NARRATIVA DEL SIGLO XX
Nuevos modelos narrativos del S. XX
La narrativa del S. XX establece contrastes con la
novelística del siglo anterior. Podemos decir que la novela
decimonónica era simplemente una narración que exponía en lenguaje
cultivado un conflicto de caracteres que no eran sino el trasunto, el
reflejo de un ordenamiento social burgués, definido en términos de
verosimilitud.
Frente a esta concepción firme y monolítica, con
muchos matices, naturalmente, la novela del S. XX se ha fragmentado
en mil pedazos, todos ellos dotados de fuerte personalidad, que
reflejan un orden/desorden social mucho más humano y vertical.
La novela responde a nuevos condicionamientos
sociales diametralmente opuestos a la concepción positiva y
racionalista del S. XIX, de la que se deriva ese afán de captar la
“realidad” tal cual es, lo que convierte al narrador en dominador
absoluto de su relato. En consecuencia, el narrados del S. XX debe
recurrir a procedimientos técnicos diferentes. Así como a recursos
expresivos adecuados.
La novela del XX debe reflejar en sus temas, en
sus personajes, en sus técnicas y en su lenguaje sustanciales
diferencias con su predecesora. La novela deja ahora de ser reducto
de nobles personajes encorsetados en su lenguaje pulcro para
incorporar al hombre medio y habitante de bajos mundos que se expresa
en un lenguaje roto y a veces incoherente como el mundo/sociedad que
habita.
Síntesis de algunos de los procedimientos
técnicos:
- Abandono del realismo objetivo y minucioso, en beneficio del subjetivismo.
- Una segunda novedad técnica la constituye el abandono de la descripción minuciosa del personaje.
- Finalmente, las novedades en el manejo del espacio y del tiempo constituyen relevantes innovaciones. Ya no interesa mucho la narración lineal, paso a paso, con los acontecimiento ordenados, en sucesión lógica. De ahí el flash-back o marcha atrás y el tiempo circular que proporciona diversas lecturas, diversos modos de empezar o acabar el relato.
- Dentro ya de las formas de expresión, podemos destacar, en primer lugar, el llamado fluir de conciencia, que es un monólogo interior surgido del fondo mismo del alma del personaje. La introspección, el símbolo y otras muchas maneras de expresión son otros recursos interesantes.
La novela española anterior al 36: novela del 98, novecentista y vanguardista
En los primeros 3 años del S. XX existen una
producción novelística muy importante en España. A la hora de
analizar la novelística de preguerra hay que tener en cuenta dos
hechos. El primero es que el realismo y el naturalismo narrativos no
han desaparecido. El segundo es que las tendencias que señalaremos
en el plano de la innovación narrativa (novela noventayochista,
novela novecentista, novela vanguardista y novela realista) se van
superponiendo, conviven unas con otras sin que haya muerte súbita de
ninguna al aparecer la otra.
La novela de la generación del 98
El fin de siglo llega envuelto en turbulencia y
crisis. Esta crisis afectará a gente como Unamuno, Azorín, Baroja y
Valle-Inclán, quienes reaccionarán creando una nueva narrativa a
medio camino entre:
- El regeneracionismo, pues de él esta nueva novela hereda la preocupación por la renovación nacional.
- El modernismo, pues de él hereda el tratamiento estetizante de una problemática social, política, histórica o filosófica.
Notas comunes a la narrativa del 98
- Los novelistas del 98 son hombres profundamente desengañado de la realidad del momento. Se alejan de posturas activas, pero están preocupados por su país. Esta preocupación se reflejará novelescamente de dos formas:
- Encontraremos la actitud contemplativa del soñador.
- Hallaremos un desconsolado escepticismo.
- Desaparece la objetividad narrativa. Los novelistas no buscan la reproducción pura de la realidad, sino su reflejo en el individuo y los procesos que desencadena en la conciencia.
- Sus problemas existenciales y religiosos aparecen reflejados en sus protagonistas.
- Estos novelistas llevan a cabo una renovación estilística.
La novela novecentista
Bajo el nombre de "Generación del 14” se conoce a los escritores que se manifiestan
en el periodo comprendido entre el final del Modernismo y del
Noventayochismo, y la Generación del 27.
Hombre con sólida
formación intelectual, hay en ellos un común deseo de defender los
valores de la inteligencia, pero también los valores de la
disciplina, del trabajo y del pensamiento.
Ortega y Gasset ejerció
sobre ellos una auténtica “jefatura espiritual”. Su obra Ideas
sobre la novela nos sirve para
ver su concepción del género narrativo, concepción que tendrá
influencia en los novelistas de este periodo:
- El género narrativo ha entrado en decadencia porque se han agotado los temas.
- La novela tiene que hacernos vivir y no limitarse a describir las cosas y los personajes.
- La trama ha dejado de ser lo esencial y ahora el interés se centra en los personajes.
- La acción, que ha de ser mínima, actúa de mero soporte. La esencia de lo novelesco ha que buscarla en el puro vivir, en el ser y el estar de los personajes.
- El novelista debe ser capaz de crear una realidad imaginaria, un ámbito cerrado, propio de la obra, que se comunique lo menos posible con el nuestro y nos mantenga herméticamente cerrados en su interior. Para conseguir ese hermetismo, la novela debe ser densa, tupida, prolija en detalles minuciosos.
Las dos tendencias más importantes dentro de la narrativa
novecentista fueron la novela intelectual, en la que se da una fusión
de la acción novelesca con reflexiones ensayísticas de signo
filosófico o estético ( Ramón Pérez de Ayala) y la novela
impresionista que se caracteriza por una acentuación de lirismo, lo
sensorial y lo subjetivo. (Gabriel Miró).
La novela vanguardista: novela del 27
Estos novelistas
manifiestan un radical rechazo hacia las formas y el lenguaje de la
tradición realista-naturalista y aspiran a empezar de cero. Cultivan
la narrativa experimental.
En
el nuevo arte narrativo son ingredientes imprescindibles la fantasía,
la imaginación, la originalidad y la exaltación vitalista y sensual
de la existencia. El novelista se sirve a menudo del humor y la
ironía para marcar su distanciamiento respecto a la realidad. Surge
una narrativa alegórica o simbólica, esencialmente lírica e
intelectual, con una fuerte proyección autobiográfica.
La novela realista
En el periodo de
1920-1935, pese al gran impacto de las vanguardias, hay autores que
se oponen a este tipo de arte y cultivan una novela realista. Son los
llamados <<disidentes de la nueva literatura>>. Algunos
se incorporan a la tradición del realismo sólo por motivos
estéticos (realismo tradicional). Desarrollan fundamentalmente
conflictos individuales y se centran en el análisis psicológico de
los personajes. Otros, en cambio, les mueve una finalidad social y su
postura es de protesta y rebeldía (realismo social). Se ocupan estos
últimos de los problemas colectivos y claman contra la injusticia.
Hay que diferenciar
entre los que se limitan a seguir las fórmulas de la novela del XIX,
y aquellos que anticipan la problemática y las técnicas realista o
neorrealistas que veremos en la novela de postguerra.
Novela posterior al 36
La novela del exilio
- Ramón J. Sender. Sus novelas del exilio son de temática muy variada: de tema americano; de carácter autobiográfico como Crónica del alba, su obra más conocida, compuesta de nueve novelas; de tendencia simbólica, como El rey y la reina. Mención especial merece Réquiem por un campesino español.
- Max Aub. Sobre la guerra civil escribió Campo cerrado.
- Francisco Ayala. De enfoque moral y satírico sobre los problemas humanos, Muertes de perro.
- Rosa Chacel. Autora de la novela Memorias de Leticia Valle.
La literatura narrativa interior
Década de los cuarenta: tremendismo
Narrativa
afín al régimen triunfante. a) novelas sobre el tema de la guerra
vista desde la perspectiva del vencedor (Concha Espina, Retaguardia)
b) bien novelas de evasión o realistas al estilo del S. XIX como
Antonio Zunzunegui.
Novela
fantástica y humorística, caracterizada por el humor, la fantasía
y la creación de mundos imaginarios que reflejaban una visión
desencantada y escéptica del mundo.
Se
inicia una novela del realismo existencial y tremendista , cuyo temas
son la miseria y sordidez de la vida cotidiana, la frustración y
angustia personal, la inadaptación social, la soledad y la muerte.
Los personajes son desarraigados, desorientados o marginados y la
técnica es la de la novela realista tradicional. Camilo José Cela,
La Familia de Pascual Duarte. Drama
rural con un lenguaje desgarrado y fuertemente expresivo.
Década de los cincuenta: realismo social
Conciben
la novela como testimonio directo del momento histórico y como
instrumento de denuncia social y política. La función del novelista
es la de registrar con total objetividad hechos y conductas externas de personajes o grupos, sin comentarios
ni valores personales (objetivismo como técnica predominante), como
sí de una cámara fotográfica se tratara.
Hay
que diferenciar dos tendencias en los años 50: Neorrealismo y
Realismo Social. A la primera pertenece La
Colmena de
Cela. Adopta una postura testimonial y crítica y determinadas
técnicas narrativas: el objetivismo, la reducción espacio-tiempo y
el protagonista colectivo, ambientes sórdidos, pobres, cargados del
pesimismo que asfixia a los personajes, así como un lenguaje directo
y desnudo, que refleja los rasgos de los estratos sociales de los que
proceden los personajes.
Los
autores del realismo social añaden, además, un compromiso social.
Esta novela tiene como tema preferente la sociedad española.
Década de los sesenta: experimentación
Tiempo de
Silencio,
de Luis Martín Santos, señala sin duda un nuevo rumbo de nueva
narrativa. Son ya novelistas cultos que han viajado y conocen la
literatura extranjera, de la que recogen mucha de las innovaciones.
Ahora
ya no interesa sólo denunciar la mediocre realidad, sino someter al
hombre y sus circunstancias al análisis sistemático que ayude a
interpretar los condicionantes y trampas de una sociedad cada vez más
compleja.
Las
innovaciones técnicas afectan a:
- Posición del autor y punto de vista: el autor desaparece y renuncia a la omnisciencia. Además el relato adopta la 3ª persona, mezclándose con la 1ª o la 2ª, monólogo interior.
- Estructura externa: desaparece a veces el capítulo sustituido por la secuencia, en ciertos casos el texto carece de interrupciones o signos de puntuación.
- Estructura interna: técnica del contrapunto (mezcla de varias historias que se implican) y la caleidoscópica (mezcla de muchas acciones y personajes).
- El tiempo: se desprecia el tiempo cronológico y se valora la memoria, se usa la técnica del flash-back, el relato se concentra en tiempo breve y el tiempo narrativo es lento.
- Los personajes se despersonalizan y el protagonismo es colectivo.
- El espacio: es limitado o se reduce a la interioridad del protagonista.
- Los temas: desencanto, soledad, escepticismo, amor, relaciones personales, preocupaciones existenciales.
La novela actual
Comienza
con Eduardo Mendoza y su novela de género negro o policiaca La
verdad sobre el caso Savolta, con la que se vuelve al relato de
argumento comprensible y lenguaje directo.
Son
sus principales caracteres los siguientes:
- Argumento comprensible
- Personaje definido
- Estructura simple
Son
sus principales líneas, autores y obras:
- Novela de intriga: Muñoz Molina, Beltenebros.
- Novela generacional: en la que se relatan los problemas de un personaje por razón de su edad.
- Novela histórica: Umberto Eco, El nombre de la rosa.
- Novela intimista: centrada en el mundo interior.
- Novela prolongada del realismo: Julio Llamazares, La lluvia amarilla.
- Novela metaliteraria: es una reflexión sobre la propia novela. Juegos de la edad prohibida, Luis Lanero.
- Novela estilística: muy atenta al lenguaje cuidado y preciosista.
LA NOVELA HISPANOAMERICANA EN LA 2ª MITAD DEL S. XX
La novela realista de tipo tradicional
La nueva novela
hispanoamericana recogerá los frutos de una doble línea evolutiva:
por un lado el relato breve de tema fantástico y por otro, la novela
realista de temática autóctona.
Ya en la narrativa de
principios de siglo, vinculada al modernismo, se desarrolla un tipo
de relato breve de orientación no realista. De temas fantásticos
como Leopoldo Lugones que desarrolla una temática mítica y fantástica
en los cuentos de Las fuerzas extrañas.
U Horacio Quiroga que puebla sus relatos de temas extraños,
truculentos y ambientados en la selva misteriosa.
A
principios del S. XX, de manera paralela al modernismo poético, es
cuando se produce una novela realista y naturalista plenamente
arraigada en la realidad americana.
La renovación de la narrativa entre 1940 y 1960
La década de los 40 es
un periodo de gran esplendor cultural para América Latina.
El realismo mágico
En el marco socio-cultural de la América Latina
en esta época en la que recibe tantos inmigrantes de diferentes
partes del mundo, es donde se produce la renovación narrativa
hispanoamericana, iniciada por una generación de escritores nacidos
a finales del S. XIX o principios del XX: Jose Luis Borges, Miguel
Angel Asturias y Alejo Carpentier. Esta
renovación se ha conocido con el nombre de <<realismo
mágico>>.
Alejo
Carpentier, en el prólogo de su novela
El reino de este mundo explica
que el concepto se le ocurrió durante su estancia en Haití.
Esa
superrealidad que los surrealistas europeos habían de buscar en el
mundo de los sueños se encuentra de manera espontánea en América,
menos influida por el racionalismo occidental, y donde la magia forma
parte de la vida cotidiana "lo real maravilloso". Gabriel García Márquez es el máximo
exponente del realismo mágico.
Jorge Luis Borges
Es
una figura de primer orden en la literatura contemporánea
internacional. Además de destacado poeta, lo mejor de la obra
borgiana son sus cuentos. Dejando a un lado sus lúdicas novelas
policiacas escritas en colaboración con Adolfo Bioy Casares. La
brevedad del relato, en los cuentos, no le impide abordar temas de
gran complejidad, como los que se enumeran a continuación:
- El carácter ilusorio de la realidad. La ficción y la realidad se yuxtaponen y se confunden.
- El misterio de la identidad, basado en la idea panteísta de que todo hombre es dos hombres.
- El mundo como laberinto, en el que el hombre anda perdido y sin rumbo, hasta encontrar la salida, la muerte.
- La concepción circular del tiempo, en el que pasado, presente y futuro se mezclan de manera inextricable (intrincada).
Miguel Ángel Asturias
El señor
presidente es
su novela más importante. Inspirada en Tirano
Banderas de
Valle-Inclán, es una de las primeras novelas sobre el tema del
dictador, subgénero que tendrá larga continuidad en la narrativa
hispanoamericana.
Alejo Carpentier
El siglo de
las luces de
carácter histórico y El
recurso del método sobre
el tema del dictador.
Del <<boom>> a la actualidad
A
mediados de los años sesenta la narrativa hispanoamericana alcanzó
una proyección internacional extraordinaria. La cantidad y calidad
de obras que aparecieron en esos años hicieron que el fenómeno se
calificara de auténtico <<boom>>.
Julio Cortázar
Su novela más importante fue Rayuela que
utilizaba técnicas narrativas revolucionarias, como la
estructuración en secuencias sueltas.
Lo más valioso de su
producción fueron sus cuentos, insertos dentro del realismo mágico
en el que se percibe la influencia de Kafka y de los surrealistas. En
ellos lo fantástico y lo absurdo surge en medio de la realidad
cotidiana.
Juan Rulfo
Su novela Pedro
Páramo lo convirtió en uno de
los maestros del realismo mágico.
Gabriel García Márquez
Periodismo y
narrativa se enriquecen y complementan en sus obras. Cien
años de soledad, es la novela
emblemática del <<boom>> de la narrativa
hispanoamericana y, sobre todo, una obra maestra ya clásica. La obra
es el máximo exponente del realismo mágico, ya que lo fantástico e
insólito aparece mezclado con la realidad cotidiana.
Mario Vargas Llosa
Vargas Llosa es uno de
los escritores más completos de su generación. Aparte de su obra
novelística, ha desarrollado una importante labor como periodista,
dramaturgo, cuentista y ensayista.
La ciudad y los perros fue
la novela que encabezó el <<boom>> y que reveló como
uno de los mejores novelistas hispanoamericanos. La casa
verde es su segunda novela.
Conversación en La Catedral es
su obra más ambiciosa, de compleja estructura.
Otros autores
Ernesto Sábato
Su producción
novelística tiene como principales exponentes El túnel
y Sobre héroes y tumbas obras
en las que la trama novelesca está al servicio de un trasfondo
filosófico y existencial.
Últimas tendencias de la narrativa hispanoamericana
La
temática sigue estando centrada en la realidad social
latinoamericana, pero ha remitido el experimentalismo formal de los
años sesenta. El realismo mágico sigue utilizándose, pero de
manera más moderada.
Autores:
Augusto Monterroso, Alfredo Bryce Echenique, Isabel Allende...
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