monarquía. Instituciones: El Consejo
Real, que era el órgano asesor del rey; Las Cortes, ante las cuales
el rey debía jurar los fueros del reino; La Diputación de los Tres
Estados, creada para gestionar la recaudación de los subsidios
votados en las Cortes.
Comenta el ámbito territorial y características de cada sistema de repoblación, así como sus causas y consecuencias.
La repoblación por
presura. Se aplicó en las tierras situadas al norte del Duero y en
el Piedemonte pirenaico. Esta primera fase repobladora fue impulsada
por la presión demográfica existente en los reducidos núcleos
cristianos iniciales, y tuvo a su favor que los territorios ocupados
estaban prácticamente despoblados, por lo que no requerían una
conquista previa. El sistema de presura consistía en la simple
ocupación de tierras sin dueño.
La repoblación
concejil. Se aplicó a las tierras situadas entre el Duero y los
Montes de Toledo, en el sector occidental, y en el valle del Ebro, en
el oriental. El territorio era dividido en concejos con grandes
términos o alfoces, regidos por una ciudad o villa cabecera, en la
que se instalaba un representante del rey y un grupo de caballeros
para su defensa. Una vez constituido el concejo, el rey otorgaba un
Fuero, Carta de población o Carta Puebla.
La repoblación de las
Órdenes Militares. Las zonas afectadas por esta repoblación fueron
el valle del Guadiana, en el sector occidental y la provincia de
Teruel y el norte de Castellón, en el oriental. Se trataba de zonas
extensas y poco pobladas, en cuya conquista habían destacado las
Órdenes Militares. Estas recibieron grandes extensiones de tierra
que dividieron en encomiendas, al frente de las cuales situaban a un
caballero de la Orden con cargo de comendador.
La repoblación por
repartimientos. Se aplicó al valle del Guadalquivir y al litoral
levantino de Castellón a Murcia, últimas zonas reconquistadas. Tras
la ocupación de una ciudad con sus territorios circundantes, los
oficiales reales hacían inventario de los bienes obtenidos y los
repartían entre quienes habían participado en la conquista,
dividiéndose en lotes.
Explica el origen y características del régimen señorial y la sociedad estamental en el ámbito cristiano.
Los señoríos eran
territorios concedidos por el rey a un particular o una institución.
A partir del s. XII y de forma progresiva, los monarcas empezaron a
otorgar a los beneficiarios de estas donaciones el privilegio de la
inmunidad. De este modo, tales lugares se convirtieron en señoríos
jurisdiccionales y sus pobladores en vasallos del nuevo señor.
Régimen señorial: En el plano jurídico, implicaba un traspaso de
competencias del rey a los titulares del señorío; En el plano
político, el poder efectivo del monarca se limitaba a las tierras de
realengo, es decir, las que estaban bajo su dominio directo.
La sociedad estamental.
Definida por la función esencial que cada estamento desempeñaba
para el conjunto de la comunidad: la nobleza, cuyo cometido era la
defensa de la comunidad; el clero, encargado de rezar y velar por la
salvación de las almas; y el estado llano, al que correspondía
trabajar para el mantenimiento de todos. Características generales:
La división social era rígida; Cada estamento se regía por normas
diferentes; La movilidad vertical era muy escasa; El único estamento
abierto era el clero.
Define el concepto de “unión dinástica” aplicado a Castilla y Aragón en tiempos de los Reyes Católicos y describe las características del nuevo Estado.
A comienzos de 1479 Juan II de Aragón había
muerto y le había sucedido en el trono su hijo Fernando II, esposo
de Isabel I de Castilla desde 1469. De este modo, las dos grandes
coronas hispanas quedaron unidas por el matrimonio de sus respectivos
reyes. Sin embargo, aunque Isabel y Fernando, después conocidos como
los Reyes Católicos, decidieron gobernar conjuntamente en todos sus
territorios, según lo establecido entre ellos en la Concordia de
Segovia tras proclamarse reina Isabel, la unión de Castilla y Aragón
fue meramente dinástica, ya que cada reino conservó sus propias
leyes e instituciones.
Explica las causas y consecuencias de los hechos más relevantes de 1492.
La guerra de Granada (1482-1492): El final de la
reconquista. La toma de Zahara por Granada en 1481 desencadenó la
guerra que se prologó durante diez años. En ella resultó
fundamental el papel desempeñado por la Santa Hermandad, que aportó
hombres y una gran cantidad de dinero. Finalmente el emir Boabdil
negoció en secreto la rendición y unas generosas capitulaciones.
Así, el 2 de enero de 1492 los Reyes Católicos tomaron posesión de
la Alhambra y culminaron definitivamente la Reconquista.
El proyecto de Colón y el descubrimiento de
América (1492). En primer lugar expuso su proyecto a los portugueses
en 1484, que lo rechazaron. Tras este intento fallido, se dirigió a
Castilla, donde buscó el apoyo de personas influyentes para que
persuadieran a los Reyes Católicos. Los Reyes Católicos firmaron
con Colón las Capitulaciones de Santa Fe. Finalmente, Colón partió
del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 y el 12 de octubre arribó
a las Antillas.
La expulsión de los judíos (1492). La
inquisición solo perseguía las desviaciones dentro del
cristianismo, pero no podían actuar contra los judíos. Sin embargo,
el 31 de marzo de 1492 los Reyes Católicos decretaron que los judíos
debían convertirse al cristianismo o abandonar España en el plazo
de cuatro meses. Esto tuvo consecuencias negativas: Una pérdida
cuantitativa de la población: una gran pérdida cualitativa; además,
se generó entre la población una mentalidad antiburguesa.
Compara los imperios territoriales de Carlos I y el de Felipe II, y explica los diferentes problemas que acarrearon.
Carlos I recibió una gran herencia territorial:
Por parte de los Reyes Católicos heredó la Corona de Castilla y la
Corona de Aragón; Por parte de María de Borgoña heredó los países
bajos y el Franco Candado; Y desde 1519, a la muerte del emperador
alemán Maximiliano I, de la dinastía de los Habsburgo, recibió sus
territorios patrimoniales de Austria, que formaban parte del Sacro
Imperio Romano Germánico.
Carlos I se había educado en Flandes y su lengua
natal era el francés, vino a España rodeado de consejeros flamencos
y empezó a conceder altos cargos a extranjeros. Además concentró
su interés en ser elegido emperador de Alemania y se desentendió en
gran medida de sus dominios españoles. Todo ello provocó en
Castilla un movimiento de abierta hostilidad hacia el nuevo rey.
Mientras Carlos I estaba en Alemania, las principales ciudades
castellanas se sublevaron y sustituyeron el poder municipal por
comunas.
También se produjo la sublevación de las
Germanías, que fue casi simultanea a la de las Comunidades de
Castilla. En este caso el escenario inicial fue Valencia, pero acabó
extendiéndose también a Mallorca. El conflicto se fue radicalizando
y acabó en rebelión abierta cuando, ante un brote de peste, la
nobleza y las autoridades locales abandonaron la ciudad de Valencia.
A diferencia del movimiento comunero castellano, la rebelión de las
Germanías fue desde el principio una clara rebelión antiseñorial.
Carlos I decidió abdicar y cedió a su hermano
Fernando las posesiones de Austria y, con ellas, los derechos a
aspirar a la corona imperial alemana. Fernando II heredó todos los
demás territorios y, tras la muerte sin descendencia del rey de
Portugal, forzó su designación como nuevo rey de este país.
Como su hermano, también tuvo problemas internos.
Los moriscos representaban algo más de la mitad de la población de
Granada y las presiones de que eran víctimas habían ido
deteriorando con el tiempo sus relaciones con la comunidad cristiana.
El malestar se fue extendiendo y en 1568 estalló la rebelión de
Alpujarras.
Además, el Reino de Aragón había alcanzado una
situación de casi total autogobierno con Carlos I. El conflicto
entre las pretensiones absolutistas de Felipe II y la defensa de los
fueros del Reino de Aragón se desencadenó a partir de un turbio
asunto: la traición de Antonio Pérez, secretario de Felipe II. Como
Felipe II no podía violar los fueros aragoneses, acusó a Antonio
Pérez de un falso delito de herejía para que pudiera detenerlo la
Inquisición. Los aragoneses consideraron esto como una intromisión
de la monarquía y una violación de los fueros y privilegios de
Aragón, por lo que el pueblo se amotinó. Se iniciaron así las
denominadas alteraciones de Aragón.
Analiza la política respecto a América en el S. XVI y sus consecuencias para España, Europa y la población americana.
El descubrimiento y posterior colonización de
América convirtió a la monarquía hispánica en una gran potencia
económica y colonial, que intentó sacar el máximo beneficio de
aquellas tierras, mediante las medidas siguientes: La explotación
sistemática de las minas; El monopolio del comercio con América.
Cualquier mercancía que quisiera vender en el Nuevo Mundo debía ser
registrada en la Casa de Contratación de Sevilla y pagar a la Corona
los impuestos correspondientes.
Sin embargo, la explotación española del Nuevo
Mundo tuvo que enfrentarse a dos graves problemas: Los ataques de
piratas, corsarios y flotas de guerra de países enemigos; El
contrabando europeo en América, que burlaba en monopolio español.
Explica los principales proyectos de reforma del Conde Duque de Olivares.
El ideario del conde duque de Olivares se apoyaba
en dos principios fundamentales que inspiraban todo su programa de
gobierno: 1. La <reputación>>, que exigía volver a la
tradición imperial de prestigio y recuperar el protagonismo en el
exterior. Su consecuencia inmediata fue la reanudación de la guerra
contra Holanda al finalizar la Tregua de los Doce Años. Y 2. La
<<reformación>>, que se plasmó en una serie de
ambiciosos proyectos, cuya finalidad última era fortalecer la
monarquía y evitar la decadencia.
Analiza las causas de la guerra de los Treinta años, y sus consecuencias para la monarquía hispánica y para Europa.
Desde 1618 la paz europea estaba amenazada por un
conflicto entre protestantes y católicos, limitado en principio solo
al Imperio Germánico: los principales protestantes alemanes se
habían rebelado ante las aspiraciones políticas y religiosas del
emperador Fernando II. Este conflicto local acabó siendo europeo y
las cuestiones religiosas se convirtieron en un mero pretexto, ya que
lo que realmente estaba en juego era el mantenimiento o la
modificación del orden internacional.
Cada nación en litigio se alineó es uno de los
dos grandes bandos en lucha: Los Habsburgo -austriacos y españoles-
que pretendían mantener la hegemonía en Europa; Las potencias
rivales, lideradas finalmente por Francia, que a pesar de ser una
monarquía católica no tuvo escrúpulos en aliarse con los
protestantes alemanes y holandeses.
La guerra de los Treinta años finalizó con la
Paz de Westfalia con dos consecuencias importantes: La independencia
definitiva de las Provincias Unidas (Holanda); La pérdida de la
hegemonía en Europa, Francia se erigió como la nueva gran potencia
Europa.
Compara y comenta las rebeliones de Cataluña y Portugal en 1640.
La causa inmediata de la rebelión catalana fueron
los desmanes cometidos sobre la población por parte de los soldados
castellanos e italianos destinados en el frente catalán, con motivo
de la guerra contra Francia. Fue una revuelta anticentralista, que
empujó a los catalanes a buscar el apoyo del rey francés, Luis
XIII, al que nombraron conde de Barcelona. Sin embargo, la crisis
económica, unida a un nuevo brote de peste y a la opresión
francesa, provocó el agotamiento de los catalanes, que se rindieron
en 1652 a las tropas de don Juan José de Austria, de Felipe IV, bajo
la condición de que se respetaran los antiguos fueros.
La rebelión portuguesa tuvo desde el principio un
marcado carácter nobiliario, anticastellano e independentista, que
condujo a la proclamación del duque de Braganza como rey con el
nombre de Juan IV. Esta inesperada rebelión sorprendió a Felipe IV
y a Olivares, que ante la incapacidad de atender dos frentes
simultáneos optaron por concentrar sus esfuerzos en la rebelión
catalana. España tuvo que reconocer finalmente su independencia en
1668.
Explica los principales factores de la crisis demográfica y económica del s. XVII y sus consecuencias.
Las causas directas de las crisis demográfica:
Las grandes epidemias, que afectaron a toda Europa y fueron las más
virulentas desde la peste negra. En España se registraron tres
oleadas principales; La expulsión de los moriscos; Las guerras
constantes, que aumentaron la mortandad; Las dificultades económicas,
que provocaron un incremento de la emigración y, de forma indirecta,
incidieron en la disminución de la natalidad.
El creciente endeudamiento de la Corona: El
esfuerzo bélico realizado durante el s. XVI para el mantenimiento
del Imperio había dejado la Hacienda Real en una situación
lamentable de endeudamiento que, se fue acentuando a los largo del s.
XVII.
Si en el reinado de Felipe II se habían producido
tres bancarrotas, en el s. XVII la Hacienda Real quebró en otras
seis ocasiones. Olivares quiso resolver tan caótica situación
emprendiendo reformas profundas, pero las dificultades y los
imperativos de la guerra obligaron a buscar con urgencia nuevas
fuentes de ingresos que afectaron sobre todo a Castilla. No obstante,
todos estos recursos solo sirvieron para atender a las necesidades
inmediatas, pero no fueron suficientes para atajar el progresivo
endeudamiento de la Hacienda Real.
La crisis económica y los apuros fiscales de la
Corona contribuyeron también a agudizar la depresión económica del
s. XVII, cuyas manifestaciones fueron: La caída de la producción
agraria; la disminución de la ganadería bovina; la crisis de la
industria textil castellana; y el acaparamiento por extranjeros del
comercio de América.
Explica las causas de la Guerra de Sucesión española y la composición de los bandos en conflicto.
En 1700 murió sin descendencia Carlos II. Los dos
candidatos con más derechos al trono eran el archiduque Carlos de
Austria y Felipe de Anjou. Carlos II había nombrado heredero a
Felipe, que era nieto de Luis XIV de Francia.
En un principio, Felipe V fue aceptado sin
oposición, pero el emperador de Austria no reconoció el testamento
de Carlos II. Y las potencias europeas se alarmaron ante la
posibilidad de que se formara un poderoso bloque franco-español.
En consecuencia Inglaterra y Holanda decidieron
apoyar a Austria, lo que desencadenó la Guerra de Sucesión
española: Como guerra europea se enfrentaron el bando franco-español
y la Gran Alianza antiborbónica (Austria, Inglaterra, Holanda,
Portugal y Saboya); Como guerra civil española la Corona de Aragón
apoyó a Carlos de Austria, mientras que la Corona de Castilla apoyó
a Felipe V.
Detalla las características del nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht y el papel de España en él.
Es una serie de tratados bilaterales entre los
contendientes de la Guerra de Sucesión. El primero y fundamental fue
el tratado de paz y amistad franco-británica.
Inglaterra fue la gran vencedora. Se le concedió:
El asiento de negros, monopolio para introducir esclavos negros en la
América española durante treinta años; El navío de permiso,
autorización para enviar a América un navío al año con 500
toneladas de mercancías para su venta; Y la obtención de Gibraltar
y Menorca.
La Paz de Utrecht no se limitó a poner fin a la Guerra de Sucesión
española, también acabó con la hegemonía ejercida por Francia en
la segunda mitad del siglo XVII. Estableció un equilibrio entre las
tres grandes potencias rivales: Francia, Austria e Inglaterra.
Define que fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del nuevo Estado borbónico.
Fueron decretos dados por Felipe V en los
territorios de la Corona de Aragón en represalia por el apoyo
prestado al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión.
Se dieron en diferentes momentos y consistieron en la supresión de
los fueros e instituciones particulares de estos territorios. Además
en cada uno de ellos la figura de virrey fue sustituida por la de un
capitán general al frente de la Audiencia. De esta forma se
consiguió en gran medida una monarquía unitaria, aunque se
mantuvieron los fueros e instituciones vascos y navarros, por la
fidelidad de estos territorios al bando borbónico durante la Guerra
de Sucesión. En cuanto a las Cortes, se convirtieron en Generales
del Reino (salvo Navarra, que mantuvo las suyas propias), con
representantes también de las ciudades aragonesas, catalanas,
valencianas y mallorquinas.
Explica la política industrial de la monarquía y las medidas adoptadas respecto al comercio con América.
Potenciaron la producción industrial en España
con tres medidas: El proteccionismo de la industria española.
Favorecía la industria textil catalana; Creación de manufacturas
reales de artículos de lujo. Se pretendía enseñar nuevas técnicas
de producción, para dejar de importar del extranjero y que el dinero
no saliera de España; Fomento de la construcción naval en
astilleros reales, para facilitar el comercio por mar la flota de
guerra.
El comercio con América fue una de las
actividades económicas que atrajo más el interés de la monarquía.
Mediante una explotación económica de tipo colonial, como
proveedora de materias primas y como mercado de consumo de productos
peninsulares.
Explica las causas del despegue económico de Cataluña en el s. XVIII.
Dentro del conjunto de la economía española del
siglo XVIII, es un caso particular, pues experimentó en esta
centuria un despegue económico que la convirtió en la zona más
dinámica y avanzada de España.
Los propietarios feudales catalanes habían cedido
el disfrute de la tierra a los campesinos con contratos perpetuos o a
muy largo plazo a cambio de una renta fija (censos enfitéuticos).
Con el paso del tiempo y la inflación, dicha renta había quedado
reducida a una cantidad simbólica, lo que convertía al campesino
catalán en propietario de hecho de la tierra que trabajaba. Pero el
efecto beneficioso de la enfiteusis no acaba solo en el campo, sino
que repercutía también en la producción industrial y en el
comercio.
Esta demanda campesina estimuló la producción
industrial catalana, que fue reinvirtiendo parte de sus beneficios en
la creación de nuevas industrias, iniciándose así un crecimiento
continuo. Por otra parte, la industria catalana, fundamentalmente la
textil, se vio favorecida también por la política proteccionista de
la Corona, que prohibió la importación de ciertos productos
extranjeros.
La liberación del comercio con América resultó
beneficiosa ya que, desde el puerto de Barcelona se exportaban a
América productos locales.
Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado.
La ilustración fue el fenómeno cultural e
intelectual de mayor transcendencia en la Europa del s. XVIII,
también conocido como Siglo de las Luces. La ilustración se basó
en el culto a la razón. En consecuencia, la sociedad se debía
organizar racionalmente. Así, las dos grandes consignas de este s.
XVIII, expansivo y optimista, fueron el progreso y la felicidad
popular, entendida en el sentido actual de bienestar social. La
ilustración criticaba el Antiguo Régimen.
El despotismo ilustrado se basaba en dos
principios fundamentales: 1. El poder absoluto de la monarquía, lo
que no suponía ninguna ruptura con la tradición política anterior.
2. El ideal del rey filósofo, que era una consecuencia lógica del
carácter aristocrático del pensamiento ilustrado. Solo un rey
filósofo, asistido por las minorías ilustradas del país, sabía lo
que convenía a sus súbditos y estaba en condiciones de impulsar la
reforma racional de la sociedad en todos los aspectos necesarios para
el progreso y la felicidad de su pueblo: en la educación, en la
economía, en la Iglesia etc.
La filosofía que inspiraba el despotismo
ilustrado quedaba resumida en la frase: <<todo para el pueblo,
pero sin el pueblo>>.
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