domingo, 19 de febrero de 2017

EL GRUPO POÉTICO DEL 27

EL GRUPO POÉTICO DEL 27

Generación o grupo del 27, nómina y momento generacional

Aparición de un grupo de escritores coetáneos, que viven unas experiencias semejantes, una educación semejante, conocidos y amigos entre sí, que escriben con un impulso similar su poesía, sin estar sometida a una común estética prefijada, tenía un espíritu, en temas y estilo, coincidente y nuevo. A este grupo de escritores se le denomina grupo o generación del 27 o, incluso, el vanguardismo español.

Miraríamos así al conjunto de escritores coetáneos -de nacimiento y aparición pública- que viven unas experiencias semejantes, tienen unas lecturas parecidas -están inmersos en el mismo momento cultural- y empiezan a escribir en los mismos años, atentos unos a otros, y presionados por las mismas modas.

Desde el punto de vista interno, estético y temático, lo que llamamos grupo y generación del 27 coincide con nuestra vanguardia. Estos escritores desde 1918 (ultraísmo, creacionismo) hasta 1930-33 (culminación de nuestro surrealismo) adaptan o crean los ismos en España. Esta denominación de vanguardia, para el 27, no debe chocar, sino superficialmente, con el hecho de que sus escritores, acaben por equilibrar la novedad como fin, a la novedad como medio y estímulo, en una reunión de vanguardismo y tradición que es una de las claves de su perfección. En este sentido hay quien piensa que el término que mejor cuadra al grupo del 27, es el de vanguardia, pues crean un vanguardismo original con raíces autóctonas, desde la tradición española.

En 1927 tiene lugar el centenario de Góngora, efemérides que une a Rafael Alberti, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. El acto se considera el catalizador de las energías de este incipiente grupo. A los participantes de este acto hay que unir a los que añadió Gerardo Diego, que fijó definitivamente la nómina generacional: Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Casi todos estos escritores nacen entre 1891 y 1905.

La figura de Góngora, que servía como bandera para estos escritores, supone la reivindicación de un tipo de poesía imaginativa, ingeniosa, en la que primaba la metáfora y en la que la literatura se orientaba hacia un elitismo y una cierta deshumanización. También supone un reconocimiento de la tradición literaria que no es destruida, sino conocida y aceptada.

Formación e influencias

Esta similitud de nivel cultural no solo se limita a un título, sino a una serie de experiencias en común. En general, la mayoría de ellos estudió en centros vinculados con la Institución Libre de Enseñanza, especialmente en la Residencia de Estudiantes y en el Centro de Estudios Históricos. A lo largo de sus encuentros en estos y en otros lugares, se desarrolló un fortísimo vínculo personal entre estos poetas.

Esta comunidad biográfica hace que el factor cultural sea esencial para comprender las deudas de estos poetas con la literatura precedente. Ya hemos mencionado la elección de Góngora como inspirador. Pero también beben ávidamente en los descubrimientos del Centro de Educación Históricos, especialmente en la lírica popular y el romancero. De sus contemporáneos, las “afinidades electivas” iban hacia Juan Ramón Jiménez, al que consideraban el gran poeta de su tiempo.

La poesía desnuda era un buen ejemplo de un nuevo tipo de arte deshumanizado, antisentimental, cuyo teorizador más importante era Ortega y Gasset. El influjo que La deshumanización del arte ejerció sobre esta generación casi convirtió esta obra de panorama descriptivo en un manifiesto. Cinco son las características principales que Ortega detecta en el nuevo arte: impopularidad, arte artístico, deshumanización, primacía de la metáfora e intrascendencia. Igualmente Ramón Gómez de la Serna, el padre del vanguardismo español, simpatizó con los nuevos poetas, y estos asimilaron sus greguerías como la potenciación de las metáforas que propugnó Ortega y que ellos tomaron como un pilar de su arte.

La generación del 27 era una generación universitaria (todos menos Alberti), republicana progresista y liberal, por lo que no es extraño que la mayor parte ellos tomase partido por la república (excepto Gerardo Diego), al iniciarse la guerra civil. Su preocupación religiosa es escasa, solo Gerardo Diego es católico declarado.

Inmersos en su época practican un sentido de la vida lúdico, deportivo, de trato muy abierto y de libertad sexual. Un rasgo muy distintivo de la generación es la importante y activa presencia de la mujer como escritora y como compañera. Son tiempos muy importantes para el feminismo, también los hombres escriben a favor de las libertades femeninas y de la pareja.

Etapas de la obra del grupo del 27

Podemos distinguir seis etapas:
  • LA PRIMERA ETAPA: Podríamos poner, sin demasiada precisión, la fecha de 1918 como principio y llevarla hasta 1925. Es una época de tanteos, algunos poetas como Diego, ya están realizando su labor importante, mientras que otros sólo dan los primeros pasos. Es una etapa de transición. A partir de 1918 se crean tres revistas fundamentales para la vanguardia: Grecia, Reflector y Ultra. Estamos aún muy lejos del equilibrio y perfección del momento generacional. El gran libro de este momento, que presagia lo que vendrá, es Imagen de Gerardo Diego.
  • LA SEGUNDA ETAPA: desde 1926 a 1929, años en los que se da una aplísima y representativa producción poética, una verdadera eclosión de autores, libros y revistas. La poesía pura, el neogongorismo y el neotradicionalismo alcanzan su momento culminante. El Centenario es en su conjunto, dos cosas: una toma de ciencia de lo que debe ser el poeta y la poesía; y un rechazo de una tradición académica y estética estancada respectivamente en historicismo del XIX y en el Modernismo.
  • En los años 29 y 30 empieza LA TERCERA ETAPA. Una indudable politización en la joven literatura, al compás de los acontecimientos sociopolíticos. En contraste con La deshumanización del arte de Ortega, aparece El nuevo Romanticismo de Díaz Fernández. Este proceso de politización y de “impureza” en la literatura se va incrementando sistemáticamente hasta 1936, y se observa en las revistas, que empiezan a estar cargadas de ideología de distinto signo. Un hecho importante a partir de 1929 es la irrupción del surrealismo en la poesía. El surrealismo es un humanismo; el hombre y su liberación son los grandes objetivos. Ello supone la crisis de la idea de la poesía pura. Alberti y Prados dan un giro a la izquierda y emprenden una poesía de tipo más social. Es el año de la Antología de Diego, en la que Guillén manifestó que pretendía una poesía <<bastante pura, pero no demasiado>>.
    Aunque los españoles no adoptaron la escritura automática del surrealismo, lo que absorbieron de él les alejó de sus objetivos iniciales; sin embargo, el giro mayor vendrá de la mano de la política. En 1929 Alberti funda la revista comunista Octubre. En 1935 llega a Madrid Pablo Neruda, que refuerza la reacción al publicar su revista Caballo verde para la poesía, en cuyo primer número puede leerse el manifiesto <<Para una poesía sin pureza>>. Juan Ramón Jiménez, hasta entonces padrino de las nuevas hornadas líricas, sintió esta evolución como un insulto personal, de este momento data su alejamiento de los hombres del 27.
    Dámaso Alonso ha llamado a este periodo suyo “neorromántico”; Lorca escribe en 1929-30 Poeta en Nueva York, el inicio de su giro social; Espadas como labios, la gran obra surrealista de Aleixandre es de 1932.
  • Llega la guerra y con ella una CUARTA ETAPA en la que solo caben dos actitudes: O silenciarse prácticamente o bien politizarse por completo, más preocupados que por el estilo, están preocupados por la defensa y propaganda de las ideas por las que combaten. También hay tonos intermedios que dan su voz poética, solo de vez en cuando, a la contienda. Bajo las premisas y la urgencia de la lucha, la calidad de la poesía ha bajado, aunque cobre ahora tintes humanos, dramáticos y populares apasionantes. Todos ellos cuentan en este momento bélico con una poesía de circunstancias, especialmente romances, bien para inflamar el ardor guerrero, bien para congraciarse con alguno de los bandos.
  • Viene una QUINTA ETAPA de tajante exilio. El grupo se ha dispersado dramáticamente, pero no se han roto los lazos de amistad entre ellos. En el exilio el tema del compromiso político va a continuar y, poetas que no habían escrito en este sentido, lo van a hacer ahora. Pero el tema del compromiso va a tener como alternativa el de la nostalgia por la tierra perdida. La vida y la historia ocupan ahora todo el arte de los antaño “deshumanizados”.
    Los que permanecieron en España sufrieron una evolución similar. Un tono angustiado, existencial, es el predominante en este momento. Hijos de la ira de Dámaso Alonso es un grito de desesperación. Aleixandre también se muestra solitario e impregnado de realidad vital en Historia del corazón.
  • Distinguiremos una SEXTA ETAPA. En esta etapa se nota la cicatrización, al menos parcial, de las heridas, el esfuerzo de encontrar los últimos caminos y el éxito a nivel universal de todos estos poetas, uno de los cuales, como representación de todos, obtiene el Premio Nobel: Aleixandre.

Temas y recursos

Habremos de tener en cuenta la evolución de los temas al compás de los acontecimientos en que se ven envueltos a través de sus vidas. En lineas generales podemos fijar los criterios siguientes. El destino individual del hombre, lo metafísico, les interesa poco en comparación con la tradición española, especialmente en las etapas anteriores a 1939: El destino de la pareja tiene en este grupo un extenso muestrario y una fuerte originalidad. El destino colectivo tiene un tratamiento poco político y social, al compás de su gusto por la ciudad de los hombres, el cosmopolitismo y el progreso. Más tarde el compromiso social y político empieza a aparecer y alcanzan, en ciertos momentos, gran intensidad. En cuanto al tema de la naturaleza en que se insertan estos tres destinos, su presencia es siempre considerable y original.
  • La civitas hominum (la ciudad de los hombres)
    La generación insiste en el tema de la ciudad, con el confort de los nuevos tiempos y aún de sus frivolidades. El tema de la ciudad y su entorno, y el de las comunicaciones entre sí, protagonizan una gran parte de esta literatura. Y no como un motivo aislado, sino a través de libros enteros o de partes unitarias de ellos.
  • El amor
    El amor se hace con frecuencia abiertamente sexual. Es un dato importante la carencia de prejuicios; su sensualidad sin muchas inhibiciones se traslada a menudo al papel, y así los cuerpos desnudos son cantados con exaltación. Toda expresión romántica es evitada, para combatir el subjetivismo romántico, el escritor huye de la confesión personal, desaparece tras el poema. Son multitud los poemas amorosos en los que el paraíso se encierra en las cuatro paredes de una habitación donde la naturaleza humana triunfa desnuda y elemental. Salvo en Aleixandre, donde el desnudo va unido, al igual que la pareja, a las fuerzas naturales, en la mayoría el desnudo aparece, o en un interior, o en un primer plano, sin la necesidad del paraíso natural envolvente. En Cernuda es normal el acercamiento del desnudo al mar. La generación del 27 canta al amor pleno de la pareja de forma muy deliberada. Esa libertad y plenitud de la pareja, no solo está buscada con las palabras, sino en la vida, en forma de un feminismo radical que ejemplifica con la vida de numerosas mujeres intelectuales, bastantes de ellas unidas por lazos efectivos a escritores.
  • La naturaleza
    La naturaleza pierde su carácter salvaje para “domesticarse” en forma de jardines, o de facetas cercanas a los urbano. De cualquier forma su tratamiento es optimista y exaltante. El fuerte sentimiento que la naturaleza provoca en la mayor parte de los del 27 se observa en el cuasi panteísmo de Aleixandre y Prados o en el Edén de Cernuda.
  • El compromiso
    En el compromiso social y político del grupo, distinguimos tres etapas:
    • Antes de 1936 bastantes evitaron escribir poesía social y política. No obstante Poeta en Nueva York tiene un amplio registro de protesta social.
    • Durante la Guerra Civil los poetas del 27 se unen con algunos escritores mayores que ellos y con bastantes más jóvenes, y forman la base, primero en revistas, después en libros colectivos, de un impresionante cancionero y romancero de guerra. De forma individual los poetas del grupo no publican demasiados libros.
    • Después de la guerra, muchos de estos escritores abandonaron su actitud de poetas directamente combativos. Alberti en el exilio fue alternando la poesía política con la personal. Pero poetas que no habían abordado el tema del compromiso social y político, lo hacen ahora.
Con respecto a los aspectos literarios, la honda vinculación con lo tradicional y lo clásico del arte español. Junto al verso libre y la prosa poética, el 27 practica a la perfección toda la métrica tradicional, por lo que la continuidad con los clásicos se aseguró. El empleo del verso libre les abrió las puertas a la influencia de Juan Ramón y el Surrealismo, así como de autores hispanoamericanos como Neruda o Vallejo. El desaparecido ritmo del verso libre, nace ahora de la propia organización o forma de contenido del poema. La integración de todo se hace así rasgo definitorio y aspiración de una generación literaria.



sábado, 18 de febrero de 2017

POESÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX

POESÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX

La poesía modernista y del 98

Modernismo y 98: características generales

Provienen de la aventura del Realismo del XX o de engoladas degeneraciones del romanticismo. Pero en los primeros años del siglo un movimiento emergente vienen a socavar la posición de estos discursos dominantes: El Modernismo.
Autores: Rubén Dario, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Jasé Azorín, Valle-Inclán, Jacinto Benavente y Antonio y Manuel Machado. Todos ellos se enfrentan, a veces de forma virulenta, a lo que creen un discurso agotado (el realismo decimonónico y el resto del Romanticismo).
Ha sido muy discutida la cuestión de la pertenencia de todos estos jóvenes escritores a un mismo movimiento artístico.
Hasta hace apenas unas décadas dominaba una visión dividida de la literatura española de esos años:
  1. Por un lado, tendríamos el Modernismo.
  2. Por otro, la llamada por el propio “Azorín” Generación del 98 (compuesta por Unamuno, Baroja, "Azorín”, Ramiro de Maeztu, Jacinto Benavente y Antonio Machado).
Características que oponían cada grupo de forma tajante:
  1. Los modernistas, afincados en el cosmopolitanismo y en la falta de compromiso con los problemas político-sociales. Gustan de la expresión brillante, retoricista, de intención puramente estética asentada en un lenguaje marcado por el cultismo, el adorno y la evasión esteticista.
  2. Los del 98. Arte comprometido desde actitudes críticas con los problemas del país. Lo filosófico también está presente en su obra, y todo ello desde un lenguaje asentado en la naturalidad.
Sin embargo, numerosas razones parecen favorecer la idea de integrar a todos estos autores en un sólo movimiento, el modernista:
  • Todos estos autores eran llamados “modernistas”. No existía conciencia en la época de que perteneciesen a movimientos distintos.
  • Tenían gustos semejantes en lo que respecta a la literatura extranjera y mostraban una clara actitud de rebeldía hacia sus predecesores.
  • Muchos autores compartieron características atribuidas a una de las dos tendencias.
  • La descripción impresionista del paisaje castellano que nos ofrecen los del 98 a partir del empleo de colores, no está alejada del gusto por lo sensorial de la estética del Modernismo.
Podemos concluir que la llamada Generación del 98 forma parte del cambio y la crisis espiritual modernista, aunque con ciertos rasgos específicos.

La poesía modernista: orígenes y características

En Hispanoamérica adoptan ya el apelativo de modernistas en 1890. Los modernistas hispanoamericanos querían distanciarse de la poesía vigente en España y se volvieron hacia otros horizontes, muy especialmente hacia Francia. Dos movimientos franceses influyen en ellos:
  1. El Parnasianismo: interesado por la belleza sensible, por el arte de la palabra y por el gusto hacia los temas exóticos.
  2. El simbolismo: quiere ir más allá de lo puramente sensible para descubrir sentidos ocultos tras lo aparente.
El Modernismo hispánico realizó una síntesis de Parnasianismo y de Simbolismo. Del primero viene el gusto por los versos pulidos, los temas exóticos y los valores sensoriales. Y de los simbolistas toman el arte de sugerir y la musicalidad.

Los Rasgos más característicos del Modernismo en temas y formas

Los temas

La temática de la poesía modernista presenta dos campos diferentes aunque no opuestos: la exterioridad sensible y la intimidad del poeta.
El mundo sensorial será captado con un ansia de belleza y goces sensoriales: Pero el mundo que los rodea no les basta a estos poetas; a menudo les deja insatisfechos. De ahí el llamado escapismo: la evasión en el tiempo o en el espacio para soñar mundos de deslumbrante belleza.
La veta más parnasiana del Modernismo nos muestra un mundo elegante y exquisito. El otro sector de la temática modernista es la intimidad, muchas veces marcada por la tristeza, la melancolía y la nostalgia. Hay cierto malestar “neorromántico”. Añadamos el gusto por lo otoñal y lo crepuscular y por los paisajes, que son símbolos de la intimidad dolorida.

El estilo

Profunda renovación del lenguaje poético que supuso el Modernismo. Se amplían los recursos expresivos, con efectos a veces brillantes, a veces delicados, tanto de color, como de musicalidad. La riqueza de valores sensoriales es rasgo esencial del estilo modernista. Tenían además un prodigioso manejo del idioma en todos sus niveles:
  1. Los recursos fonéticos son variadísimos.
  2. El léxico se enriquece con términos cultos, exóticos y evocadores. La abundante adjetivación, unas veces ornamental y plástica, otras cargada de valores sentimentales: el epíteto es una contante de la poesía modernista.
  3. Las imágenes se emplean con maestría. Importancia de los símbolos. Se usan sinestesias.

La métrica

La búsqueda de la musicalidad lleva a ampliar considerablemente los ritmos y los formas métricas. Siguen usándose los versos más consagrados. Pero es característico del Modernismo el abundante uso del alejandrino. Y se acude a versos antes poco usados, como el dodecasílabo o el eneasílabo. Fundamental es el gusto por la versificación a base de pies acentuales con su marcado ritmo. Grandes novedades hay también en las estrofas, ya se trate de variaciones de estrofas conocidas o de totales invenciones.

La poesía del 98

Temas

La intimidad dolorida del modernismo está muy presente, pero ahora marcada por inquietudes de naturaleza filosófica y existencial. Se enfrentan a su disconformidad con el mundo. El tema de España son sus contradicciones, sus problemas, sus tradiciones hallan eco en la poesía. También el paisaje y su contemplación lírica se muestra en los versos de esta tendencia.

El estilo

Se matizan y atemperan los rasgos primitivos del Modernismo. El gusto por lo brillante, por lo espectacular y por lo musical se ve sustituido por formas de musicalidad menos marcada y por la sobriedad formal.
El color y lo sensorial sigue siendo una constante. Predominan los cárdenos y los ocres. El símbolo continúa siendo una constante.

Antonio Machado (1875-1939): Temática (el TIEMPO)

Perspectiva existencial

Tema: el tiempo. Sus versos aparecen traspasados por la sensibilidad hacia lo temporal. Nuestro poeta dialoga con su tiempo como ser humano preocupado por el paso de los días, el acabamiento de las cosas, la nostalgia del pasado, la muerte, el destino del hombre y, al fondo, la figura -problemática- de Dios.

Perspectiva social

Un punto de vista menos introvertido, posó su mirada, como hombre de su tiempo, sobre la realidad que le rodeaba, sobre la colectividad de hombres en la que vive -ahora entendemos tiempo como la época en que nos ha tocado vivir-.
La poesía de Machado fue adquiriendo tonos cada vez más sociales y comprometidos. Sin abandonar el tono personal e íntimo, la poesía de Machado adquiere progresivamente un tono ético y social ya esbozado en su obra Campos de Castilla. En ambas perspectivas va a estar presente como escenario simbólico Castilla, su paisaje y sus gentes, como esencial de lo español.

Soledades, galerías y otros poemas (1903-1907): el periodo modernista

Es su libro que más debe a la estética del modernismo. Gusto por los veros dodecasílabos y alejandrinos, en el predominio de epítetos referidos al color, en la musicalidad del verso y en el gusto por el simbolismo. No rinden cuentas los poemas de Soledades a la estética del modernismo más exótico y ornamental. De tono intimista y melancólico, los poemas adoptan la sencillez y austeridad tan queridas por el poeta.
Fundamentalmente la raíz temática del libro es el tiempo, en sus múltiples manifestaciones. Dos tendencias literarias se advierten muy claramente en Soledades: el simbolismo y el impresionismo. Su técnica se concreta:
  • En el uso de símbolos repetidamente utilizados.
  • Y también en uso de la sugerencia, de la fina insinuación de los temas y las preocupaciones que aparecen como apuntadas tras un paisaje, un instante o un objeto.
La técnica impresionista es uno de los rasgos de estilo de la obra machadiana. El poeta describe un paisaje atendiendo a los colores, a los sonidos o a la luz que hacen singular ese instante. Aunque en apariencia su descripción es objetiva, tanto en las Soledades como en su poemario posterior Campos de Castilla su mirada está teñida por el estado de ánimo o su personalidad

Campos de Castilla (1912-1917): poeta de la generación del 98

Temas

No abandona Machado los temas anteriormente citados. Pero un nuevo elemento viene a enriquecer su repertorio: las preocupaciones patrióticas. La idiosincrasia de Castilla y sus gentes sintetiza en Machado la esencia de lo español y sobre ella proyecta su visión crítica: el atraso, el inmovilismo social o el aislamiento cultural de las gentes castellanas y españolas provocan el reproche del poeta sevillano. Sin embargo, no siempre avanza por estos caminos y la crítica deja paso a la contemplación de la austeridad del paisaje desde perspectivas mucho más líricas y de menos tinte social. Es entonces cuando más clara se ve la vinculación entre los sentimientos del poeta y el paisaje castellano.
Ya en las últimas composiciones del libro, la muerte de su joven esposa Leonor marcará una nueva meditación sobre el destino trágico del ser humano.

Estilo

Por lo que respecta a la forma, se agudiza la austeridad métrica y de las imágenes, abandonando, con excepción del gusto por el símbolo, cualquier otra tentación modernista.

Otros libros

Nuevas canciones continúa el gusto por el poema breve y sentencioso, de tono filosófico que ya caracterizaba una de las secciones finales de Campos de Castilla: “Proverbios y cantares”.
Los temas siguen siendo los mismos; cambian el tono (aforístico) y la extensión (más breve). Este compromiso con la ética y la política cada vez más fuerte están muy presentes en sus últimos libros.

Juan Ramón Jiménez

Del grupo del 98.Tiene un carácter renovador en su obra y de la dificultad de gran parte de su producción, que hace de la suya una poesía para minorías. Con Juan Ramón Jiménez la poesía en castellano adquiere un tono de modernidad comparable a los poetas más audaces de la cultura occidental.
  1. Etapa modernista: Su primer libro: Arias tristes domina los tonos melancólicos, tono becqueriano, pero a la vez empapados de sugerencias, al mundo simbolista. A partir de 1908 publicará libros de acento aún más modernista. Su poesía no aparece recargada de elementos fastuosos y cosmopolitas a la manera del modernismo de Rubén Darío. Su etapa modernista comparte el modernismo machadiano, más íntimo y sobrio.
  2. La poesía desnuda: El gran salto de nuestra poesía a la modernidad. Juan Ramón publica su Diario de un poeta recién casado. No se trata únicamente de la renovación temática, sino, especialmente, de la forma poética (ahora ya despojada casi siempre de la rima, la regularidad silábica y los ritmos acentuados) que cristaliza en textos breves, algunos en prosa poética, con imágenes y materiales novedosos, pero sin ahogar la sencillez del conjunto. Esta línea poética es bautizada como poesía desnuda: serán, la imagen (la metáfora), el lenguaje ceñido sin adornos y la penetrante y sentida mirada del poeta, los elementos que JR elige para dar poeticidad a su voz.
  3. Su poesía se irá haciendo cada vez más densa: brevedad y complejidad conceptual serán las claves de los siguientes libros. Se puede hablar de poesía intelectual, pero en ningún caso desprovista de emoción, aunque sí de patetismo.
  4. Etapa final: Últimos años de su trayectoria poética. El poeta acude a un extraño misticismo. El poema se adensa aún más y se vuelve oscuro y enigmático. Un sentimiento de gozo acompaña al poeta en este viaje en el que la naturaleza deja de tener sentido autónomo y pasa a transformarse en parte constituyente del mismo poeta. Los contenidos se harán cada vez más herméticos, como hemos dicho, y de ellos derivará la dificultad de sus poemas, no la simplicidad que adopta la forma.

La vanguardia literaria: ismos y poesía

Las vanguardias tienen su origen en las artes plásticas. Esta revolución artística que pretende acabar con los resabios del arte realista decimonónico de forma radical.
Los movimientos vanguardistas pretenden romper definitivamente, y no de manera tímida como había hecho el modernismo, con la retórica tradición. Los temas y las formas sufrirán un vuelco radical. El objetivo del arte y de la literatura se apartan definitivamente de la pretensión de reflejar la realidad de una forma más o menos estabilizada o idealizada. Los caminos avanzan ahora hacia la creación de nuevas realidades apartadas de las formas y los conceptos que definen al hombre y al mundo. Dos fueron los ismos decisivos: el ultraísmo y el surrealismo.
Ultraísmo: en sus poemas se rompe la ordenación del discurso apostando por imágenes y detalles aparentemente fragmentarios con escasa o nula coherencia y cohesión textual; muestran su fascinación por elementos de la modernidad tecnológica, la metáfora, audaz e insospechada, será la protagonista del verso; y la tipografía tradicional salta por los aires en arriesgados juegos a caballo entre la pintura y lo poético (Los caligramas de Apollinaire). Todo lleva a crear en el poema una nueva realidad.
Surrealismo: preconiza por encima de todo la libertad imaginativa, ampliando el mundo del pensamiento consciente hasta los territorios del subconsciente. El hombre libera en el arte los instintos que reprime la razón y la moral establecida. Así se produce una liberación del lenguaje que abandona el corsé que impone la lógica gracias a imágenes insólitas, oníricas e incluso delirantes. El reflejo del subconsciente suele intentarse en ejercicios de escritura automática. Los poetas españoles no escribirán estrictamente al modo surrealista: los poemas de corte surrealista preservarán casi siempre un hilo lógico que asegure, sin llegar a caer en la escritura automática, un mínimo de inteligibilidad para el lector.
La importancia del surrealismo. A partir de su existencia, la imaginación del poeta tiene a su disposición todas las posibilidades de su yo, por herméticas o incoherentes que éstas sean. El verso libre resulta desde entonces un elemento característico de la poesía del S. XX. No siempre es necesario entender el poema en su literalidad y en su lógica discursiva para disfrutar de los textos poéticos.

Poesía de la generación del 27

Características del grupo

Aunque su individualidad sea muy acusada insistimos ahora en sus afinidades. Los poetas del 27 parecen compartir cierta tendencia al equilibrio. Tienden a una original síntesis entre los polos entre los que había oscilado la poesía anterior.
  1. Entre lo intelectual y lo sentimental. La emoción tenderá a ser refrenada y estructurada por el intelecto, que huyen del patetismo; pero lo humano y las injusticias, las emociones y el sentimiento o el amor están presentes en su obra.
  2. Entre la inspiración y la técnica. Poetas de indudable genio, de inspiración. Su riqueza poética y su originalidad lo atestigua, pero destaca, además, la exigencia de lucidez y rigor técnico. Equilibrio entre una concepción romántica y una concepción clásica de la creación poética.
  3. Entre lo minoritario y la “inmensa compañía”. Un anhelo de selección acerca la poesía a un “arte de minorías”. En sus trayectorias, alternan hermetismo y claridad. Aspecto particular y fundamental de ello es cómo conviven lo culto y lo popular en ellos.
  4. Entre la tradición y la renovación. No se puede hablar de ruptura con lo anterior, sino que consiguen fusionar admirablemente lo que incorporan las vanguardias con lo que aporta nuestra tradición literaria.

Evolución poética

  1. Poesía pura o deshumanizada (hasta 1927). Se hace evidente el magisterio de Juan Ramón y su concepto de “poesía desnuda”, una poesía sin alardes métricos pero que busca alcanzar imágenes audaces que provoquen emoción artística sin recurrir a conmocionar al lector exponiendo una circunstancia personal patética. Fuerzan al máximo los hallazgos formales y huyen de la anécdota personal tratando de evitar la sensiblería. Es notoria la influencia de las vanguardias, especialmente el ultraísmo. Son también los años de pública devoción por Góngora y la renovación del lenguaje poético que supuso en su época el culteranismo, lo que dejará palpable huella en ellos.
  2. La rehumanización (de 1927 a la Guerra Civil) El máximo culto al esteticismo de la etapa anterior deja paso a una poesía más humana, en la que la anécdota personal, los sentimientos y las creencias de los poetas van tomando el protagonismo de los versos. Pero esta rehumanización por los caminos de la ideología, la vida y los sentimientos del poeta se va a conducir a menudo a través de un lenguaje plagado de imágenes sorprendentes, oníricas y aparentemente inconexas. Son los años de la penetración en España del surrealismo. Las técnicas más o menos surrealizantes (estos poetas preservan siempre un grado de coherencia suficiente entre las imágenes del poema) descartan por definición la frialdad de la poesía deshumanizada, ya que el poeta saca a la luz del verso sus deseos, sueños o alucinaciones más íntimas e intransferibles. Encuentran en la técnica surrealista el tono expresivo adecuado a su perplejidad.
    Esta línea de rehumanización, de poesía “impura” da cabida a la ideología del poeta. Algunos poetas impregnan su obra de acontecimientos y temas políticos.
  3. El exilio. Aun es más difícil para esta época señalar características formales comunes a todo los autores. En general, todos los que cultivaron el surrealismo en los años 30 abandonan esta tendencia. La añoranza por la tierra perdida o el dolor y el desgarro ante la tragedia vivida configuran gran parte de la producción de esta última etapa.

Conclusión

Una mención especial merece la obra poética de Miguel Hernández ligado a la generación del 27. Su trayectoria poética es deslumbrante. Influido por las vanguardias y el culto a Góngora, concede en sus inicios todo el protagonismo a la metáfora, para alcanzar ya en su adelantada madurez un equilibrio entre el culto a lo formal y el tono apasionado de sus versos.

Poesía española posterior a la Guerra Civil

Los años 40 y 50

Las dos mejores obras poéticas publicadas en España en esta época son: Hijos de la ira de D. Alonso y Sombra del paraíso de V. Aleixandre.
Presencia de dos tendencias en esta época: una más apegada a las formas clásicas y conformista con el mundo y la realidad socio-política que le rodea (poesía arraigada) y otra en que la nota predominante es la angustia ante la cruel realidad de un mundo asolado por el horror de la violencia y la destrucción (poesía desarraigada). En la primera podemos encuadrar los nombres de José García Nieto, Leopoldo Panero (padre) y Luis Rosales. La poesía desarraigada acogerá las voces mas desgarradas de esos años: Victoriano Crémer, Eugenio de Nora... Hijos de la ira de D. Alonso sería quizá el fruto más conseguido de esta línea poética. En esta tendencia, afilan sus primeras armas poéticas las mejores voces poéticas de la próxima década: José Hierro, Carlos Bousoño y Blas de Otero. La trayectoria de este último poeta nos ayudará a entender mejor la poesía de los años cuarenta y cincuenta.
Blas de Otero inicia su andadura poética en la vertiente de la poesía religiosa, predominaba la poesía de corte existencial. Se trata de una poesía de temática existencial y metafísica: el poeta se interroga angustiado por el sentido de un mundo que no entiende y en el que Dios sólo es silencio; si el amor aparece, será como meta perseguida para aplacar el dolor.
La década de los cincuenta supone una apertura hacia lo social. Son años de poesía social. En unos años en los que la censura era menos devastadora en la poesía que en otros géneros, proclaman su solidaridad con los que sufren, su compromiso con la libertad, su amor por una patria arrasada por la incivilidad de la opresión política. El estilo es un tanto más accesible, pero Otero supo casi siempre preservar sus poemas del prosaísmo ramplón en el que decayó la mayor parte de la poesía social, orillada y más tarde denostada por muchos poemas posteriores.

La poesía española de los 60

Representa la superación de la poesía política y de denuncia, de la poesía social. A pesar de su posición política personal de crítica al Régimen, dudan de la poesía social, de su eficacia y de su calidad artística.
Abandonan las intenciones socio-políticas pero no dejan a un lado el realismo. Los temas caen del lado del yo poético, es decir, en la órbita de los problemas íntimos del autor. Su poesía tiene como protagonista las experiencias personales, se trata de una poesía de la experiencia. Experiencia fundada en lo cotidiano. Pero, no caen en el patetismo de la poesía desarraigada, suelen teñir sus versos de fina ironía e incluso de humor sardónico.
No abandonan el tono coloquial, la expresión sencilla, pero ponen mucho cuidado en que su estilo no caiga en el prosaísmo de la poesía social. Este mayor trabajo sobre el lenguaje alcanza estilos de elegante sencillez.

La poesía de los 70

Se gesta un nuevo cambio en los contenidos y en las formas de nuestra poesía. Nueva generación de poetas, los novísimos. Su poesía surge de la reacción contra la poesía social que aún seguía protagonizando el panorama poético. Los poetas de esta tendencia se distancian de lo que para ellos es una banalización de los contenidos poéticos y del lenguaje por parte de la poesía comprometida. La exquisitez y la cultura moderna se harán protagonistas de su escritura. Presencia en los poemas de lugares paradigmáticos del refinamiento y decadentismo cultural, recreación de episodios de la vida de artistas admirados, mezcla de referencias culturales minoritarias con elementos de la cultura moderna y popular, un tono de elegante melancolía que empapa un lenguaje delicado y exquisito.
Si junto a la exquisitez del lenguaje y a la acumulación de citas culturales contemplamos cierto toque vanguardista, comprenderemos por qué su poesía ha sido calificada de culturalista y hermética, incluso de escapista.



viernes, 17 de febrero de 2017

LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

La distribución de la población

Las características de la distribución

La distribución se analiza mediante la densidad de la población, que relaciona la población de una zona con su superficie en km2.
La densidad de la población española es inferior a la media de la UE. Sin embargo, esta cifra media esconde fuertes contrastes especiales entre áreas de concentración, que superan claramente el promedio nacional y áreas de despoblamiento.
  • Las áreas de alta densidad se sitúan en Madrid, la periferia, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.
  • Las áreas de baja densidad se sitúan en el interior de la península.

Evolución y factores explicativos

  • En la época preindustrial: Las mayores densidades se situaban en las zonas con relieve llano y baja altitud; clima templado y cálido; proximidad al mar y los ríos. Estas zonas eran la costa levantina, los valles atlánticos, los valles fluviales del interior de la península y las islas Baleares. También influían factores humanos, sobre todo la coyuntura económica, que atraía población hacia áreas más dinámicas.
  • En la época industrial: entre mediados del siglo XIX y la crisis de 1975, se consolidó una economía industrial y urbana, por lo que los factores naturales perdieron peso. Se agudizaron los contrastes en la distribución de la población. Aumentaron su peso Madrid y las regiones periféricas, en unos casos por su alto crecimiento natural (Galicia, Andalucía y Murcia), y en otros casos por la instalación de actividades económicas que atrajeron población. Primero, la industria en Asturias, País Vasco y Cataluña, a las que sumaron más tarde los ejes del Ebro y del Mediterráneo y algunos focos aislados. Y luego, el turismo en el litoral mediterráneo e insular. Las regiones del interior, con mayor peso de las actividades agrarias e industriales tradicionales y de los servicios de baja cualificación, mantuvieron sus bajas densidades a causa de la emigración hacia las áreas más dinámicas nacionales y extranjeras.

El movimiento natural de la población

Los regímenes demográficos

La evolución del movimiento natural de la población española ha pasado por tres etapas o regímenes demográficos durante los cuales la natalidad, la mortalidad y el crecimiento natural presentan rasgos homogéneos. Estas etapas son: el régimen demográfico antiguo, la transición demográfica y el régimen demográfico moderno.

El régimen demográfico antiguo: hasta principios del S. XX

Se caracteriza por altas tasas de natalidad y mortalidad y por un crecimiento natural bajo.
  • La natalidad presenta valores elevados debido a:
    • El predominio de una economía y sociedad agrarias. Los hijos ayudaban desde muy pronto en las labores del campo; eran muy baratos de mantener; y aseguraban el porvenir de los padres y las madres, dado que no había seguros de accidentes, enfermedad o jubilación.
    • La inexistencia de sistemas eficaces para controlar los nacimientos.
  • La mortalidad general era alta y oscilante. Sus causas era el bajo nivel de vida y las precarias condiciones médicas y sanitarias.
    • La dieta alimenticia era escasa, por la baja productividad agraria; y desequilibrada por falta de proteínas.
    • Las enfermedades infecciosas trasmitidas a través del aire o el agua y los alimentos. A ello colaboran el atraso en la medicina, el desconocimiento de las vías de transmisión de las enfermedades, y la falta de higiene privada y pública.
      A la elevada mortalidad general se sumaban momentos de mortalidad catastrófica causada por epidemias, guerras y malas cosechas.
    • La mortalidad infantil era alta, tanto la neonatal por defectos congénitos y problemas en el parto como la posnatal

La transición demográfica: 1900-1975

La transición entre el régimen demográfico antiguo y el actual tuvo lugar entre 1900 y 1975. Se caracterizó por una disminución suave de la natalidad, un brusco descenso de la mortalidad y un elevado crecimiento natural.


  • La natalidad descendió de forma suave y discontinua, alternando periodos de mayor decrecimiento con otros de recuperación.
    • Entre 1900 y 1920 La natalidad descendió. En ello influyeron una mayor supervivencia de los hijos al reducirse la mortalidad infantil; y las desfavorables repercusiones de la I Guerra Mundial.
    • En la década de 1920 la natalidad se recuperó gracias a la prosperidad económica.
    • Entre 1930 y 1956 se reanudó el descenso. Debido al crack del 29, la inestabilidad política de la segunda república, la Guerra Civil, que ocasionó subnatalidad y la situación de posguerra. Todo ellos impidió la recuperación den los nacimientos que suele seguir a las guerras. Excepto en 1940-1941.
    • Entre 1956 y 1965 tuvo lugar una recuperación de la natalidad que algunos demógrafos interpretan como el <<baby boom>> posbélico retrasado. Se debió al desarrollo económico.
    • Entre 1965 y 1975 disminuyó de nuevo el tamaño familiar. La causa fue la reducción del valor económico de los hijos al consolidarse un modo de vida industrial.
  • La mortalidad general descendió de forma acusada durante la transición demográfica, excepto en dos momento de mortalidad catastrófica: la gripe de 1918 y la Guerra Civil. La causas fueron el incremento del nivel de vida y los avances médicos y sanitarios, que redujeron los anteriores riesgos de muerte.
    • El incremento del nivel de vida se manifestó en la mejora de la dieta que durante 1960 superó la malnutrición y la escasez de la posguerra; y en el crecimiento del nivel educativo y cultural, que permitió intensificar la prevención y abandonar costumbres tradicionales nocivas para la salud.
    • Los avances médicos: la generalización de los nacimientos en clínicas disminuyó la mortalidad materna; y extensión de la sanidad pública. Los avances sanitarios: mejora de la higiene pública y privada.
    • La mortalidad infantil decreció
    • La esperanza de vida se elevó por la reducción de la mortalidad infantil y materna y por el descenso de la mortalidad en la edad adulta.
  • Como consecuencia el crecimiento natural/vegetativo de la transición fue alto, especialmente entre 1920 y 1965.

El régimen demográfico actual: a partir de 1975

  • La natalidad descendió
    • Entre 1975 y 1998 tuvo lugar un brusco descenso de los nacimientos. En 1981 la media de hijos por mujer era de 2,1 y continuó decreciendo hasta alcanzar su valor mínimo en 1998 (1,15). Las causas fueron los cambios económicos y socioculturales.
      • La sociedad española ha experimentados cambios. Las mujeres se han incorporado al trabajo fuera del hogar y retrasan la maternidad, muchas tienen dificultades para conciliar la vida laboral y familiar.
        Los hijos ya no se consideran un seguro de los padres en la vejez, ante el progreso de la protección social, sino que se aprecia su formación. Los gastos y la dedicación que requieren compiten con el deseo de los padres de disponer de más ingresos para el consumo y más tiempo libre de ocio.
        Y aparecen formas familiares distintas del matrimonio y menos prolíficas.
    • Desde 1998, la natalidad muestra ligeras oscilaciones.
      • Entre 1998 y 2008 la natalidad experimentó una ligera recuperación motivada por la favorable coyuntura económica; los nacimientos retrasados de las generaciones del <<baby boom>>; y la inmigración extranjera.
      • Desde 2008, comenzó un nuevo descenso de la tasa de natalidad. La crisis iniciada ese año ha repercutido sobre las familias. Además disminuye la inmigración y la fecundidad de las mujeres extranjeras por su progresiva adaptación al modelo español.
  • La mortalidad general se mantiene en cifras bajas. La tasa asciende levemente por el envejecimiento de la población ocasionado por el aumento de la esperanza de vida, que incrementa el número de ancianos.
    • Disminuye la importancia de las enfermedades infecciosas y predominan las llamadas tres “C”: enfermedades cardiovasculares, cáncer y accidentes de carretera.
    • La mortalidad infantil es hoy muy baja y principalmente neonatal por complicaciones en el parto o malformaciones congénitas.
    • La esperanza de vida a aumentado debido a los progresos médicos.
    • Las mujeres tienen mayor fortaleza biológica. Los hombres han tenido tradicionalmente un estilo de vida con mayor riesgo: participación directa en las guerras; trabajos de mayor dureza, desgaste físico y probabilidad de accidentes; hábitos menos saludables; menos cuidado por su salud.
  • El crecimiento natural en el régimen demográfico actual es reducido dadas las bajas tasas de natalidad y de mortalidad.

Movimientos migratorios

Las migraciones son los desplazamientos de población en el espacio, generalmente por causas económicas o sociales.
Distinguimos entre emigración, o salida de población desde su lugar de origen; inmigración, o llegada de población a un lugar de destino; y saldo migratorio (SM= I-E)

Las migraciones interiores

Las migraciones interiores tradicionales

Características

  • El mayor volumen fue en el periodo de 1951 a 1975
  • Los protagonistas eran sobre todo jóvenes, con bajo nivel de cualificación.

Las corrientes migratorias interiores tradicionales

  • Las migraciones estacionales y temporales: Su auge fue al final del S. XIX y se emprendían con intención de retorno. En unos casos eran desplazamientos estacionales a otras áreas rurales para realizar labores agrarias en una época en la que el campo estaba poco mecanizado. En otros casos eran desplazamientos temporales a la ciudad en las épocas del año en las que el campo exigía menos trabajo.
  • El éxodo rural: tuvo lugar entre finales del S. XIX y 1975. Con carácter definitivo o larga duración. Su motivación principal fue conseguir trabajo e ingresos más altos; mejor nivel sanitario, cultural y de ocio y mayor libertad personal. Los emigrantes procedían de zonas atrasadas de Galicia, el interior peninsular y Andalucia oriental. Se dirigieron primero a los núcleos industriales de Cataluña, el País Vasco y Madrid, y más tarde a las nuevas áreas industriales del Mediterráneo y el valle del Ebro y a las zonas turísticas de Levante, Baleares y Canarias.
    • Entre finales del S. XIX y 1930 el éxodo rural tuvo un volumen moderado. Su causa fue el exceso de mano de obra en el campo.
    • Entre 1931 y 1950 el éxodo rural se estancó debido a la Guerra Civil y a la posguerra, las ciudades sufrieron graves problemas de abastecimiento.
    • Entre 1951 y 1975 el éxodo rural alcanzó su mayor volumen. Las causas fueron: la crisis de la agricultura tradicional por la mecanización; el auge industrial promovido por los planes de desarrollo; y el boom del turismo que impulsó los servicios y la construcción. Predominó el éxodo rural directo hacia las grandes ciudades de las provincias más dinámicas, las provincias situadas en los ejes peninsulares del Ebro y del Mediterráneo y las islas Baleares y Canarias.
    • Desde 1975 el éxodo rural decayó. Con la crisis, las antiguas áreas inmigratorias industrializadas perdieron su atractivo y su saldo migratorio positivo se redujo o incluso se volvió negativo. Las antiguas áreas emigratorias redujeron sus salidas y su saldo migratorio negativo se redujo o incluso se volvió positivo por el retorno de los emigrantes. Ha contribuido a reducir el éxodo rural la tecnificación agraria.
    • En la actualidad el éxodo rural alcanza valores muy bajos. Los emigrantes se dirigen principalmente a los centros de actividad de su propia provincia.

Las consecuencias de las migraciones interiores tradicionales

  • En el plano demográfico, las migraciones explican los desequilibrios en la distribución de la población: vaciamiento del interior y altas densidades de la periferia y Madrid. Han influido en la estructura por sexo al elevar el índice de masculinidad de algunas áreas migratorias dificultando la formación de nuevas familias.

Las migraciones interiores actuales

Características

  • El volumen de la migración decreció entre 1975 y 1985. Desde entonces se recupera para alcanzar cifras muy elevadas.
  • Las motivaciones de la migración son muy variadas: laborales, residenciales, retorno al lugar de procedencia, estudio, ocio.
  • Los protagonistas de la emigración son también más diversos: en edad y en nivel de formación.
  • Las corrientes migratorias son pluridireccionales, con mayor diversidad de orígenes y de destinos.

Las corrientes migratorias interiores actuales

Los tipos de corrientes migratorias
  • Las migraciones laborales responden a motivaciones de trabajo y están protagonizadas por adultos jóvenes. Y se dirigen menos que antes a los centro dinámicos situados en grandes municipios urbanos de otras regiones y provincias; y más a municipios urbanos medianos o pequeños e incluso rurales.
  • Las migraciones residenciales están protagonizadas por jóvenes que buscan viviendas baratas y por adultos jóvenes de clase media o acomodada que desean residir en áreas con calidad medioambiental. Migraciones intraurbanas, entre la ciudad central y sus coronas periféricas.
  • Las migraciones de retorno suponen el regreso de población a las áreas emigratorias de procedencia. Entre 1975 y 1985 afectaron sobretodo a las personas mayores de 55 años, jubiladas o prejubiladas a raíz de la crisis económica y la reconversión industrial.
    Afectan más emigrantes plurianuales que en ñas épocas expansivas se trasladan a los centros más dinámicos y regresan en épocas de crisis.
  • Los movimientos habituales o pendulares son desplazamientos periódicos por motivo de trabajo, estudio y de ocio. El trabajo y el estudio ocasionan movimientos entre el lugar de residencia y el centro de trabajo o educativo. El más frecuente se da entre la periferia y el centro de las ciudades
Los cambios de los flujos de las corrientes migratorias
  • Las migraciones hacia las provincias de otras regiones pierden peso:
    • Tienen saldos positivos las provincias más dinámicas por si diversidad económica o por sis actividades terciarias avanzadas; y antiguas provincias emigratorias que lo han invertido, al recibir las actividades económicas y población desde grandes ciudades de provincias próximas.
    • Tienen saldos negativos algunas provincias tradicionalmente emigratorias por su reducida población, predominio de actividades tradicionales, situación periférica y problemas de accesibilidad; y algunas provincias tradicionalmente inmigratorias que lo han invertido al trasladar actividades económicas y población a provincias limítrofes.
    • Tienen saldos alternativamente positivos y negativos ñas provincias más afectadas por los cambios de coyuntura económica. Así, en épocas de crisis, pueden adoptar saldos positivos algunas provincias emigratorias por el retorno de los emigrantes; y saldos negativos algunas provincias inmigratorias muy afectadas por la crisis que los pierden.
  • Las migraciones entre municipios han cambiado: Los municipios urbanos pequeños y medianos e incluso municipios rurales presentan saldos internos positivos. Mientras que los grandes municipios urbanos y las capitales de provincia reducen su saldo positivo o adoptan saldo negativo. El motivo es la difusión de parte de sus actividades económicas y de su población hacia los municipios más baratos de su entorno.

Las consecuencias de las migraciones interiores actuales

  • Las migraciones laborales acrecientan los desequilibrios demográficos y los económicos entre las regiones.
  • Las migraciones residenciales intraurbanas causan el sobreenvejecimiento de las áreas urbanas centrales emisoras; e incrementan la población de las periferias receptoras, que exigen dotamiento de equipaciones y servicios.
  • Las migraciones de retorno de emigrantes provocan el sobreenvejecimiento en las zonas receptoras de jubilados y la creación de negocios o de actividades nuevas por los más jóvenes.
  • Los movimientos pendulares relacionados con el trabajo y el estudio ocasionan problemas de circulación en los accesos a las grandes ciudades en las horas punta.

Las migraciones exteriores

Son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país. Separadas por el año 1975: las tradicionales y las actuales.

Las migraciones exteriores tradicionales

En este periodo salió de España un elevado volumen de emigrantes con destino a ultramar y a Europa occidental.

La migración transoceánica tradicional

Se dirigió principalmente a América Latina. En muchos casos fue una emigración permanente y asistida.
  • La primera etapa de auge comprende desde mediados del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial.
    • Los países latinoamericanos necesitaban inmigrantes para poblarse, explotar sus recursos económicos, y construir grandes infraestructuras. Por tanto facilitaban la inmigración. Y llegaron a instalar en España a agentes reclutadores de emigrantes.
    • España limitó los obstáculos a la emigración, que se convirtió en una salida para el atraso agrario y el desempleo de las zonas minifundistas. También influyó el deseo de los jóvenes de evitar un servicio militar de tres años.
      La procedencia de la mayoría de emigrantes era atlántica: Galicia, Asturias y Canarias.
      Su destino principal se encontraba en las actividades agrarias de la Pampa Argentina, en las plantaciones de azúcar de Cuba y en el café de Brasil.
  • La emigración transoceánica decayó entre las dos guerras mundiales (1914-1945)
    • La inseguridad creada por la I Guerra Mundial. Tras ella la emigración se reanudó durante la década de 1920.
    • La Guerra civil española y la posguerra (1936-1945) dificultaron las salidas al exterior.
  • Entre 1945-1960, la migración transoceánica se recuperó.
    • La procedencia de los emigrantes continuó siendo principalmente gallega y canaria, la emigración asturiana decayó porque la nueva siderurgia ofrecía puestos de trabajo en la región
      Los destinos prioritarios se encontraban en la explotación del petroleo de Venezuela y en la industria de Brasil.

La emigración tradicional a Europa

  • Hasta mediados del S. XX fue una migración escasa y estacional. Estaba integrada por agricultores, obreros de la construcción y muchachas de servicio doméstico; y más tarde, por refugiados políticos de la Guerra Civil.
  • El periodo comprendido entre 1960 y 1973 fue el de mayor auge de la emigración a Europa, con un único descenso entre 1964 y 1968. Se trató en buena parte de una emigración permanente. Debido a:
    • Por parte europea, la rápida reconstrucción económica tras la II Guerra Mundial favoreció una amplia oferta de empleo que no podía cubrirse con los trabajadores propios, escasos por el débil crecimiento de la población europea entre 1930 y 1940, y por las muertes de la guerra.
    • Por parte española, la emigración se vio estimulada por el fuerte crecimiento demográfico; el excedente de población agraria a causa de la mecanización del campo; la insuficiencia de la industrialización para absorberla; el aumento del paro causado por el Plan de Estabilización; los elevados salarios europeos.
      La procedencia de los emigrantes se extendió a todas la regiones. Su destino prioritario fue Francia, Alemania y Suiza.
      El perfil de los emigrantes era el de adultos jóvenes, poco cualificados.
  • A partir de 1975, la emigración tradicional en Europa decayó.

Las consecuencias de las migraciones exteriores tradicionales

  • Las consecuencias demográficas de las migraciones se manifestaron en la disminución de la población española. Y también en su distribución.
  • Las consecuencias económicas de la emigración fueron por una parte positivas, pues aliviaron el fuerte crecimiento natural y el paro. Además, las divisas enviadas por los emigrantes contribuyeron a financiar el desarrollo económico español.

Las migraciones exteriores actuales y sus consecuencias

Desde 1975, la emigración exterior tiene un volumen reducido. No obstante la emigración se intensifica en épocas de crisis.
  • Entre 1975 y 2008 las salidas fueron escasas. Por la repercusión internacional de la crisis del petróleo y por la mejora del nivel de vida en España.
  • Desde 2008 la crisis económica ha incrementado la emigración exterior. Su perfil es el de jóvenes con buen nivel de cualificación en profesiones con demanda externa, muy afectadas por la crisis o por los recortes presupuestarios.

La inmigración extranjera

Las etapas

Desde 1995 España se ha convertido en un país de inmigración
  • La etapa 1995-2007 fue de elevado crecimiento de la inmigración.
    • Por parte española influyó la necesidad de mano de obra.
      Trabajadores y jóvenes: La proximidad de España a África la convierte en la puerta de entrada de inmigrantes africanos a Europa; los lazos histórico-culturales con América Latina atraen a personas de esta procedencia.
      Jubilados, descanso y ocio: La bondad del clima mediterráneo atrae a personas del centro y el norte de Europa.
  • Desde 2008, la crisis económica ha provocado la disminución de las entradas extranjeras y ha ocasionado retorno de inmigrantes a sus países de origen. La causa principal ha sido el desempleo, que ha incidido más duramente en este colectivo, que además en muchos casos no ha cotizado el tiempo suficiente para tener derecho al subsidio de desempleo y carece en España de una red familiar para prestarles apoyo.

Las características de la población inmigrante

  • Según su situación, se diferencian los extranjeros nacionalizados tras varios años de permanencia en el país, que pasan a ser españoles de pleno derecho, los inmigrantes con permiso de residencia que mantienen su nacionalidad de origen y los que no tienen permiso de residencia.
  • El perfil de los inmigrantes:
    • Inmigrantes europeos: Son jubilados con nivel de vida medio-alto, sobretodo británicos y alemanes. O adultos atraídos por las posibilidades de negocio o de conseguir mejores trabajos, como los rumanos, los búlgaros, los polacos y los portugueses.
    • Los inmigrantes extracomunitarios: proceden de África, Iberoamérica y Asia. Son jóvenes que acuden a España por motivos económicos o políticos. Realizan trabajos de baja cualificación en los servicios, la construcción, la agricultura, la minería y la pesca.
  • El destino principal de los inmigrantes son las comunidades con grandes centros urbanos y de servicios.

Las consecuencias de la inmigración

Consecuencias económicas

  • La inmigración aporta población activa, que desempeña las tareas más duras y peor remuneradas; contribuye al crecimiento del PIB, aporta más dinero a las arcas públicas del que consume en educación y sanidad; y alivia la carga del elevado gasto en pensiones.
    La población activa inmigrante era mayoritariamente adulta-joven, entre los 16 y 35 años.
    En la actualidad predominen los adultos-maduros entre 35 y 64 años, debido al envejecimiento de los ya instalados y a la emigración de los más jóvenes debido a ñas crisis económica.
  • La inmigración se relaciona con algunos problemas, dado que la disponibilidad de mano de obra retrasa la modernización de ciertos sectores; la presión a la baja sobre los salarios; y el aumento del déficit exterior debido a las remesas enviadas por los inmigrantes a sus países de origen.

Consecuencias sociales

  • Han surgido actitudes xenófobas o racistas entre algunos sectores que consideran la inmigración como una “invasión” que compite por el empleo, consume recursos sociales en perjuicio del bienestar de la población española y amenaza la identidad nacional.
  • Muchos inmigrantes sufren duras condiciones laborales -bajos salarios, largas jornadas, ausencia de seguros-
  • Las dificultades de integración, por las diferencias culturales.


El crecimiento real de la población

El crecimiento real de la población resulta de sumar el crecimiento natural o vegetativo y el saldo migratorio.
CR=CN (nacimientos-defunciones) + SM (inmigrantes-emigrantes)
  • Entre mediados del siglo XIX y principios del XX, el incremento fue bajo. Escaso CN propio del régimen demográfico antiguo y de la emigración de ultramar.
  • En el periodo 1900-1980, el crecimiento fue elevado. Alto CN propio de la transición demográfica. El CR hubiera sido mayor de no haber sido por la mortalidad catastrófica de la gripe de 1918; de la guerra de Marruecos; de la Guerra Civil; y la emigración a ultramar y a Europa.
  • Entre 1980 y 200 e aumento de la población fue muy bajo. Escaso CN del régimen demográfico actual. Y por el aumento de la inmigración extranjera desde 1995. Sin embargo este retroceso hubiera sido mayor de no haberse visto compensado por el retorno de los emigrantes.
  • Desde 200 a 2008 el crecimiento de la población se aceleró
  • Desde 2008 la población detiene su crecimiento y decrece debido a la crisis económica.

La estructura de la población española

La estructura por sexo y edad

La estructura por sexo

La estructura por sexo es la relación entre el número de hombre y mujeres que componen la población. Esta relación se mide entre tasas de masculinidad o de feminidad.
Los factores que influyen en la estructura por sexo son el nacimiento siempre de un mayor número de niños, la mayor esperanza de vida de las mujeres y las migraciones.
En España hay 96,5 hombres por cada 100 mujeres; pero la proporción entre los sexos varía según los grupos de edad. Entre los jóvenes predominan los hombre. En la edad adulta, las diferencias entre los sexos se acortan por la sobremortalidad masculina. Y en las edades ancianas predominan las mujeres gracias a su mayor esperanza de vida.

La estructura por edad: la población envejecida

La estructura por edad es la composición de la población por grupos de edad: jóvenes (0-14 años); adultos (15-64 años) y ancianos (+65). Una población se considera joven cuando el porcentaje de jóvenes supera el 35% y envejecida si el porcentaje de ancianos supera el 12%
Los factores que influyen en la estructura por edad son la natalidad, la esperanza de vida y las migraciones.
  • Las causas del envejecimiento:
    • El fuerte descenso de la natalidad desde 1975
    • El aumento de la esperanza de vida, que ha incrementado el número de ancianos.
    • La emigración en épocas pasadas, que no se ha visto compensada por la inmigración extranjeras.
    • Desde la crisis del 2008, el repunte de la emigración y el descenso de la inmigración, que afectan a los jóvenes.
  • Las diferencias territoriales en cuanto a envejecimiento arrojan fuertes contrastes entre el campo y las ciudades y entre comunidades autónomas.
    • Las comunidades con mayor porcentaje relativo de jóvenes son las que poseen tasa de natalidad superior a la media y esperanza de vida menor; o las que por su dinamismo económico han recibido un alto volumen de inmigrantes.
    • Las comunidades más envejecidas son las que cuentan con tasas de mortalidad muy bajas derivadas de la emigración de épocas pasadas; las que han recibido menor volumen de inmigrantes; o han sufrido un prolongado efecto de la crisis económica de 1975.
  • Las consecuencias del envejecimiento:
    • Demográficas: descenso de la natalidad y aumento de la mortalidad.
    • Económicas: El envejecimiento reduce la población activa y la capacidad de innovación, incrementa el gasto de pensiones, y aumenta el gasto sanitario.
    • Sociales: Aumenta la dependencia de los ancianos, supone el riesgo de exclusión.

Las estructura económica de la población

La estructura económica de la población estudia la población activa.

La población activa

La población activa es el conjunto de personas entre 16 y más que suministra mano de obra para la producción de bienes y servicios o que están disponibles y hacen gestiones para incorporarse a esta producción. Por tanto se incluye a la población activa ocupada y población activa desocupada.
La población inactiva es la que no realiza un trabajo remunerado ni se encuentra disponible para desempeñarlo, como pensionistas, rentistas, estudiantes y amas de casa.

La tasa de actividad

Los factores que influyen en la tasa de actividad son demográficos, como el porcentaje de jóvenes y de ancianos, y el predominio de la emigración o la inmigración. La duración de la escolarización y la edad de la jubilación
  • La evolución
    • Entre 1900-1985 la tasa de actividad descendió por varias razones. La emigración al exterior. Aumentó la tasa de dependencia de los ancianos y la de los jóvenes. Y las crisis económicas desanimaron a los activos “ocultos” a buscar trabajo.
    • Desde 1985 a 2008 la tasa de actividad creció. La implantación de la EPA amplió la población activa. La expansión económica 1995-2008 animó a los activos ocultos a incorporarse al mercado laboral y provocó un aumento de la inmigración. Y las mujeres se incorporan al mercado laboral de forma creciente.
    • Desde la crisis económica de 2008, la tasa de actividad se encuentra estabilizada. Al decrecer entre los hombres y aumentar ligeramente entre las mujeres.
  • La tasa de actividad varía según sexo, edad y territorio:
    • En función del sexo, la tasa de actividad masculina sigue siendo superior a la femenina.
    • En función de la edad, las mayores tasa de actividad se dan, en los varones entre los 35-39 años. Y para las mujeres entre los 30-34 años
    • En función del territorio, tienen tasas de actividad más altas las comunidades que ofrecen más posibilidades de empleo en el sector terciario (Madrid, costa mediterránea y archipiélagos). En cambio tiene tasa bajas las comunidades con menor dinamismo económico y mayor envejecimiento.

La tasa de paro

Los factores: Demográficos: el volumen de la población activa. Económicos: las coyunturas de expansión o de crisis, la estructura económica del empleo, nivel de productividad. Sociales: flexibilidad laboral y para el despido.
  • La evolución:
    • Entre 1900 y 1975 el paro no fue un problema grave, pues la presión demográfica se resolvía mediante la emigración exterior y la escasa incorporación de la mujer al trabajo. Además del abundante subempleo.
    • Entre 1975 y 1985 el paro experimentó un gran aumento por la destrucción de empleo causada por la crisis y la reconversión industrial, unido a la mayor demanda laboral por parte de los emigrantes retornados, las mujeres y una población joven más numerosa, la generación del <<baby boom>>
    • Desde 1995 a 2008 la tasa de paro descendió debido a la favorable coyuntura económica.
    • En la actualidad las cifras de paro se deben principalmente al aumento de la productividad, que reduce la necesidad de mano de obra; y a la crisis económica de 2008. Han tenido elevado peso los sectores más golpeados por la crisis internacional -la construcción y los servicios de baja cualificación-.
  • La tasa de paro presenta variaciones.
    • Según el sexo, es mayor el paro femenino, por la persistencia de discriminación, su mayor ocupación parcial y en sectores no cualificados o afectados por recortes.
    • Según la edad, es mayor el desempleo juvenil y entre mayores de 50 años.
    • Según el nivel de formación, el paro aumenta cuando disminuye la cualificación al ser mayor la competencia por los puestos de trabajo.
    • Según las épocas del año, el paro sube en invierno, al finalizar la recogida de las cosechas y la temporada turística.
    • Y según los territorios correspondían tradicionalmente a las comunidades con menos dinamismo económico o mayor peso de la población joven. Desde la crisis de 2008 se suman las comunidades litorales. Las tasas de paro son más bajas en las comunidades con economías más diversificadas y de mayor componente tecnológico o con bajas tasas de actividad por envejecimiento.

Los sectores económicos

  • A principios del S. XX el sector primario ocupaba la mayoría de la población, dado que la economía y la sociedad eran agrarias. Era escasa la ocupación en el sector secundario por el insuficiente desarrollo industrial y en el terciario por el bajo nivel de vida.
  • En el primer tercio del S. XX el Sector Primario descendió al iniciarse el éxodo rural. Creció la ocupación en el Sector Secundario con el impulso de la industria y en el Sector Terciario al mejorar el nivel de vida.
  • Durante la Guerra civil y las posguerra se recuperó la ocupación del SP. La ocupación el SS se frenó durante la guerra por la destrucción de las industrias y creció lentamente en la posguerra. La ocupación del ST también retrocedió por la destrucción de servicios y el descenso del nivel de vida.
  • Entre 1960 y 1975 se aceleró la reducción de la ocupación en el SP al intensificarse el éxodo rural. La ocupación en el SS creció gracias al impulso de la industria por los planes de desarrollo y al aumento de la construcción en las ciudades industriales y en las áreas turísticas. Y la ocupación en el ST también aumentó con el crecimiento de los servicios impulsados por la industria, el turismo y el aumento del nivel de vida.
  • Desde 1975 hasta la actualidad:
    • La ocupación del SP ha desacelerado su descenso por la detención del éxodo rural.
    • La ocupación del SS ha disminuido. La industria se vio muy afectada por la crisis de 1975.
    • La ocupación del ST ha crecido gracias al aumento del nivel de vida, que exige servicios cada vez más numerosos y especializados. Los cambios sociales impulsan los servicios relacionados con el envejecimiento. En la actualidad la ocupación en este sector es mayoritaria.