Ejercicio 1
Proteccionismo:
Consiste en poner aranceles a la exportación de productos
extranjeros.
Librecambismo:
El Estado debe intervenir lo menos posible en la economía y dejar
que las fuerzas del mercado actuaran libremente.
Arancel:
Se entiende no solo el impuesto sobre los productos importados, sino
también por extensión la ley que fija la cuantía del impuesto y
que, a menudo, incluye también otras medidas, como la prohibición
de importar ciertos artículos.
Peseta:
pieza de origen catalán cuyo valor en el momento era similar al
franco francés. Fue la unidad monetaria de España y estuvo en
circulación desde 1868 hasta 2002, en que fue sustituida por el
euro.
Presupuesto del Estado:
Es el documento en el que el Estado registra las previsiones de
ingresos y de gastos de la Hacienda Pública. Puesto que los ingresos
proceden de los contribuyentes, deben ser estos quienes aprueben, a
través de sus representantes en las Cortes, en qué se ha de emplear
su dinero.
Ejercicio 2
El transporte interior
en la Península, tanto el terrestre como el fluvial, se veía
obstaculizado por unos condicionamientos geográficos poco
favorables: La elevada meseta central, rodeada de montañas; los ríos
son o demasiado cortos y con fuertes pendientes o largos, pero de
cauce poco profundo y caudal irregular por la sequía estival del
clima mediterráneo; a pesar del extenso perímetro costero español,
las costas son en general poco recortadas, por lo que escasean los
puertos naturales, por eso la mayor parte del comercio marítimo se
concentra en: Santander, Bilbao, Barcelona, Valencia, Málaga, Cádiz
y Sevilla; el Guadalquivir es el único río navegable. España ha
estado ha lo largo de su historia fragmentada en un conjunto de
mercados aislados entre sí.
Ejercicio 3
Objetivos: Se pretendía imitar el ejemplo de
países como Gran Bretaña, Bélgica, Francia o Alemania, que habían
conseguido revolucionar los transportes terrestres, algo muy
necesario en España, dadas las dificultades que presentaba esta
modalidad de transporte.
El ferrocarril tenía importantes ventajas sobre
los medios de transporte terrestres: capacidad de carga, velocidad y
seguridad muy superiores, con el consiguiente disminución de tiempo
y costes de transporte.
Las primeras líneas construidas en España fueron
tramos cortos, como el de Barcelona-Mataró, Madrid-Aranjuez o
Langreo-Gijón, pero la verdadera fiebre constructora tuvo lugar a
partir de la Ley General de Ferrocarriles de 1855.
Consecuencias de la Ley de Ferrocarriles: Las
principales concesiones se otorgaron a compañías extranjeras, que
importaron el material ferroviario, por lo que la construcción de la
red española no estimuló apenas la industria siderúrgica nacional;
El escaso capital privado español se invirtió en ferrocarriles y no
en industrias; Al final existía el medio de transporte, pero a penas
había mercancías que transportar y las compañías ferroviarias no
podían recuperar lo invertido en la construcción de las líneas por
los escasos beneficios de su explotación.
Ejercicio 4
Frente a la absoluta primacía industrial de Gran
Bretaña en el S. XIX, todas las naciones europeas, en mayor o menor
medida, trataron de proteger sus nacientes industrias de la fuerte
competencia inglesa. Para ello, el medio más extendido fue el de
imponer aranceles a la importación de productos extranjeros.
En España los grupos socioeconómicos que
propugnaban un proteccionismo de elevados aranceles eran los
fabricantes de algodón catalanes; los productores cerealistas
castellanos, sobretodo el trigo y los industriales siderúrgicos
vascos.
Frente a los partidarios del proteccionismo, se
encontraban los defensores del librecambismo, para quienes el Estado
debía intervenir lo menos posible en la economía y dejar que las
fuerzas del mercado actuaran libremente. Los librecambistas eran un
grupo menos definido social y económicamente ya que su posición era
más ideológica. El librecambismo era defendido por los comerciantes
y las compañías ferroviarias.
El Arancel de Figuerola se califica a menudo de
librecambista, pero solo puede considerarse como tal en relación con
los que le precedieron y los que vinieron después. Las tarifas que
se aplicaban a las importaciones no se suprimieron, solo se bajaron,
pero seguían siendo bastante altas. Las razones por las que se
considera librecambista, aunque no acabara del todo con el
proteccionismo, son principalmente dos: no prohibía la importación
de ningún producto y los aranceles sobre los productos importados
deberían haberse rebajado gradualmente desde 1875 hasta 1881. No
obstante, con la Restauración se suspendió definitivamente la
reducción arancelaria prevista.
Ejercicio 5
Hasta los años treinta del S. XIX circulaban en
España monedas muy distintas, lo que dificultaba el cálculo de las
equivalencias entre ellas y obstaculizaba las transacciones
comerciales. La modernización del sistema monetario consistió en la
implantación de una sola moneda, la peseta, cuyo valor en el momento
era similar al franco francés. La peseta fue la unidad monetaria
oficial de España y estuvo en circulación desde 1868 hasta 2002, en
que fue sustituida por el euro.
El camino hacia la banca moderna: El primer gran
banco español apareció en 1782 en el reinado de Carlos III con la
fundación del Banco Nacional de San Carlos. Tras su quiebra, durante
el reinado de Fernando VII se creó el Banco Nacional de San
Fernando. Durante el reinado de Isabel II se fundaron dos bancos: El
Banco de Isabel II y el Banco de Barcelona. La rivalidad entre el
antiguo Banco Español de San Fernando y el nuevo Banco de Isabel II
condujo a ambos al borde de la quiebra por lo que se fusionaron en el
Nuevo Banco Español de San Fernando que en 1856 pasó a llamarse
Banco de España. A partir de las leyes bancarias de 1856
relacionadas con la Ley de Ferrocarriles, surgieron numerosos bancos
y sociedades de crédito, muchos de los cuales se hundieron por la
crisis de 1866.
En 1898 con el desastre colonial se repatriaron
los capitales de Cuba, Puerto Rico y Filipinas y se formó el Banco
Hispano Americano en 1901.
Ejercicio 6
Hasta la Reforma de Mon-Santillán de 1845, la
Hacienda Pública mantuvo la características propias del Antiguo
Régimen:
- Falta de generalidad. Las contribuciones no eran iguales para todos, sino que variaban de unas zonas a otras y había grupos exentos, como la nobleza y el clero.
- Falta de equidad. Los ciudadanos no contribuían proporcionalmente a su riqueza.
- Multiplicidad de impuestos. Las contribuciones eran diferentes en cada territorio, comarca o ciudad.
- Insuficiencia de ingresos. Las cantidades percibidas estaban muy por debajo de los crecientes gastos del Estado.
La Reforma de Mon-Santillán acabó con este
desorden y sentó las bases de una Hacienda moderna: se simplifica y
racionalizó el sistema de impuestos, y se extendieron de manera
general a todos los ciudadanos del país, lo que suponía aplicar el
principio liberal de igualdad ante la ley.
Sin embargo, la reforma no alcanzó ni la equidad
en la contribución, ni la suficiencia en los ingresos.
Ejercicio 7
Con una balanza comercial deficitaria durante todo
el siglo XIX, la única forma de equilibrar la balanza de pagos
consistía en compensar el flujo de salida de dinero al exterior con
un flujo semejante, pero de signo contrario, mediante la entrada en
España de capitales extranjeros. La inversión extranjera en España
fue muy importante cuantitativamente y, a falta de capitales
españoles suficientes, desempeñó un papel fundamental: financió
parte de los gastos del Estado a través de la deuda pública;
compensó el elevado volumen de nuestras importaciones, ya que con
los ingresos por exportaciones no era suficiente; y contribuyó a la
industrialización del país, sobre todo en sectores como el
ferrocarril y la minería, aunque, como es lógico, orientándolos
más en su beneficio que en el de España.
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