martes, 14 de marzo de 2017

Bloque 8 Unidad 2 Actividades

Ejercicio 1

Proteccionismo: Consiste en poner aranceles a la exportación de productos extranjeros.
Librecambismo: El Estado debe intervenir lo menos posible en la economía y dejar que las fuerzas del mercado actuaran libremente.
Arancel: Se entiende no solo el impuesto sobre los productos importados, sino también por extensión la ley que fija la cuantía del impuesto y que, a menudo, incluye también otras medidas, como la prohibición de importar ciertos artículos.
Peseta: pieza de origen catalán cuyo valor en el momento era similar al franco francés. Fue la unidad monetaria de España y estuvo en circulación desde 1868 hasta 2002, en que fue sustituida por el euro.
Presupuesto del Estado: Es el documento en el que el Estado registra las previsiones de ingresos y de gastos de la Hacienda Pública. Puesto que los ingresos proceden de los contribuyentes, deben ser estos quienes aprueben, a través de sus representantes en las Cortes, en qué se ha de emplear su dinero.

Ejercicio 2

El transporte interior en la Península, tanto el terrestre como el fluvial, se veía obstaculizado por unos condicionamientos geográficos poco favorables: La elevada meseta central, rodeada de montañas; los ríos son o demasiado cortos y con fuertes pendientes o largos, pero de cauce poco profundo y caudal irregular por la sequía estival del clima mediterráneo; a pesar del extenso perímetro costero español, las costas son en general poco recortadas, por lo que escasean los puertos naturales, por eso la mayor parte del comercio marítimo se concentra en: Santander, Bilbao, Barcelona, Valencia, Málaga, Cádiz y Sevilla; el Guadalquivir es el único río navegable. España ha estado ha lo largo de su historia fragmentada en un conjunto de mercados aislados entre sí.

Ejercicio 3

Objetivos: Se pretendía imitar el ejemplo de países como Gran Bretaña, Bélgica, Francia o Alemania, que habían conseguido revolucionar los transportes terrestres, algo muy necesario en España, dadas las dificultades que presentaba esta modalidad de transporte.
El ferrocarril tenía importantes ventajas sobre los medios de transporte terrestres: capacidad de carga, velocidad y seguridad muy superiores, con el consiguiente disminución de tiempo y costes de transporte.
Las primeras líneas construidas en España fueron tramos cortos, como el de Barcelona-Mataró, Madrid-Aranjuez o Langreo-Gijón, pero la verdadera fiebre constructora tuvo lugar a partir de la Ley General de Ferrocarriles de 1855.
Consecuencias de la Ley de Ferrocarriles: Las principales concesiones se otorgaron a compañías extranjeras, que importaron el material ferroviario, por lo que la construcción de la red española no estimuló apenas la industria siderúrgica nacional; El escaso capital privado español se invirtió en ferrocarriles y no en industrias; Al final existía el medio de transporte, pero a penas había mercancías que transportar y las compañías ferroviarias no podían recuperar lo invertido en la construcción de las líneas por los escasos beneficios de su explotación.

Ejercicio 4

Frente a la absoluta primacía industrial de Gran Bretaña en el S. XIX, todas las naciones europeas, en mayor o menor medida, trataron de proteger sus nacientes industrias de la fuerte competencia inglesa. Para ello, el medio más extendido fue el de imponer aranceles a la importación de productos extranjeros.
En España los grupos socioeconómicos que propugnaban un proteccionismo de elevados aranceles eran los fabricantes de algodón catalanes; los productores cerealistas castellanos, sobretodo el trigo y los industriales siderúrgicos vascos.
Frente a los partidarios del proteccionismo, se encontraban los defensores del librecambismo, para quienes el Estado debía intervenir lo menos posible en la economía y dejar que las fuerzas del mercado actuaran libremente. Los librecambistas eran un grupo menos definido social y económicamente ya que su posición era más ideológica. El librecambismo era defendido por los comerciantes y las compañías ferroviarias.
El Arancel de Figuerola se califica a menudo de librecambista, pero solo puede considerarse como tal en relación con los que le precedieron y los que vinieron después. Las tarifas que se aplicaban a las importaciones no se suprimieron, solo se bajaron, pero seguían siendo bastante altas. Las razones por las que se considera librecambista, aunque no acabara del todo con el proteccionismo, son principalmente dos: no prohibía la importación de ningún producto y los aranceles sobre los productos importados deberían haberse rebajado gradualmente desde 1875 hasta 1881. No obstante, con la Restauración se suspendió definitivamente la reducción arancelaria prevista.

Ejercicio 5

Hasta los años treinta del S. XIX circulaban en España monedas muy distintas, lo que dificultaba el cálculo de las equivalencias entre ellas y obstaculizaba las transacciones comerciales. La modernización del sistema monetario consistió en la implantación de una sola moneda, la peseta, cuyo valor en el momento era similar al franco francés. La peseta fue la unidad monetaria oficial de España y estuvo en circulación desde 1868 hasta 2002, en que fue sustituida por el euro.
El camino hacia la banca moderna: El primer gran banco español apareció en 1782 en el reinado de Carlos III con la fundación del Banco Nacional de San Carlos. Tras su quiebra, durante el reinado de Fernando VII se creó el Banco Nacional de San Fernando. Durante el reinado de Isabel II se fundaron dos bancos: El Banco de Isabel II y el Banco de Barcelona. La rivalidad entre el antiguo Banco Español de San Fernando y el nuevo Banco de Isabel II condujo a ambos al borde de la quiebra por lo que se fusionaron en el Nuevo Banco Español de San Fernando que en 1856 pasó a llamarse Banco de España. A partir de las leyes bancarias de 1856 relacionadas con la Ley de Ferrocarriles, surgieron numerosos bancos y sociedades de crédito, muchos de los cuales se hundieron por la crisis de 1866.
En 1898 con el desastre colonial se repatriaron los capitales de Cuba, Puerto Rico y Filipinas y se formó el Banco Hispano Americano en 1901.

Ejercicio 6

Hasta la Reforma de Mon-Santillán de 1845, la Hacienda Pública mantuvo la características propias del Antiguo Régimen:
  • Falta de generalidad. Las contribuciones no eran iguales para todos, sino que variaban de unas zonas a otras y había grupos exentos, como la nobleza y el clero.
  • Falta de equidad. Los ciudadanos no contribuían proporcionalmente a su riqueza.
  • Multiplicidad de impuestos. Las contribuciones eran diferentes en cada territorio, comarca o ciudad.
  • Insuficiencia de ingresos. Las cantidades percibidas estaban muy por debajo de los crecientes gastos del Estado.
La Reforma de Mon-Santillán acabó con este desorden y sentó las bases de una Hacienda moderna: se simplifica y racionalizó el sistema de impuestos, y se extendieron de manera general a todos los ciudadanos del país, lo que suponía aplicar el principio liberal de igualdad ante la ley.
Sin embargo, la reforma no alcanzó ni la equidad en la contribución, ni la suficiencia en los ingresos.

Ejercicio 7


Con una balanza comercial deficitaria durante todo el siglo XIX, la única forma de equilibrar la balanza de pagos consistía en compensar el flujo de salida de dinero al exterior con un flujo semejante, pero de signo contrario, mediante la entrada en España de capitales extranjeros. La inversión extranjera en España fue muy importante cuantitativamente y, a falta de capitales españoles suficientes, desempeñó un papel fundamental: financió parte de los gastos del Estado a través de la deuda pública; compensó el elevado volumen de nuestras importaciones, ya que con los ingresos por exportaciones no era suficiente; y contribuyó a la industrialización del país, sobre todo en sectores como el ferrocarril y la minería, aunque, como es lógico, orientándolos más en su beneficio que en el de España.  

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