domingo, 4 de junio de 2017

Estudio Luces de Bohemia

LUCES DE BOHEMIA

La propia realidad

Max Estrella está inspirado en Alejandro Sawa que fue un poeta y prosista, que trabó amistad con Rubén Darío y el propio Valle-Inclán y murió en 1909 ciego, loco y pobre.
La realidad misma de la obra es una constante conseguida por el autor mediante tres mecanismos diferentes: Aparición de personajes reales (Rubén Darío); Alusiones a personalidades de la vida española; Alusiones a circunstancias históricas del periodo que va de 1898 a 1920.

La deformación de la realidad

La razón del uso permanente de la propia realidad como fuente literaria reside en la intención de Valle-Inclán de ofrecernos “una visión sistemática deformada de la vida española”. Ese es el principio estético. Existe una importante tradición artística de la degradación de las realidad.

Literaturización

El texto está repleto de referencias literarias. Son, junto con la propia realidad, el punto de partida de la obra. Aparecen personajes reales relacionados con el mundo literario: Rubén Darío, Dorio de Gádex y el propio Alejandro Sawa escondido tras el nombre del protagonista. El autor emplea frases de obras clásicas conocidas. También aparecen recreaciones de situaciones dramáticas de obras clásicas. La estética de la deformación, como ya hemos visto, tiene unos antecedentes literarios en Quevedo.
El lenguaje que emplea es característico de los sainetes de ambiente madrileño. Existen referencias, similitudes entre Luces de bohemia y algunas obras clásicas.
Con todos los elementos expuestos, Valle-Inclán construye su obra y, ciertamente, la dota de una gran originalidad al pretender ofrecernos un gran retrato de la sociedad española de principios de siglo mediante la aplicación de su estética deformada, una deformación que es aplicada a todos los aspectos de la vida y a todos los niveles sociales.

El género de Luces de bohemia

Luces de bohemia adquiere forma de texto dramático, pero algunos datos nos hacen pensar que cuando fue escrita Valle-Inclán no pensaba seriamente en la posibilidad de su representación.
Por la multiplicidad de espacios dramáticos. Las acotaciones que introduce no tienen una funcionalidad exclusivamente dramática, Valle parece comportarse más como un narrador.
A pesar de todo Luces de bohemia sí es teatro, pero el concepto teatral de Valle es demasiado “moderno”. Valle-Inclán anticipa lo que en la segunda mitad del s. XX se ha llamado “teatro en libertad”.
Una vez establecido que estamos hablando de puro teatro se nos plantea el problema de la clasificación de la obra dentro de un determinado género dramático. En el texto podemos encontrar rasgos que nos permiten la inclusión de la obra dentro de diferentes tipos.

Luces de bohemia como tragedia

Final trágico, la muerte del protagonista; Era característico de la tragedia el que sus personajes principales pertenecieran a las clases nobles, Max Estrella pertenece a la aristocracia intelectual; El lenguaje en muchos momentos de la obra alcanza altas cotas de dificultad, trabajo y selección.

Luces de bohemia no es tragedia

Junto a la lengua culta encontramos lenguaje coloquial e, incluso, vulgar; Frente a la nobleza intelectual de Max hayamos en la obra una mayoría de personajes que pertenecen a las clases bajas, tanto socialmente hablando como intelectual y moralmente; Aunque hay personajes trágicos en la obra, también abundan los cómicos y humorísticos.
Como conclusión, hemos de determinar que nos es imposible incluir la obra dentro de alguno de los géneros teatrales clásicos. La razón de esta dificultad nos la da el propio autor en la escena XII: “Max- ¡El esperpento!”.
Para Valle el esperpento no es un género dramático, sino una forma de ver el mundo. Las tres formas de ver el mundo: 1 De Rodillas- La realidad aparece enaltecida y los personajes se ven como héroes superiores. Esta es la forma que adopta la épica y la tragedia clásica. 2 En pie- Los personajes se nos presentan como nuestros hermanos. Es la forma, por ejemplo, de Shakespeare. 3 Levantado en el aire- Los personajes se ven como peleles o fantoches. Esta es la propia del esperpento.
El esperpento consiste en la deformación, en la degradación de la imagen que tenemos de la realidad con el objetivo de mostrarnos su verdadero rostro: lo grotesco y absurdo de la vida, de la vida española contemporánea, concretamente.
Para conseguir la deformación y la degradación, Valle emplea un conjunto de técnicas: Distorsión de la realidad, conseguida por dos procedimientos contrarios: el enaltecimiento que encierra una amarga ironía o bien la degradación; La humanización de los animales que nos los presentan como seres humanos o compartiendo la vida con los seres humanos; La animalización de los hombres; Cosificación de los hombres, al presentarnos a algunos personajes en función de objetos despersonalizándolos y degradándolos; Muñequización: deformación de los personajes, que nos son presentados como muñecos, títeres o fantoches; Literaturización, consiste en el uso de material procedente de otras obras propias o no, o bien de personajes extraídos del mundillo de la literatura; El lenguaje también se deforma y retuerce en la obra, mezclando constantemente lo culto y lo popular, los diferentes registros de lengua, usándolo como un mecanismo que identifica y caracteriza a algunos personajes.

Los temas

El argumento de Luces de Bohemia consiste en la dramatización de la última noche de la vida de Máximo Estrella. A partir de esta anécdota Valle nos quiere dar una imagen de la España de su tiempo, dominada por la miseria, la locura y la violencia.
Una amarga reflexión sobre la sociedad española de su tiempo. La crítica de Valle no se dirige contra individuos, clases o colectivos concretos, sino que es una queja total contra toda la vida nacional. En la obra aparecen criticados y esperpentizados grupos sociales de distinta índole.
En este panorama social tan terrible hay algunos personajes que destacan por su humanidad y por su heroísmo en el vivir.

Tiempo y espacio

Tiempo dramáticos

El tiempo dramático es de 24 horas, desde el atardecer del primer día hasta el anochecer del día siguiente. Hay una linealidad temporal. Se producen diferentes elipsis en la obra entre las distintas escenas.

Tiempo histórico

En la obra se acumulan hechos y referencias históricas y literarias en un confuso anacronismo. Esta acumulación de hechos temporalmente anacrónicos sirve a Valle para producir el efecto deformador que pretende.

El espacio

Frente a la condensación temporal de la obra, Valle-Inclán sitúa el argumento en una multiplicidad de espacios. Son espacios reales que Valle deformará por medio de las acotaciones para que se carguen de significación “esperpéntica”

Los personajes

Estos personajes proceden de todas las clases sociales, culturales o morales, pero todos ellos presentan dos rasgos comunes: Participan en el mismo desfile de gentes sin suerte, sin alientes ni futuro; Son presentados por Valle de forma esperpéntica, aplicándoles las técnicas de deformación, unos pocos escapan a la caracterización deformada para adquirir una importante talla humana.

Latino de Hispalis

Es un personaje caricaturesco. Su condición humana está dominada por la inmoralidad, la adulación, el parasitismo y la estafa.
Latino es la cara oscura de Max, el punto de vista anclado en la realidad mezquina y miserable de la España del momento.

Max Estrella

Valle construye a su protagonista dotándole de una gran complejidad, hasta el punto de ser, a veces, contradictorio. Posee una noble grandeza, así lo describe en las acotaciones. Esta grandeza viene apoyada por su ceguera.
Tiene conciencia crítica ante la injusticia social y solidaridad con los humildes y oprimidos. Este es un aspecto muy contradictorio de su personalidad.

Personaje colectivo

Las víctimas. Personajes en los que se mezcla la ternura y la sátira. Los degradados.

Lengua y estilo

La lengua de los diálogos

Gitanismos. Cultismos y retoricismos, que son herencia del modernismo canónico, y que le sirven para hacer parodia del lenguaje pedante. Empleo de “muletillas” que sirven para identificar a los personajes.

La lengua de las acotaciones

Rimas internas. Plurimembraciones y enumeraciones. Sinestesias. Comparaciones, metáforas y metonimias. Uso de imágenes plásticas sorprendentes. Sintaxis muy quebrada.




sábado, 3 de junio de 2017

Bloques 1-4 estándares evaluables historia de España.

Explica las diferencias entre la economía y la organización del Paleolítico y el Neolítico, y las causas del cambio.

El paleolítico es la primera etapa de la Prehistoria, y la más larga, caracterizada por una economía depredadora (caza y recolección), el nomadismo y una tecnología basada en la piedra. Hubo un periodo de transición del paleolítico al neolítico, llamado mesolítico, coincide con el inicio de la fase climática actual. Se caracterizó por la pervivencia de la economía de caza y recolección, pero en un escenario de creciente presión demográfica.
El neolítico es una etapa de la Prehistoria caracterizada por la adopción de una economía basada en la agricultura y la domesticación de animales, el sedentarismo de los grupos humanos y avances tecnológicos como la cerámica y el pulimentado de la piedra.

Explica el diferente nivel de desarrollo de las áreas celta e ibérica en vísperas de la conquista romana en relación con la influencia recibida de los indoeuropeos, el reino de Tartesos y los colonizadores fenicios y griegos.

Los indoeuropeos, entre ellos los celtas, que habían penetrado la Península a través de los Pirineos se asentaron principalmente en el centro, el oeste y el norte peninsular. También se puede incluir dentro del área celta a los llamados celtíberos (zona centro-oriental de la Meseta y el valle medio del Ebro) pueblos indígenas que se habían fusionado con los invasores celtas y asumido su cultura. Estaba menos evolucionada que el área ibérica, pero era muy heterogénea: los pueblos del centro y el oeste estaban tanto más desarrollados cuanto más próximos de los pueblos ibéricos; en cambio, los pueblos del norte presentaban el nivel más bajo de desarrollo por su aislamiento geográfico. Su economía se basaba en una agricultura o ganadería en general poco evolucionadas, el comercio era escaso y sin moneda, y el pillaje sobre los pueblos vecinos constituía una práctica frecuente. Sus estructuras sociales eran primitivas (clanes y linajes). Y su organización política era de tipo pre-estatal, propia de bandas y aldeas.
Al área ibérica pertenecía el sur y el levante peninsular en vísperas de la conquista romana. Los íberos eran descendientes de los indígenas prehistóricos y, al contacto con los colonizadores griegos y fenicios, habían recibido su influencia civilizadora. Su economía era rica, con un activo comercio y uso frecuente de la moneda. Tenían una estructura social evolucionada, con grupos diferenciados por su poder o riqueza. Y su organización política era de tipo estatal, según el modelo griego o fenicio de la ciudad-estado.

Define el concepto de romanización y describe los medios empleados para llevarla acabo.

Por romanización se entiende la adopción, por parte de los pueblos conquistados, de la lengua, la cultura, las formas de organización y los modelos de vida romanos. Uno de los resultados más evidentes y perdurables fue la extensión del latín.
Medios: La extensión de la vida urbana, los romanos aprovecharon la amplia red de ciudades preexistentes y se limitaron a transformar sus órganos de gobierno autónomos en órganos dependientes de la administración general romana; El papel del ejército, fue muy importante. Se reclutaron tropas auxiliares entre los pueblos indígenas, lo que facilitaba su contacto con los romanos. Además los soldados reclutados podían obtener el privilegio de la ciudadanía romana; La fundación de colonias. El asentamiento de ciudadanos no romanos en colonias de nueva creación o en tierras confiscadas a los indígenas; La concesión de la ciudadanía romana a los indígenas, esto suponía gozar de numerosos derechos y privilegios.

Resume las características de la monarquía visigoda y explica por qué alcanzó tanto poder la Iglesia y la nobleza.

El vacío de poder dejado en Hispania por la caída del Imperio romano fue cubierto por la monarquía visigoda. La monarquía visigoda no era hereditaria sino electiva y la designación del rey dependía de los magnates de la nobleza y la Iglesia. Este carácter electivo explica la inestabilidad política. Las competencias del rey eran amplias, aunque en la práctica estaban muy limitadas por el poder de la nobleza y la Iglesia. Para la labor del gobierno el monarca se servía fundamentalmente de dos instituciones: El Officium Palatinum era una de las principales políticas de la monarquía visigoda. Lo integraban los magnates de mayor confianza del rey, que le auxiliaban en las tareas de gobierno y en las domésticas de palacio. Y el Aula Regia que era una asamblea de carácter consultivo, heredera del tradicional Senado o Consejo de ancianos visigodo e integrada por todos los miembros del Officium Palatinum y otros magnates, que asesoraban al rey en asuntos políticos y militares y en la elaboración de las leyes.
La monarquía visigoda propició el surgimiento de una poderosa nobleza territorial. Los reyes se rodearon de gardingos o guerreros filies a su persona, a los que mantenían en palacio. Esos gardingos, convertidos ya en nobleza territorial latifundista, se rodearon, a su vez, de hombres fieles, conocidos como bucelarios.
Por otra parte, la Iglesia católica, desde su legalización por Constantino había acumulado un gran patrimonio territorial y, tras el III Concilio de Toledo, en el que Recaredo abrazó la religión católica, había adquirido una gran influencia política.

Explica las causas de la invasión musulmana y de su rápida ocupación de la península.

La presencia de los musulmanes en la península ibérica se debió a: la crisis interna de la monarquía visigoda y el movimiento expansivo del Islam. El enfrentamiento decisivo se produjo en la batalla de Guadalete. En poco tiempo se consumó la conquista de toda la Península. Un factor importante de la rápida expansión de los musulmanes fue su tolerancia y respeto hacia los cristianos y judíos, a los que consideraban sus protegidos por ser también gentes del Libro.

Explica la evolución política de Al Ándalus.

Siglos VIII-X: primacía y esplendor. El valiato o emirato dependiente. Durante este periodo de asentamiento inicial, la península ibérica fue una provincia más del califato de Damasco, gobernada por un valí o emir que actuaba como delegado del califa. Fueron años de gran inestabilidad política.
El emirato independiente. En el año 750 se desencadenó en Oriente Medio una sublevación encabezada por grupos persas, que expulsaron al califa de Damasco. Con un nuevo califa, Abul-Abbas, se inició una nueva dinastía. Se puede considerar al emirato independiente como una etapa de consolidación y reorganización del poder musulmán en Al Ándalus.
El califato de Córdoba. Abd al-Rahman dio el paso definitivo para la independencia de Al Ándalus al autoproclamarse califa independiente en el ámbito político y espiritual.
Siglos XI-XIII: disgregación política y pérdidas territoriales. Los reinos de taifas. Desde comienzos del S. XI, algunos territorios habían comenzado ya a independizarse del califato, aprovechando su crisis y debilidad. Finalmente, en el año 1031 una rebelión en Córdoba depuso al califa Hisham III, y en él desapareció el último símbolo de la unidad de Al Ándalus, que se fragmentó en una multiplicidad de reinos de taifas.
La unificación almorávide. Tras la conquista cristiana de Toledo reclamaron el apoyo de los almorávides. Pero el poder de los almorávides no llegó a consolidarse del todo y la unificación de Al Ándalus bajo su mando tuvo una breve duración.
La unificación almohade. Los almohades fueron los protagonistas de un segundo intento de reunificación de las taifas de Al Ándalus. La completa unificación se alcanzó en 1172 y Sevilla se convirtió en capital del imperio almohade hispano.
Siglos XIV-XV: el repliegue definitivo. El reino nazarí de Granada fue fundado por Muhammad I, del linaje árabe de los Nasrí o Nazaríes, que se rebeló contra los almohades. Finalmente los Reyes Católicos emprendieron una guerra de conquista de diez años de duración, que concluyó con la incorporación definitiva del reino de Granada a la Corona de Castilla.

Resume los cambios económicos, sociales y culturales introducidos por los musulmanes en Al Ándalus.

Mejoraron la agricultura, perfeccionaron las técnicas de regadío y se introdujeron nuevos cultivos. Con los musulmanes las ciudades se revitalizaron y desempeñaron un papel económico fundamental, como grandes centros de consumo que estimulaban la producción industrial y el comercio.
La artesanía alcanzó un gran desarrollo ante la creciente demanda de una población urbana refinada y con alto poder adquisitivo.
Al Ándalus se integró sobre todo en el amplio circuito económico del mundo islámico, beneficiándose de su intensa actividad y riqueza.
La estructura social de Al Ándalus estaba determinada por criterios religiosos, que establecían una división básica entre dos grandes categorías: musulmanes y no musulmanes. Existían notables diferencias sociales según el origen étnico, la riqueza o el poder. Entre los musulmanes estaban: La aristocracia árabe, a la que se añadieron los árabes sirios; los bereberes así denominados por haber sido convertidos al Islam, representaban un rango inferior; y los muladíes, eran los hispanos convertidos al Islam. Las minorías no musulmanas: los judíos que gozaron bajo el Islam de una política de tolerancia y los mozárabes, o cristianos residentes en territorio musulmán.
Al Ándalus fue la vía de transmisión a Occidente de la ciencia griega y de gran pare de la India, que habían sido recuperadas y desarrolladas por los árabes. Al Ándalus conoció un esplendor cultural en consonancia con el político y económico. El clima de libertad intelectual, propiciado por califas convirtió a Córdoba en un centro cultural de primer orden. Los almorávides y almohades, en cambio, con su rigorismo e intolerancia religiosa impusieron una seria limitación al pensamiento.

Explica el origen de las Cortes en los reinos cristianos y sus principales funciones.

Las Cortes era una institución creada a finales del S. XII en el reino de León y a lo largo del S. XIII en los demás reinos cristianos. Era un órgano convocado por el monarca y compuesto de tres brazos (en representación de la nobleza, el clero y las ciudades), que deliberaban por separado y emitían un único voto por brazo. Aunque existían diferencias entre unos reinos y otros, parece que en todos los territorios las funciones de las Cortes eran especialmente dos: atender las consultas del rey en asuntos de especial importancia y, sobre todo, votar los subsidios o impuestos de carácter extraordinario.

Compara la organización política de la Corona de Castilla, la Corona de Aragón y el Reino de Navarra al final de la Edad Media.

La Corona de Castilla defendía la supremacía absoluta del rey, cuyo poder se consideraba de origen divino. Se fue imponiendo en Castilla la doctrina del rey como soberano de súbditos, según la cual el reino debía estar subordinado a la autoridad ilimitada e independencia del monarca, que solo era responsable de sus actos ante Dios. Las instituciones: El Consejo Real, un organismo de carácter técnico integrado en su mayor parte por legistas que asesoraban al rey en todo tipo de decisiones; Las Cortes; La Audiencia, órgano supremo de la justicia, solo supeditado por el rey.
La Corona de Aragón era una confederación de territorios, cada uno de ellos con leyes e instituciones propias. En cuanto al concepto de monarquía, la relación entre gobernante y gobernados se mantuvo dentro del concepto feudal de pacto entre el señor y sus vasallos. Las instituciones: Los virreyes, eran la autoridad real en los territorios en que no residía el monarca; Las Cortes, que defendían los intereses específicos de los grupos sociales dirigentes de sus respectivos reinos; Las Diputaciones, cuando las Cortes concedían algún subsidio al monarca, se creaba una comisión para organizar y controlar su recaudación y una vez concluida su labor se disolvía; La Justicia de Aragón, lo desempeñaba un miembro de la nobleza designado por las Cortes y su función primordial consistía en la interpretación y defensa de los fueros propios de Aragón.
En Navarra prevaleció la doctrina pactista, y las prerrogativas de las Cortes impidieron el fortalecimiento del poder de la monarquía. Instituciones: El Consejo Real, que era el órgano asesor del rey; Las Cortes, ante las cuales el rey debía jurar los fueros del reino; La Diputación de los Tres Estados, creada para gestionar la recaudación de los subsidios votados en las Cortes.

Comenta el ámbito territorial y características de cada sistema de repoblación, así como sus causas y consecuencias.

La repoblación por presura. Se aplicó en las tierras situadas al norte del Duero y en el Piedemonte pirenaico. Esta primera fase repobladora fue impulsada por la presión demográfica existente en los reducidos núcleos cristianos iniciales, y tuvo a su favor que los territorios ocupados estaban prácticamente despoblados, por lo que no requerían una conquista previa. El sistema de presura consistía en la simple ocupación de tierras sin dueño.
La repoblación concejil. Se aplicó a las tierras situadas entre el Duero y los Montes de Toledo, en el sector occidental, y en el valle del Ebro, en el oriental. El territorio era dividido en concejos con grandes términos o alfoces, regidos por una ciudad o villa cabecera, en la que se instalaba un representante del rey y un grupo de caballeros para su defensa. Una vez constituido el concejo, el rey otorgaba un Fuero, Carta de población o Carta Puebla.
La repoblación de las Órdenes Militares. Las zonas afectadas por esta repoblación fueron el valle del Guadiana, en el sector occidental y la provincia de Teruel y el norte de Castellón, en el oriental. Se trataba de zonas extensas y poco pobladas, en cuya conquista habían destacado las Órdenes Militares. Estas recibieron grandes extensiones de tierra que dividieron en encomiendas, al frente de las cuales situaban a un caballero de la Orden con cargo de comendador.
La repoblación por repartimientos. Se aplicó al valle del Guadalquivir y al litoral levantino de Castellón a Murcia, últimas zonas reconquistadas. Tras la ocupación de una ciudad con sus territorios circundantes, los oficiales reales hacían inventario de los bienes obtenidos y los repartían entre quienes habían participado en la conquista, dividiéndose en lotes.

Explica el origen y características del régimen señorial y la sociedad estamental en el ámbito cristiano.

Los señoríos eran territorios concedidos por el rey a un particular o una institución. A partir del s. XII y de forma progresiva, los monarcas empezaron a otorgar a los beneficiarios de estas donaciones el privilegio de la inmunidad. De este modo, tales lugares se convirtieron en señoríos jurisdiccionales y sus pobladores en vasallos del nuevo señor. Régimen señorial: En el plano jurídico, implicaba un traspaso de competencias del rey a los titulares del señorío; En el plano político, el poder efectivo del monarca se limitaba a las tierras de realengo, es decir, las que estaban bajo su dominio directo.
La sociedad estamental. Definida por la función esencial que cada estamento desempeñaba para el conjunto de la comunidad: la nobleza, cuyo cometido era la defensa de la comunidad; el clero, encargado de rezar y velar por la salvación de las almas; y el estado llano, al que correspondía trabajar para el mantenimiento de todos. Características generales: La división social era rígida; Cada estamento se regía por normas diferentes; La movilidad vertical era muy escasa; El único estamento abierto era el clero.

Define el concepto de “unión dinástica” aplicado a Castilla y Aragón en tiempos de los Reyes Católicos y describe las características del nuevo Estado.

A comienzos de 1479 Juan II de Aragón había muerto y le había sucedido en el trono su hijo Fernando II, esposo de Isabel I de Castilla desde 1469. De este modo, las dos grandes coronas hispanas quedaron unidas por el matrimonio de sus respectivos reyes. Sin embargo, aunque Isabel y Fernando, después conocidos como los Reyes Católicos, decidieron gobernar conjuntamente en todos sus territorios, según lo establecido entre ellos en la Concordia de Segovia tras proclamarse reina Isabel, la unión de Castilla y Aragón fue meramente dinástica, ya que cada reino conservó sus propias leyes e instituciones.

Explica las causas y consecuencias de los hechos más relevantes de 1492.

La guerra de Granada (1482-1492): El final de la reconquista. La toma de Zahara por Granada en 1481 desencadenó la guerra que se prologó durante diez años. En ella resultó fundamental el papel desempeñado por la Santa Hermandad, que aportó hombres y una gran cantidad de dinero. Finalmente el emir Boabdil negoció en secreto la rendición y unas generosas capitulaciones. Así, el 2 de enero de 1492 los Reyes Católicos tomaron posesión de la Alhambra y culminaron definitivamente la Reconquista.
El proyecto de Colón y el descubrimiento de América (1492). En primer lugar expuso su proyecto a los portugueses en 1484, que lo rechazaron. Tras este intento fallido, se dirigió a Castilla, donde buscó el apoyo de personas influyentes para que persuadieran a los Reyes Católicos. Los Reyes Católicos firmaron con Colón las Capitulaciones de Santa Fe. Finalmente, Colón partió del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 y el 12 de octubre arribó a las Antillas.
La expulsión de los judíos (1492). La inquisición solo perseguía las desviaciones dentro del cristianismo, pero no podían actuar contra los judíos. Sin embargo, el 31 de marzo de 1492 los Reyes Católicos decretaron que los judíos debían convertirse al cristianismo o abandonar España en el plazo de cuatro meses. Esto tuvo consecuencias negativas: Una pérdida cuantitativa de la población: una gran pérdida cualitativa; además, se generó entre la población una mentalidad antiburguesa.

Compara los imperios territoriales de Carlos I y el de Felipe II, y explica los diferentes problemas que acarrearon.

Carlos I recibió una gran herencia territorial: Por parte de los Reyes Católicos heredó la Corona de Castilla y la Corona de Aragón; Por parte de María de Borgoña heredó los países bajos y el Franco Candado; Y desde 1519, a la muerte del emperador alemán Maximiliano I, de la dinastía de los Habsburgo, recibió sus territorios patrimoniales de Austria, que formaban parte del Sacro Imperio Romano Germánico.
Carlos I se había educado en Flandes y su lengua natal era el francés, vino a España rodeado de consejeros flamencos y empezó a conceder altos cargos a extranjeros. Además concentró su interés en ser elegido emperador de Alemania y se desentendió en gran medida de sus dominios españoles. Todo ello provocó en Castilla un movimiento de abierta hostilidad hacia el nuevo rey. Mientras Carlos I estaba en Alemania, las principales ciudades castellanas se sublevaron y sustituyeron el poder municipal por comunas.
También se produjo la sublevación de las Germanías, que fue casi simultanea a la de las Comunidades de Castilla. En este caso el escenario inicial fue Valencia, pero acabó extendiéndose también a Mallorca. El conflicto se fue radicalizando y acabó en rebelión abierta cuando, ante un brote de peste, la nobleza y las autoridades locales abandonaron la ciudad de Valencia. A diferencia del movimiento comunero castellano, la rebelión de las Germanías fue desde el principio una clara rebelión antiseñorial.
Carlos I decidió abdicar y cedió a su hermano Fernando las posesiones de Austria y, con ellas, los derechos a aspirar a la corona imperial alemana. Fernando II heredó todos los demás territorios y, tras la muerte sin descendencia del rey de Portugal, forzó su designación como nuevo rey de este país.
Como su hermano, también tuvo problemas internos. Los moriscos representaban algo más de la mitad de la población de Granada y las presiones de que eran víctimas habían ido deteriorando con el tiempo sus relaciones con la comunidad cristiana. El malestar se fue extendiendo y en 1568 estalló la rebelión de Alpujarras.
Además, el Reino de Aragón había alcanzado una situación de casi total autogobierno con Carlos I. El conflicto entre las pretensiones absolutistas de Felipe II y la defensa de los fueros del Reino de Aragón se desencadenó a partir de un turbio asunto: la traición de Antonio Pérez, secretario de Felipe II. Como Felipe II no podía violar los fueros aragoneses, acusó a Antonio Pérez de un falso delito de herejía para que pudiera detenerlo la Inquisición. Los aragoneses consideraron esto como una intromisión de la monarquía y una violación de los fueros y privilegios de Aragón, por lo que el pueblo se amotinó. Se iniciaron así las denominadas alteraciones de Aragón.

Analiza la política respecto a América en el S. XVI y sus consecuencias para España, Europa y la población americana.

El descubrimiento y posterior colonización de América convirtió a la monarquía hispánica en una gran potencia económica y colonial, que intentó sacar el máximo beneficio de aquellas tierras, mediante las medidas siguientes: La explotación sistemática de las minas; El monopolio del comercio con América. Cualquier mercancía que quisiera vender en el Nuevo Mundo debía ser registrada en la Casa de Contratación de Sevilla y pagar a la Corona los impuestos correspondientes.
Sin embargo, la explotación española del Nuevo Mundo tuvo que enfrentarse a dos graves problemas: Los ataques de piratas, corsarios y flotas de guerra de países enemigos; El contrabando europeo en América, que burlaba en monopolio español.

Explica los principales proyectos de reforma del Conde Duque de Olivares.

El ideario del conde duque de Olivares se apoyaba en dos principios fundamentales que inspiraban todo su programa de gobierno: 1. La <reputación>>, que exigía volver a la tradición imperial de prestigio y recuperar el protagonismo en el exterior. Su consecuencia inmediata fue la reanudación de la guerra contra Holanda al finalizar la Tregua de los Doce Años. Y 2. La <<reformación>>, que se plasmó en una serie de ambiciosos proyectos, cuya finalidad última era fortalecer la monarquía y evitar la decadencia.

Analiza las causas de la guerra de los Treinta años, y sus consecuencias para la monarquía hispánica y para Europa.

Desde 1618 la paz europea estaba amenazada por un conflicto entre protestantes y católicos, limitado en principio solo al Imperio Germánico: los principales protestantes alemanes se habían rebelado ante las aspiraciones políticas y religiosas del emperador Fernando II. Este conflicto local acabó siendo europeo y las cuestiones religiosas se convirtieron en un mero pretexto, ya que lo que realmente estaba en juego era el mantenimiento o la modificación del orden internacional.
Cada nación en litigio se alineó es uno de los dos grandes bandos en lucha: Los Habsburgo -austriacos y españoles- que pretendían mantener la hegemonía en Europa; Las potencias rivales, lideradas finalmente por Francia, que a pesar de ser una monarquía católica no tuvo escrúpulos en aliarse con los protestantes alemanes y holandeses.
La guerra de los Treinta años finalizó con la Paz de Westfalia con dos consecuencias importantes: La independencia definitiva de las Provincias Unidas (Holanda); La pérdida de la hegemonía en Europa, Francia se erigió como la nueva gran potencia Europa.

Compara y comenta las rebeliones de Cataluña y Portugal en 1640.

La causa inmediata de la rebelión catalana fueron los desmanes cometidos sobre la población por parte de los soldados castellanos e italianos destinados en el frente catalán, con motivo de la guerra contra Francia. Fue una revuelta anticentralista, que empujó a los catalanes a buscar el apoyo del rey francés, Luis XIII, al que nombraron conde de Barcelona. Sin embargo, la crisis económica, unida a un nuevo brote de peste y a la opresión francesa, provocó el agotamiento de los catalanes, que se rindieron en 1652 a las tropas de don Juan José de Austria, de Felipe IV, bajo la condición de que se respetaran los antiguos fueros.
La rebelión portuguesa tuvo desde el principio un marcado carácter nobiliario, anticastellano e independentista, que condujo a la proclamación del duque de Braganza como rey con el nombre de Juan IV. Esta inesperada rebelión sorprendió a Felipe IV y a Olivares, que ante la incapacidad de atender dos frentes simultáneos optaron por concentrar sus esfuerzos en la rebelión catalana. España tuvo que reconocer finalmente su independencia en 1668.

Explica los principales factores de la crisis demográfica y económica del s. XVII y sus consecuencias.

Las causas directas de las crisis demográfica: Las grandes epidemias, que afectaron a toda Europa y fueron las más virulentas desde la peste negra. En España se registraron tres oleadas principales; La expulsión de los moriscos; Las guerras constantes, que aumentaron la mortandad; Las dificultades económicas, que provocaron un incremento de la emigración y, de forma indirecta, incidieron en la disminución de la natalidad.
El creciente endeudamiento de la Corona: El esfuerzo bélico realizado durante el s. XVI para el mantenimiento del Imperio había dejado la Hacienda Real en una situación lamentable de endeudamiento que, se fue acentuando a los largo del s. XVII.
Si en el reinado de Felipe II se habían producido tres bancarrotas, en el s. XVII la Hacienda Real quebró en otras seis ocasiones. Olivares quiso resolver tan caótica situación emprendiendo reformas profundas, pero las dificultades y los imperativos de la guerra obligaron a buscar con urgencia nuevas fuentes de ingresos que afectaron sobre todo a Castilla. No obstante, todos estos recursos solo sirvieron para atender a las necesidades inmediatas, pero no fueron suficientes para atajar el progresivo endeudamiento de la Hacienda Real.
La crisis económica y los apuros fiscales de la Corona contribuyeron también a agudizar la depresión económica del s. XVII, cuyas manifestaciones fueron: La caída de la producción agraria; la disminución de la ganadería bovina; la crisis de la industria textil castellana; y el acaparamiento por extranjeros del comercio de América.

Explica las causas de la Guerra de Sucesión española y la composición de los bandos en conflicto.

En 1700 murió sin descendencia Carlos II. Los dos candidatos con más derechos al trono eran el archiduque Carlos de Austria y Felipe de Anjou. Carlos II había nombrado heredero a Felipe, que era nieto de Luis XIV de Francia.
En un principio, Felipe V fue aceptado sin oposición, pero el emperador de Austria no reconoció el testamento de Carlos II. Y las potencias europeas se alarmaron ante la posibilidad de que se formara un poderoso bloque franco-español.
En consecuencia Inglaterra y Holanda decidieron apoyar a Austria, lo que desencadenó la Guerra de Sucesión española: Como guerra europea se enfrentaron el bando franco-español y la Gran Alianza antiborbónica (Austria, Inglaterra, Holanda, Portugal y Saboya); Como guerra civil española la Corona de Aragón apoyó a Carlos de Austria, mientras que la Corona de Castilla apoyó a Felipe V.

Detalla las características del nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht y el papel de España en él.

Es una serie de tratados bilaterales entre los contendientes de la Guerra de Sucesión. El primero y fundamental fue el tratado de paz y amistad franco-británica.
Inglaterra fue la gran vencedora. Se le concedió: El asiento de negros, monopolio para introducir esclavos negros en la América española durante treinta años; El navío de permiso, autorización para enviar a América un navío al año con 500 toneladas de mercancías para su venta; Y la obtención de Gibraltar y Menorca.
La Paz de Utrecht no se limitó a poner fin a la Guerra de Sucesión española, también acabó con la hegemonía ejercida por Francia en la segunda mitad del siglo XVII. Estableció un equilibrio entre las tres grandes potencias rivales: Francia, Austria e Inglaterra.

Define que fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del nuevo Estado borbónico.

Fueron decretos dados por Felipe V en los territorios de la Corona de Aragón en represalia por el apoyo prestado al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión. Se dieron en diferentes momentos y consistieron en la supresión de los fueros e instituciones particulares de estos territorios. Además en cada uno de ellos la figura de virrey fue sustituida por la de un capitán general al frente de la Audiencia. De esta forma se consiguió en gran medida una monarquía unitaria, aunque se mantuvieron los fueros e instituciones vascos y navarros, por la fidelidad de estos territorios al bando borbónico durante la Guerra de Sucesión. En cuanto a las Cortes, se convirtieron en Generales del Reino (salvo Navarra, que mantuvo las suyas propias), con representantes también de las ciudades aragonesas, catalanas, valencianas y mallorquinas.

Explica la política industrial de la monarquía y las medidas adoptadas respecto al comercio con América.

Potenciaron la producción industrial en España con tres medidas: El proteccionismo de la industria española. Favorecía la industria textil catalana; Creación de manufacturas reales de artículos de lujo. Se pretendía enseñar nuevas técnicas de producción, para dejar de importar del extranjero y que el dinero no saliera de España; Fomento de la construcción naval en astilleros reales, para facilitar el comercio por mar la flota de guerra.
El comercio con América fue una de las actividades económicas que atrajo más el interés de la monarquía. Mediante una explotación económica de tipo colonial, como proveedora de materias primas y como mercado de consumo de productos peninsulares.

Explica las causas del despegue económico de Cataluña en el s. XVIII.

Dentro del conjunto de la economía española del siglo XVIII, es un caso particular, pues experimentó en esta centuria un despegue económico que la convirtió en la zona más dinámica y avanzada de España.
Los propietarios feudales catalanes habían cedido el disfrute de la tierra a los campesinos con contratos perpetuos o a muy largo plazo a cambio de una renta fija (censos enfitéuticos). Con el paso del tiempo y la inflación, dicha renta había quedado reducida a una cantidad simbólica, lo que convertía al campesino catalán en propietario de hecho de la tierra que trabajaba. Pero el efecto beneficioso de la enfiteusis no acaba solo en el campo, sino que repercutía también en la producción industrial y en el comercio.
Esta demanda campesina estimuló la producción industrial catalana, que fue reinvirtiendo parte de sus beneficios en la creación de nuevas industrias, iniciándose así un crecimiento continuo. Por otra parte, la industria catalana, fundamentalmente la textil, se vio favorecida también por la política proteccionista de la Corona, que prohibió la importación de ciertos productos extranjeros.
La liberación del comercio con América resultó beneficiosa ya que, desde el puerto de Barcelona se exportaban a América productos locales.

Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado.

La ilustración fue el fenómeno cultural e intelectual de mayor transcendencia en la Europa del s. XVIII, también conocido como Siglo de las Luces. La ilustración se basó en el culto a la razón. En consecuencia, la sociedad se debía organizar racionalmente. Así, las dos grandes consignas de este s. XVIII, expansivo y optimista, fueron el progreso y la felicidad popular, entendida en el sentido actual de bienestar social. La ilustración criticaba el Antiguo Régimen.
El despotismo ilustrado se basaba en dos principios fundamentales: 1. El poder absoluto de la monarquía, lo que no suponía ninguna ruptura con la tradición política anterior. 2. El ideal del rey filósofo, que era una consecuencia lógica del carácter aristocrático del pensamiento ilustrado. Solo un rey filósofo, asistido por las minorías ilustradas del país, sabía lo que convenía a sus súbditos y estaba en condiciones de impulsar la reforma racional de la sociedad en todos los aspectos necesarios para el progreso y la felicidad de su pueblo: en la educación, en la economía, en la Iglesia etc.

La filosofía que inspiraba el despotismo ilustrado quedaba resumida en la frase: <<todo para el pueblo, pero sin el pueblo>>.  

sábado, 27 de mayo de 2017

Vocabulario desde la Prehistoria hasta el S. XVIII

Vocabulario historia

Bloque 1: La península ibérica desde los primeros humanos hasta la desaparición de la monarquía visigoda (711)

Unidad 1. Prehistoria y protohistoria de la península ibérica

Homo antecessor: tipo humano al que corresponden los restos más antiguos de hombres europeos. Se ha encontrado en la Sierra de Atapuerca (Burgos) y se ha datado en unos 900.000 años. Según parece, practicaban el canibalismo, eran altos y fuertes, con un cerebro pequeño y una cara semejante a la del hombre actual.
Homo neanderthalensis: especie descendiente en Europa del homo antecessor, presenta muchas similitudes con el hombre actual, aunque no somos descendientes de ella. Su grado de desarrollo era alto: producían instrumentos de piedra muy elaborados, eran capaces de hacer fuego y enterraban a los muertos. Entre hace 80.000 y 50.000 años vivieron su momento de máxima expansión, distribuyéndose por toda Europa, Próximo Oriente y Asia central. Se extinguió definitivamente hace unos 30.000 años. Resulta difícil explicar las causas de su desaparición.
Homo sapiens: especie descendiente en África del homo antecessor, es nuestro antepasado directo. También conocido como hombre de Cro-Magnon (o Cromañón), su presencia en Próximo Oriente se remonta a hace 100.000 años y en la península Ibérica a unos 40.000 años. Coexistió durante algún tiempo con el hombre de Neandertal en unas mismas zonas, pero acabó reemplazándolo.
Paleolítico: primera etapa de la Prehistoria, y la más larga, caracterizada por una economía depredadora (caza y recolección), el nomadismo y una tecnología basada en la talla de la piedra.
Mesolítico o epipaleolítico: periodo de transición del paleolítico al neolítico, coincidente con el inicio de la fase climática actual. Se caracterizó por la pervivencia de la economía de caza y recolección, pero en un escenario de creciente presión demográfica (aumento de la población a un ritmo superior al de las especies cazadas).
Neolítico: etapa de la Prehistoria caracterizada por la adopción de una economía basada en la agricultura y la domesticación de animales, el sedentarismo de los grupos humanos y avances tecnológicos como la cerámica y el pulimentado de la piedra.
Calcolítico: primer periodo de la edad de los metales, caracterizado por la utilización del cobre (kalkós en griego), metal no demasiado duro, pero relativamente fácil de trabajar.
Edad del bronce: segundo periodo de la edad de los metales. El bronce es una aleación de cobre y estaño, de mayor dureza que el cobre solo, y requiere una tecnología más compleja.
Protohistoria: periodo de transición de la Prehistoria a la Edad Antigua, definido por la aparición de documentos escritos aislados. En España se inicia en los siglos VIII-VII a. C., momento en que aparecen los primeros textos griegos que hablan de la península Ibérica.
Tartesos: fue el primer Estado (reino) de la península Ibérica de cuya existencia histórica se tiene noticia, en la primera mitad del primer milenio a. C. Su centro estaría en el suroeste peninsular (Huelva, Sevilla, Cádiz) y su área de influencia se extendía hasta la región de Cartagena. La fama de prosperidad de que gozaba en el mundo antiguo se debía a sus grandes riquezas agrícolas, ganaderas y, sobre todo, minerales (oro, plata, cobre), que propiciaban un activo comercio tanto con las Islas Británicas como con los fenicios y griegos establecidos en la Península.
Indoeuropeos: conjunto de pueblos originarios de las estepas euroasiáticas que, acuciados por la presión demográfica, emprendieron masivos movimientos de población hacia el sur de Europa, Próximo Oriente, Irán y la India. Su presencia en la península Ibérica se puede constatar al menos desde finales del segundo milenio, pero a partir del siglo VIII a. C. penetraron a través de los Pirineos nuevas oleadas, en esta ocasión de celtas procedentes de Europa central y occidental, que se asentaron principalmente en el interior y el oeste peninsular. Introdujeron la metalurgia del hierro, pero su economía y su organización social y política estaban poco evolucionadas
Colonización griega: los griegos llegaron a la Península hacia el siglo VII a. C. por la vertiente septentrional del Mediterráneo. La fundación de Massalia (Marsella, en el sur de Francia) sirvió de punto de partida para el establecimiento de colonias en la costa catalana, como Rhode (Rosas) y Emporion (Ampurias, fundada hacia el 600 a. C.). Aunque se conocen referencias a otras fundaciones más meridionales, como Hemeroskopeion (Denia) o Mainake (junto a la Malaka fenicia), no existe confirmación arqueológica de su existencia. Fundaron sus colonias con la intención de comerciar con los nativos y en especial con Tartesos. Estaban muy evolucionados, conocían la metalurgia del hierro y utilizaban la moneda.
Colonización fenicia: los fenicios establecieron enclaves comerciales por todo el sur del Mediterráneo. La colonia más antigua que fundaron en la Península fue Gadir (Cádiz), cuyo origen parece remontarse como máximo al año 800 a. C., según los testimonios arqueológicos, no a 1100 a. C., como se desprendía de las fuentes literarias. A esta fundación inicial siguieron otras en la costa andaluza, como Malaka (Málaga), Sexi (Almuñécar) o Abdera (Adra). Como los griegos, fundaron sus colonias con la intención de comerciar con los nativos y en especial con Tartesos, estaban muy evolucionados, conocían la metalurgia del hierro y utilizaban la moneda.
Colonización cartaginesa: Tiro, última ciudad fenicia que permanecía independiente en Próximo Oriente, cayó en poder de los babilonios en el siglo VI a. C. A partir de ese momento, Cártago, colonia que había sido fundada por los tirios en el norte de África, tomó el relevo de los fenicios en el control del comercio en el Mediterráneo occidental. Los cartagineses siguieron una política de colonización más hostil, que acabó en la ocupación militar del sur y del sureste de la península Ibérica.
Área ibérica: se denomina así al área del sur y el levante peninsular en vísperas de la conquista romana. Los íberos eran descendientes de los indígenas prehistóricos y, al contacto con los colonizadores griegos y fenicios, habían recibido su influencia civilizadora. Su economía era rica, con un activo comercio y uso frecuente de la moneda. Tenían una estructura social evolucionada, con grupos diferenciados por su poder o riqueza. Y su organización política era de tipo estatal, según el modelo griego o fenicio de la ciudad-estado.
Área celta: se denomina área celta o indoeuropea al centro, el oeste y el norte peninsular. También se puede incluir dentro del área celta a los llamados celtíberos (zona centro-oriental de la Meseta y el valle medio del Ebro). Estaba menos evolucionada que el área ibérica, pero era muy heterogénea. Su economía se basaba en una agricultura o ganadería en general poco evolucionadas, el comercio era escaso y sin moneda, y el pillaje sobre los pueblos vecinos constituía una práctica frecuente. Sus estructuras sociales eran primitivas (clanes y linajes). Y su organización política era de tipo pre-estatal, propia de bandas y aldeas.

Unidad 2. La Hispania romana (218 a. C.-476 d. C.)

Colonia romana: ciudades de nueva creación o en tierras confiscadas a los indígenas para el asentamiento de ciudadanos romanos. En el caso de Hispania, era frecuente que los asentados fueran soldados veteranos a los que se entregaba tierras en pago por su servicio militar. Un ejemplo es Mérida (Emérita Augusta), fundada por Augusto para asentar a los veteranos de las guerras cántabro-astures.
Provincia imperial: era uno de los dos tipos de provincia surgidos de la reforma administrativa de Augusto (27 a. C.); en concreto eran las plenamente pacificadas, que no necesitaban la presencia permanente de legiones y quedaban bajo la administración directa del Senado de Roma. En Hispania solo tenia este rango la Bética.
Provincia senatorial: era el otro tipo de provincia surgido de la reforma administrativa de Augusto (27 a. C.). Eran las de más reciente conquista, en las que las legiones seguían siendo necesarias y, por tanto, quedaban bajo la administración y control directo del emperador, en su calidad de jefe supremo del ejército. En Hispania eran la Tarraconense y la Lusitania.
Convento jurídico: demarcaciones territoriales en que se dividían las provincias a efectos de administración de justicia. Su origen estaba en las reuniones (conventos) que se convocaban en días y lugares fijos dentro de cada provincia para que el gobernador provincial impartiera justicia. Con el tiempo, estas reuniones adquirieron carácter permanente y los conventos jurídicos se convirtieron en distritos provinciales con capitales fijas.
Ciudad romana: las civitates eran las células básicas de la administración territorial romana. Estaban compuestas por un amplio territorio rural (el territorium), dividido en tierras de propiedad privada y tierras de aprovechamiento comunal, regido por un núcleo urbano (urbs), que actuaba como centro económico (mercado), político (órganos de gobierno), religioso (templos) y de esparcimiento (teatro, anfiteatro, termas, etc.). La autonomía de cada ciudad dependía de su grado de integración y aceptación de la dominación romana: en general, a mayor grado de romanización, mayor autonomía y más privilegios.
Órdenes romanas: constituían la categoría superior de la estructura social romana, integrada por una minoría privilegiada y dominante, que desempeñaba los más altos cargos políticos, financieros, militares y religiosos. Existían tres órdenes, con notables diferencias de poder y riqueza, y para pertenecer a ellos había que cumplir ciertos requisitos que limitaban el acceso: orden senatorial, integrado por los miembros del Senado romano, para los cuales estaban reservadas las más altas magistraturas (cónsules, pretores...); orden ecuestre, compuesto por procuradores (responsables de las finanzas), prefectos de caballería, etc.; y orden decurional, integrado por los miembros de los senados municipales (decuriones) de las diferentes ciudades del Imperio, que desempeñaban las magistraturas municipales.
Ciudadanos romanos: los ciudadanos romanos gozaban de privilegios políticos —participaban y votaban en las asambleas políticas—, militares —podían integrarse en las legiones— y sociales —tenían derecho a la beneficencia pública y privada, como el reparto gratuito de trigo, por ejemplo—. Sin embargo, existían grandes diferencias de fortuna en el conjunto de los ciudadanos romanos, desde los más pobres, que vivían casi en exclusiva de la beneficencia, hasta los muy ricos y los pertenecientes a órdenes.
Libertos: eran antiguos esclavos manumitidos. El antiguo dueño pasaba a convertirse en su patrono y podía exigir al liberto ciertas obligaciones. Tenían derechos civiles, como los libres, pero el estatuto de liberto no se borraba normalmente hasta la tercera generación, que adquiría ya la libertad plena.
Esclavos: no tenían ni derechos políticos ni civiles, eran simplemente una propiedad de su dueño. La condición de esclavo se tenia de nacimiento (por ser hijo de una esclava) o se podía adquirir por varias circunstancias: caer prisionero de guerra o de piratas, ser condenado a esclavitud por los tribunales, ser vendido por el padre o incluso por autoventa (por ejemplo, para saldar una deuda).
Colonos: en el Bajo Imperio (siglos IV y V) eran antiguos hombres libres sin recursos, que trabajaban parcelas de los grandes propietarios en beneficio propio a cambio de ciertos pagos y servicios al latifundista. En algunos casos, el colono quedaba adscrito forzosamente a la tierra que trabajaba y esta situación se transmitía a sus herederos.
Edicto de Milán: disposición legal promulgada por el emperador Constantino en Milán en el año 313 mediante la cual se estableció la libertad de religión en el Imperio romano. Supuso el fin de las persecuciones y la clandestinidad de los cristianos.
Edicto de Tesalónica: disposición legal promulgada por el emperador Teodosio en Tesalónica en el año 380 por la cual el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano.

Unidad 3. La transición de la Antigüedad a la Edad Media: la monarquía visigoda (476-711)

Suevos, vándalos y alanos: pueblos bárbaros que irrumpieron en la Península en el año 409. Dos de ellos son germánicos (los suevos y los vándalos) y el otro tiene origen asiático (los alanos). Los suevos y una rama de los vándalos (los asdingos) se asentaron en la Gallaecia, donde los suevos fundaron un reino. Los vándalos asdingos, presionados por los suevos, se dirigieron al norte de África, donde crearon su propio reino, al que anexionaron las Islas Baleares. La otra rama de los vándalos (los silingos) y los alanos se repartieron entre la Bética, la Cartaginense y la Lusitania, pero no se tiene información histórica fidedigna sobre lo que ocurrió con ellos después.
Comitatus: ancestral costumbre germánica consistente en el juramento de fidelidad del guerrero a su jefe. Contribuyó a reforzar las relaciones de tipo personal heredadas de la tradición romana.
Gardingos: nobleza territorial latifundista en la monarquía visigoda. Inicialmente eran guerreros fieles de los que se rodeaban los reyes, pero con el tiempo estos tendieron a recompensar los servicios militares de los gardingos con la entrega de tierras en usufructo vitalicio. Los gardingos acabaron convirtiendo esas tierras en hereditarias y gobernándolas con total autonomía respecto al poder del rey.
Bucelarios: hombres fieles al servicio de los gardingos. El bucelario obtenía del noble gardingo protección y tierras y a cambio adquiría con él un compromiso de fidelidad y obediencia.
Officium Palatinum: era una de las principales instituciones políticas de la monarquía visigoda. Lo integraban los magnates de mayor confianza del rey, que le auxiliaban en las tareas de gobierno y en las domésticas de palacio.
Aula Regia: institución política de la monarquía visigoda, era una asamblea de carácter consultivo, heredera del tradicional Senado o Consejo de ancianos visigodo e integrada por todos los miembros del Officium Palatinum y otros magnates, que asesoraban al rey en asuntos políticos y militares y en la elaboración de las leyes.
Concilios de Toledo: inicialmente eran solo asambleas eclesiásticas, pero tras la conversión de Recaredo al catolicismo adquirieron también un gran papel político: los convocaba el rey, integraban a magnates del Aula Regia y en ellos se establecieron importantes normas y decisiones que afectaban a la monarquía, corno las condiciones para la elección de los reyes o las obligaciones con las que debían cumplir.
Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo: recopilación legislativa realizada por Recesvinto en 654 que ponía fin a la discriminación juridica impuesta inicialmente por los visigodos (diferentes leyes para godos e hispanorromanos, prohibición de matrimonios mixtos, etc.).

BLOQUE 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)

Unidad 1. Al Andalus (711-1474)

Gentes del Libro: los musulmanes consideran «gentes del Libro» a judíos y cristianos, porque comparten con ellos el hecho de haber recibido la revelación de Dios y haberla registrado en un libro sagrado.
Reinos de taifas: el término taifa significa en árabe 'facción' o 'bandería'. Se denomina reinos de taifas a los resultantes de la desintegración del califato de Córdoba o de las unificaciones almorávide y almohade.
Parias: tributos, generalmente anuales, que debía pagar un reino musulmán a otro cristiano a cambio de su protección y en reconocimiento de vasallaje. Representó una importante fuente de ingresos para los monarcas cristianos.
Muladíes: los muladíes (muwalladún) eran los hispanos convertidos al Islam. Tales conversiones fueron muy frecuentes en los primeros tiempos de la conquista islámica de la Península, ya que, según el Corán, todos los musulmanes son iguales, por lo que abrazar la nueva religión facilitaba una mayor integración social y eximía de los tributos especiales exigidos a la población no musulmana.
Mozárabes: eran los cristianos residentes en territorio musulmán. Fueron disminuyendo en número, tanto por las conversiones al Islam como por la emigración hacia los reinos cristianos con el avance de la Reconquista.
Eslavos: en la sociedad hispanomusulmana se denominaba eslavos o esclavones a los esclavos de origen europeo que habían llegado a esa condición como prisioneros de guerra. Muchos de ellos, tras su manumisión, se incorporaron a los ejércitos califales. Incluso algunos aprovecharon su jefatura militar para erigirse en reyes de taifas a la caída del califato.
Corán: es el libro sagrado del Islam, que recoge, en opinión de los musulmanes, la revelación divina de forma literal. Su redacción definitiva se realizó bastante tiempo después de la muerte de Mahoma y su contenido es un conjunto de dogmas y preceptos, junto con narraciones que coinciden con algunas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
Sharia: es la ley islámica, que establece lo que Dios ha mandado, lo que ha prohibido, lo que ha recomendado y lo que considera indiferente. Por tanto, la voluntad divina se convierte en la base del Derecho en el mundo islámico.
Cinco pilares del Islam: los cinco deberes fundamentales que debe cumplir todo musulmán son la profesión de fe, o manifestación pública de que no hay más dios que Alá y que Mahoma es su profeta; la oración cinco veces al día —al amanecer, a mediodía, por la tarde, a la puesta del sol y por la noche—, en dirección a La Meca; la práctica de la limosna, que obligaba a los que excedían un determinado nivel de riqueza a dar una parte de ella, una vez al año, a los más pobres de su comunidad; el ayuno durante el mes de Ramadán, desde la salida a la puesta del sol y la peregrinación, al menos una vez en la vida, a la ciudad santa de La Meca.
Sunna: es la norma de vida establecida por Mahoma con sus palabras y sus actos, y transmitida por la tradición. Es la segunda fuente del Islam, después del Corán: este es la revelación directa de Alá; y la sunna es la enseñanza de Mahoma, su profeta.

Unidad 2. Los reinos cristianos medievales (711-1474)

Órdenes militares: inspiradas probablemente en el modelo del ribat o convento fortificado de los musulmanes, las Órdenes Militares españolas, creadas a imitación de las que se habían fundado en Europa (Hospitalarios, Templarios), reflejan el espíritu de cruzada de la Reconquista. Se organizaban como monasterios, pero sus fines eran militares, aunque al servicio de la religión (la recuperación de los Santos Lugares en Oriente y la reconquista de los territorios musulmanes en España).
Presura: sistema de repoblación consistente en la simple ocupación de tierras sin dueño, ya que, según el Derecho romano, la puesta en cultivo de un terreno despoblado otorgaba al que lo hiciera la propiedad sobre el mismo. Este procedimiento se realizo por iniciativa de grupos de campesinos o por iniciativa de nobles y monasterios. Se aplicó en las tierras situadas al norte del Duero y en el Piedemonte pirenaico, y el resultado fue el predominio de la pequeña y mediana propiedad de tierras.
Carta Puebla: un Fuero, Carta de población o Carta Puebla era un conjunto de normas que regulaban todos los aspectos de la vida municipal. Su concesión correspondía al rey y fue frecuente durante la fase conocida como de repoblación concejil, aplicada en las tierras situadas entre el Duero y los Montes de Toledo, en el sector occidental, y en el valle del Ebro, en el oriental.
Repartimiento: sistema de repoblación aplicado al valle del Guadalquivir y al litoral levantino de Castellón a Murcia, últimas zonas reconquistadas. Tras la ocupación de una ciudad con sus territorios circundantes, los oficiales reales hacían inventario de los bienes obtenidos y los repartían entre quienes habían participado en la conquista, dividiéndolos en lotes (donadíos) cuyo tamaño y valor estaban en función del rango social de quien los recibía El resultado fue la creación de grandes latifundios en poder de la nobleza, las Ordenes Militares y la Iglesia.
Mesta: era una asociación de propietarios castellanos de rebaños, fundada en el siglo XIII para defender sus intereses. Obtuvo de la monarquía grandes privilegios, en perjuicio de los intereses de los agricultores. La inclinación de la monarquía en favor de los ganaderos se debió sobre todo a dos razones: el poder de los grandes propietarios de ganado trashumante (nobles e instituciones eclesiásticas, fundamentalmente) y los elevados ingresos obtenidos por la monarquía por el cobro de impuestos sobre el comercio de la lana.
Señorío (régimen señorial): los señoríos eran territorios concedidos por el rey a un particular o a una institución, en ocasiones como pago por algún servicio prestado. En los comienzos de la Reconquista apareció el primer tipo de señoríos, los denominados señoríos territoriales o solariegos, cuyas tierras carecían de dueño previo, por lo que el nuevo señor adquiría su propiedad. Pero a menudo, y en especial en las zonas ya pobladas, el monarca no transfería la totalidad de las propiedades del lugar, sino solo aquellos bienes y derechos que hasta entonces habían correspondido a la Corona (las tierras sin dueño, los bosques, los montes, ciertas rentas, etc.), sin modificar las propiedades de los vecinos. Pero progresivamente los monarcas empezaron a otorgar a los beneficiarios de estas donaciones el privilegio de la inmunidad; así, tales lugares se convirtieron en señoríos jurisdiccionales y sus pobladores en vasallos del nuevo señor, que asumía sobre ellos las funciones propias del monarca.
Mayorazgo: era un instrumento fundamental utilizado por la nobleza para garantizar la conservación del patrimonio familiar y evitar su dispersión o disipación por los futuros herederos. Constituir un mayorazgo consistía en vincular un conjunto de propiedades familiares que debían transmitirse íntegras al primogénito de cada generación, por lo que no podían ser vendidas ni divididas, pero tampoco embargadas por deudas.
Cortes (medievales): institución creada a finales del siglo XII en el reino de León y a lo largo del siglo XIII en los demás reinos cristianos. Era un órgano convocado por el monarca y compuesto de tres brazos (en representación de la nobleza, el clero y las ciudades), que deliberaban por separado y emitían un único voto por brazo. Aunque existían diferencias entre unos reinos y otros, parece que en todos los territorios las funciones de las Cortes eran esencialmente dos: atender las consultas del rey en asuntos de especial importancia y, sobre todo, votar los subsidios o impuestos de carácter extraordinario.
Escuela monacal: las escuelas monacales fueron los únicos centros de instrucción elemental hasta el siglo XI. En los monasterios más importantes, un maestro solía impartir una enseñanza básica (leer y escribir, canto y cálculo elemental) a grupos de niños destinados en su mayoría a convertirse en monjes. Gozaron de fama la escuela del monasterio de Ripoll (Gerona) en los siglos X y XI, o la del de Sahagún (León) en el siglo XII.
Escuela catedralicia: las escuelas catedralicias surgieron a partir del siglo XII con el renacimiento de la vida urbana y la creciente importancia de las catedrales. Impartían una instrucción elemental dirigida a los hijos de la burguesía y de la pequeña nobleza urbana e incluso al clero. En algunas catedrales importantes (Santiago, Toledo, Segovia o Palencia) se crearon también escuelas superiores en las que se enseñaba teología y artes liberales.
Universidad (estudios generales): aparecieron en el siglo XIII como nuevas instituciones docentes que agrupaban a estudiantes y profesores y cuyo precedente europeo estaba en las de París y Bolonia. Fueron fundaciones regias, aunque algunas surgieron a partir de escuelas catedralicias. Sin embargo, para gozar de un auténtico reconocimiento en todo el ámbito de la cristiandad, requerían la autorización del Papa. Además de la facultad de Artes, cuyos estudios tenían cierto carácter preparatorio, tenían generalmente otras tres facultades: Derecho (civil y canónico), Filosofía y mas raramente Medicina. La primera fundación universitaria peninsular fue la de Palencia (entre 1208 y 1214), de existencia breve y precaria, a la que siguieron las de Salamanca, Valladolid, Lérida y Lisboa.
Payeses de remensa: los payeses de remensa catalanes eran campesinos adscritos a la tierra de forma hereditaria, en una situación similar a la de los siervos de la gleba de algunas regiones europeas. Su principal diferencia respecto a estos era que podían romper dicha adscripción mediante el pago de una cantidad de dinero (la remensa). Pero, además de la remensa, los señores de sus tierras les habían impuesto otras cinco obligaciones o condiciones abusivas (los «malos usos»). Protagonizaron numerosos actos de rebelión durante la Baja Edad Media (siglos XIV y XV) para mejorar su situación.

BLOQUE 3 LA FORMACION DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA

Unidad 1. Los Reyes Católicos (1474-1516)

Santa Hermandad: las hermandades eran milicias locales organizadas desde la Baja Edad Media en algunas ciudades para protegerse de bandidos y delincuentes en sus respectivos territorios. Isabel la Católica las revitalizó e hizo que se crearan en todas las poblaciones de más de cincuenta habitantes para restaurar el orden y la paz social. La financiación de cada hermandad local corría a cargo del propio municipio. Todas las hermandades locales formaban la Liga de la Santa Hermandad, coordinada y dirigida por una Junta General. A partir de 1498 se suprimió la Santa Hermandad, pero pervivieron las hermandades locales, con una función básica de policía rural.
Capitulaciones de Santa Fe: documento suscrito por los Reyes Católicos y Colón en 1492, poco después de la conquista de Granada, en el que se fijaron por escrito los acuerdos relativos a la expedición proyectada por Colón a las Indias. En ellas se hacían a Colón importantes concesiones sobre las tierras que pudiese descubrir y colonizar: obtendría los títulos de almirante, virrey y gobernador general de todas las islas y tierras firmes que descubriese; y se beneficiaría de la décima parte de cuanto se obtuviese en tales tierras.
Tratado de Alcaçovas: tratado firmado en 1479, tras la guerra de Sucesión en Castilla, con Alfonso V de Portugal, por el cual este reconoció a Isabel como reina de Castilla, así como los derechos castellanos sobre Canarias y la costa africana situada frente a estas islas. Los Reyes Católicos, por su parte, renunciaron en favor de Portugal a cualquier otro derecho sobre la costa africana, las islas Azores, las de Madeira o las de Cabo Verde.
Tratado de Tordesillas: tratado firmado en 1494 con Portugal, mediante el cual se establecía la linea divisoria entre las zonas de expansión de Portugal y Castilla a trescientas setenta leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Esto no solo incluía para Portugal la ruta que bordeaba África, sino que también le permitiría la futura ocupación de Brasil, pues la nueva línea atravesaba el extremo más oriental de este territorio.
Moriscos: denominación aplicada a los musulmanes cristianizados tras los decretos de 1501 y 1502, que obligaron a los musulmanes de la Corona de Castilla a convertirse al cristianismo o a abandonar España. La mayoría aceptó el bautismo, pero sin convicción, y siguió practicando la religión islámica de forma más o menos encubierta.
Consejo de Castilla: denominación que adquirió el Consejo Real tras la creación de diversos Consejos especializados (de la Inquisición, de Órdenes, de Aragón, de Hermandad) en tiempos de los Reyes Católicos. Sus competencias, además de los asuntos relativos a Castilla, abarcaban todos los demás asuntos sobre los que no tenían atribuciones los otros Consejos.
Chancillería: tribunales superiores de justicia en la Corona de Castilla. Existían dos: una en Valladolid y otra en Granada, con jurisdicción al norte y sur del Tajo, respectivamente.
Audiencia: en la Corona de Castilla eran tribunales de justicia de rango inferior a las Chancillerías; existían dos: una en Santiago y otra en Sevilla. En la Corona de Aragón, donde no existían chancillerías se encontraban los tribunales superiores de justicia, y existía una Audiencia en cada uno de los tres reinos con Cortes: Aragón, Cataluña y Valencia.
Corregidor: cargo municipal creado en Castilla en la Baja Edad Media y extendido por los Reyes Católicos a todas las villas y ciudades que aún carecían de él, salvo las sometidas a jurisdicción señorial. Era un funcionario nombrado por la monarquía y a su servicio, remunerado por el municipio y cuyo cometido fundamental era la supervisión y el control del gobierno de las ciudades.
Humanismo: corriente de pensamiento del comienzo de la Edad Moderna en Europa que situaba como principal centro de atención al hombre y confiaba en sus capacidades morales e intelectuales, en contraposicion a la concepción medieval teocéntrica, que despreciaba todo lo relativo al hombre como mundano e inferior. Sus dos focos principales fueron Italia y los Países Bajos. España recibió la doble influencia italiana y flamenca: la primera, a través de la Corona de Aragón; y la segunda, a través de Castilla, cuyos contactos con los Países Bajos fueron frecuentes sobre todo desde el matrimonio de Juana con Felipe el Hermoso. Figuras destacadas en España fueron Francisco Jiménez de Cisneros, Antonio de Nebrija y Juan Luis Vives.

Unidad 2. El auge del Imperio en el siglo XVI

Requerimiento (a los indios): fórmula consistente en la lectura de un documento que se hacia a los indios, previamente a la conquista de su territorio, para que aceptaran la soberanía española si no querían ser sometidos por las armas. Era una pura formalidad para legitimar el empleo de la fuerza, ya que los nativos no entendían la argumentación y, hasta que se emplearon interpretes, ni siquiera el lenguaje.
Encomienda indiana: práctica que consistía en la asignación a un colonizador o encomendero de un determinado número de indios (encomendados) para que trabajaran a su servicio o le pagasen tributos en especie. En contrapartida, el encomendero debía protegerlos, civilizarlos y evangelizarlos; pero, en la mayoría de los casos, la encomienda era solo una forma encubierta de explotación al indio en condiciones similares a la esclavitud.
Auto de fe inquisitorial: ceremonia pública en la que se daban a conocer las sentencias de la Inquisición contra los penitenciados, que en ese mismo acto eran entregados al brazo secular para que se les aplicara la condena establecida. Los autos de fe se celebraban en plazas públicas y con gran solemnidad.
Galeón de Manila: flota que, para la explotación comercial de las islas Filipinas, una vez al año hacia la travesía de ida y vuelta entre Manila y Acapulco. A Nueva España se transportaban principalmente especias y manufacturas chinas (sedas, lacas y porcelanas), a cambio de plata mexicana.
Sistema polisinodial de gobierno: estructura política iniciada por los Reyes Católicos y desarrollada por los Austrias mayores (Carlos I y Felipe II) en la que el gobierno se ejercía a través de sínodos o consejos. Respondía a la nueva necesidad de organizar el complejo gobierno de un imperio vasto y heterogéneo, como era la monarquía hispánica en el siglo XVI. Según su naturaleza, los Consejos podían ser: territoriales, encargados de los asuntos específicos de cada reino o territorio (Consejo de Castilla, de Aragón, de Indias, de Italia, de Flandes, de Portugal); y técnicos, con competencias en asuntos de especial importancia (el de Inquisición, de Órdenes Militares, de Hacienda o de Guerra). Por encima de todos ellos estaba el Consejo de Estado, presidido por el propio monarca y con competencias en las grandes cuestiones de Estado, la política exterior y las decisiones sobre la guerra y la paz.
Quinto real: tributo recibido por la Corona que consistía en el 20% de las riquezas obtenidas en las Indias, en especial del oro y la plata extraídos. Era una de las principales fuentes de ingrese de la Hacienda Real.
Juros: denominación dada a los títulos de deuda pública en la época de los Austrias. Su número fue aumentando a lo largo del siglo XVI, por las crecientes necesidades de la Corona y la insuficiencia de sus ingresos. A mediados de siglo se destinaba más de la mitad de las rentas ordinarias (los ingresos fijos, sin considerar los caudales de Indias ni los servicios extraordinarios votados por las Cortes) de la Hacienda Real al pago de intereses de los juros y a finales de siglo, todas ellas.
Flota de Indias: grupo de barcos mercantes que partía de Sevilla con mercancías destinadas a los puertos centroamericanos y después regresaba nuevamente a Sevilla con mercancías americanas, oro y plata. Los barcos iban armados y escoltados por navíos de guerra para defenderse de los ataques de piratas. Debido al monopolio del comercio con América, cualquier mercancía, española o extranjera, que se quisiera vender en el Nuevo Mundo debía ser registrada en la Casa de Contratación de Sevilla, pagar a la Corona los impuestos correspondientes y ser transportada en la flota de Indias.
Revolución de los precios: proceso inflacionario durante el siglo XVI, sin precedentes por su magnitud en la historia europea, debido a la confluencia de diversos factores, esencialmente dos: la llegada a Europa, a través de Sevilla, de una gran cantidad de metales preciosos americanos (oro y plata), que permitió la acuñación masiva de monedas y el incremento de la circulación monetaria; y el aumento de la demanda de bienes derivada del crecimiento de la población..
Contrarreforma: denominación dada al movimiento de reforma en el seno de la Iglesia católica como reacción a la reforma protestante, que alcanzó su plenitud a partir del Concilio de Trento (1545-1563). El resultado final fue la definitiva división del mundo cristiano entre católicos y protestantes.

BLOQUE 4 EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORRONES (1700-1788)

Unidad 1. España en la órbita política y cultural de Francia

Asiento de negros: monopolio concedido a Inglaterra en la Paz de Utrecht para introducir esclavos negros en la América española durante treinta años.
Navío de permiso: autorización concedida a Inglaterra en la Paz de Utrecht para enviar a América un navío al año con quinientas toneladas de mercancías para su venta.
Pactos de Familia: tratados de ayuda y defensa mutua entre España y Francia así denominados por el parentesco existente entre los monarcas de ambos países. Se firmaron tres: dos en el reinado de Felipe V y el tercero en el reinado de Carlos III.
Novatores: término de connotaciones peyorativas aplicado a quienes, desde finales del siglo XVII aspiraban a una cierta renovación en el panorama intelectual. Fueron los precursores de la Ilustración en España.
Proyectistas: nueva denominación aplicada en el siglo XVIII a quienes, como los arbitristas del siglo anterior, pretendían ofrecer remedios a los problemas del país.
Academias Reales: instituciones oficiales para regular el conocimiento en sus respectivos ámbitos, creadas según el modelo de las surgidas en Francia desde mediados del siglo XVII. En España las primeras nacieron en el siglo XVIII a partir de iniciativas privadas de renovación cultural, como tertulias o reuniones particulares, a las que después la Corona dio protección oficial transformándolas Academias Reales. De este modo se fundaron la Real Academia Española de la Lengua (1713), La Real Academia Española de la Historia (1738) o la Real Academia de Bellas Artes (1752). Todas ellas fueron activos instrumentos de la ilustración en su afán de racionalizar e impulsar la ciencia y la cultura.
Sociedades Económicas de Amigos del País: instituciones de carácter privado que, siguiendo el modelo de la Sociedad Vascongada de Amigos del País, se constituyeron en distintas localidades por todo el país, durante el reinado de Carlos III, impulsadas por su ministro Campomanes. Realizaban estudios sobre las causas del atraso de su región y los medios para solucionarlo; impartían clases de agricultura, artes e industria; propiciaban la aplicación de nuevas técnicas; creaban talleres y manufacturas; difundian las nuevas teorías económicas; publicaban libros y prensa periódica propia; ofrecían premios a las innovaciones y a las mejores propuestas económicas, etc.

Unidad 2. Las reformas internas y sus límites

Decretos de Nueva Planta: decretos dados por Felipe V en los territorios de la Corona de Aragón en represalia por el apoyo prestado al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión. Se dieron en diferentes momentos (Valencia y Aragón en 1707, Mallorca en 1715 y Cataluña en 1716) y consistieron en la supresión de los fueros e instituciones particulares de estos territorios. Además, en cada uno de ellos la figura del virrey fue sustituida, como máxima autoridad, por la de un capitán general al frente de una Audiencia. De esta forma se consiguió en gran medida una monarquía unitaria, aunque se mantuvieron los fueros e instituciones vascos y navarros, por la fidelidad de estos territorios al bando borbónico durante la guerra. En cuanto a las Cortes, se convirtieron en Generales del Reino (salvo Navarra, que mantuvo las suyas propias), con representantes también de las ciudades aragonesas, catalanas, valencianas y mallorquinas.
Secretarías de Estado y del Despacho: nuevos órganos que tendieron a sustituir de forma gradual a lo largo del siglo las tradicionales funciones de los Consejos instaurados por los Reyes Católicos y los Austrias. Su número y competencias sufrieron variaciones con el tiempo y a su frente estaban los secretarios —el más claro precedente de los modernos ministros—, que despachaban directamente con el rey. Solo el Consejo de Castilla mantuvo su rango de máximo órgano político, y su presidente era el cargo político más importante después del rey.
Intendencias: divisiones administrativas —equiparables a las provincias actuales— que los Borbones crearon a semejanza del modelo francés, en su afán de controlar desde el poder central todo el territorio. A su cabeza estaban los intendentes, hombres de confianza de la monarquía, que actuaban como delegados territoriales del gobierno, con muy amplias y variadas funciones: justicia, policía, recaudación de impuestos, reclutamiento y mantenimiento de las tropas, etc.
Catastro de Ensenada: investigación encargada por Fernando VI al marqués de la Ensenada que consistía en un recuento detallado de todos los habitantes de Castilla y de sus propiedades, para determinar la cuantía que le correspondía pagar a cada súbdito en la «única contribución», con la que se pretendía sustituir la gran diversidad de impuestos existentes hasta entonces en la Corona dé Castilla. Sin embargo, aunque la investigación se realizó, las protestas y reclamaciones frustraron la pretendida reforma fiscal.
Vales reales: modalidad de deuda pública instaurada por Carlos III para hacer frente a los gastos ocasionados por la Guerra de Independencia de Estados Unidos (1776-1783). Su novedad radicaba en que las casas de comercio prestaban a la Corona una cierta cantidad de dinero al 4% de interés anual y a cambio recibían estos vales reales, que podían ser conservados hasta la devolución de su importe o utilizados como medio de pago, como si se tratase de dinero autentico. Los vales reales fueron, por tanto, un precedente del papel moneda actual, aunque su elevada cuantía los hacía inservibles para el comercio al por menor.
Regalismo: doctrina jurídica surgida a finales del siglo XV en relación con la emergencia de las monarquías absolutas. Propugnaba la superioridad del rey sobre la Iglesia en cualquier ámbito que no fuera la pura doctrina religiosa.
Patronato regio: derecho de la Corona a nombrar a los cargos eclesiásticos, en especial a las altas dignidades, como los obispos. Era uno de los objetivos esenciales de los monarcas regalistas, para someter a su autoridad a la Iglesia de sus naciones. En España los Reyes Católicos habían obtenido del Papado el derecho de patronato sobre el Reino de Granada y, después, sobre la Iglesia del Nuevo Mundo. En el siglo XVIII, con la firma del Concordato de 1753, la Santa Sede concedió a la monarquía un patronato prácticamente universal sobre la Iglesia española.
Tierras amortizadas (manos muertas): tierras que, según las leyes del Antiguo Régimen, no podían ser enajenadas (vendidas, donadas o embargadas), aunque sus titulares podían disponer libremente de sus frutos o sus rentas. Según quiénes fueran sus propietarios, podían ser de tres tipos: eclesiásticas, municipales y vinculadas a mayorazgos.
Manufacturas reales: fábricas creadas por el Estado, según el modelo aplicado en Francia por Colbert, ministro de Luis XIV. En ellas se contrataba a especialistas extranjeros para que enseñaran las nuevas técnicas de producción. Su control corría a cargo de representantes estatales, y el objetivo era satisfacer la demanda de la nobleza y el clero de artículos de lujo (tapices, cristal, etc.) con productos fabricados en el país e incluso exportarlos. Así se dejarían de importar y el dinero no saldría de España. Sin embargo, acabaron fracasando debido al excesivo control burocrático y a la aplicación de técnicas poco productivas, que encarecían demasiado el precio final.
Sistema de registros (comercio con América): sistema que sustituyó desde 1735 al tradicional sistema de flotas y galeones para agilizar el comercio con América. Los particulares podían cargar sus mercancías, una vez registradas en Cádiz, en barcos autorizados que partían para América cuando querían.

Censos enfitéuticos: sistema de cesión de la tierra a los campesinos, característico de Cataluña desde la Edad Media. Los propietarios feudales catalanes habían cedido el disfrute de la tierra a los campesinos en contratos perpetuos o a muy largo plazo a cambio de una renta fija. Con el paso del tiempo y la inflación, dicha renta había quedado reducida a una cantidad simbólica, lo que convertía al campesino catalán en propietario de hecho de la tierra que trabajaba y, por tanto, tenía incentivos para realizar mejoras en ella. 

LOS SANTOS INOCENTES Estudio

LOS SANTOS INOCENTES DE MIGUEL DELIBES

Claves temáticas

El tema principal

Delibes plantea una situación de injusticia social. La rebelión final de uno de los sometidos vendría a constituir una reacción lógica a una situación tan injusta. La injusticia no sólo se percibe en los signos externos que reflejan el modo de vida de unos y otros. Va unida, en primer lugar, al desprecio por los semejantes. La injusticia se percibe en los abusos que cometen los amos.
No es fácil acabar con esta injusticia, a juzgar por las palabras de los señoritos e invitados, que reflejan una ideología inmovilista << el que más y el que menos todos tenemos que acatar una jerarquía,unos debajo y otros arriba, es ley de vida ¿o no?>>. El fin del injusticia se ve más lejano cuando se comprueba la sumisión con que la acepan los inocentes. Sólo el Quirce manifiesta un principio de rebeldía: su silencio, su displicencia enfadan al señorito.
La sumisión de los humildes parece favorecida por la estructura cerrada del latifundio, poco permeable a las influencias exteriores, y por la ignorancia en que, conscientemente, se mantiene a los humildes. Ante la perpetuación de la injusticia, la rebelión trágica se abre paso como reacción inevitable. Pero no se trata de una rebelión <<política>>, sino de una venganza individual.

Temas secundarios

Los cuatro núcleos temáticos habituales en las novelas de Delibes están presentes de manera dispersa en Los santos inocentes:
  • Aparecen manifestaciones del mundo de la infancia.
  • La relación con la naturaleza es una de las constantes temáticas que explican el conflicto de la novela.
  • La consideración hacia los más necesitados (el prójimo) es otro de los motivos vertebrales del relato.
  • También está presente el tema de la muerte recurrente en todas las novelas de Delibes.

Los temas secundarios por libros

Libro primero: El calor humano. El amor a la naturaleza. El miedo y la muerte

Todo el libro primero muestra cómo Azarías trata de hallar el calor humano que le falta en el cortijo de La jara. El Azarías suple el calor humano que le falta con el amor a la naturaleza. La repetición de la expresión <<milana bonita>> añade un tono lírico a los gestos de Azarías hacia el búho. Parece que se produce al mismo tiempo una animalización del personaje y una personalización del animal. Se da entre ellos una relación basada en los “sentimientos” compartidos, entre ellos, el sentimiento del miedo. La muerte de <<la milana>> significa para Azarías un trauma que se acentúa ante la incomprensión de los demás.

Libros segundo: La imposible redención de los inocentes

El tema fundamental del libro es, no obstante, el fracaso de los proyectos de los inocentes.
  • En la inteligencia y en el trabajo de sus hijos cifra Paco sus esperanzas de redención.
  • La vuelta al cortijo significa, también, para Paco y su mujer la posibilidad de volver <<a ser jóvenes>>. Pero el bramido de la Niña Chica parece un signo adverso del destino, que anula cualquier intento de cambio.
  • El episodio de la primera comunión, vetada a los humildes, demuestra que los amos no están dispuestos a dar oportunidades a los siervos.
  • Al final, don Pedro el Périto, atacado de enormes celos, desvía su irritación hacia la Nieves. La niña se turba sobremanera, porque percibe con mayor claridad su condición de sierva y su imposible redención.

Libro tercero: El amor al prójimo

Azarías es expulsado de La jara porque el señorito no soporta algunas de sus costumbres. Él intenta ser útil. Los personajes que le rodean soportan y superan los inconvenientes:
  • La Régula, su hermana, intenta corregir su suciedad.
  • El Rogelio ofrece a Azarías <<una grajeta en carnutas>> para sustituir al búho muerto. Será la nueva <<milana bonita>>.
  • Paco se ocupa de recoger los excrementos que deja en cualquier parte el Azararías.
  • Otros personajes no se portan tan bien con Azarías: los sirvientes se mofan de sus alucinaciones. Pero, lo que destaca en este libro es que el amor al prójimo es más posible entre los humildes que entre los poderosos.
Al final, la nueva milana conquista al Azarías y se convierte en su nueva pasión.

Libro cuarto: La pasión cinegética

La pasión por la caza es el tema que sobresale en el libro cuarto.
  • Las frecuentes cacerías en batida definen lo que Delibes llama <<la cacería aristocrática>>, que para el autor <<no es caza>>. Este tipo de caza es opuesto a la del <<hombre libre, sobre naturaleza libre, contra pieza libre>>. Esta forma de caza supone la eliminación rápida de las aves, y la consiguiente degradación de la naturaleza.
  • La pasión cinegética arraiga en el señorito Iván progresivamente junto con una arrogancia singular: se permite insultar a cuantos con él compiten, grita a los secretarios vecinos etc. Como toda pasión incontrolada, lleva al sujeto a un estado psicológico que le hace proclive a abusar de sus semejantes.
En el libro aparecen dos ejemplos de la autosatisfacción de los amos: el señorito pretende lucha por redimir a sus siervos enseñándoles a malfirmar en un papel y la señora conquista a los humildes a través de la limosna. Ambos ejemplos, muestran, sin embargo, lo poco que en realidad hacen por la redención de los inocentes y su deseo de mantener su conciencia aristocrática.

Libro quinto: La insumisión

En este libro la pasión cinegética aparece vinculada al abuso del hombre y la naturaleza. Los dos accidentes de Paco demuestran que incluso en graves trances el egoísmo del señorito no se atenúa.
El episodio en que el señorito ordena a Paco cegar a las palomas que sirven de reclamo supone un desprecio por la naturaleza. Pero la verdadera novedad temática del capítulo es la actitud de Quirce, el único personaje humilde que desafía al señorito. No acepta su limosna al acabar la cacería.
Iván se venga de la insumisión del Quirce en la persona de la Nieves. La humilló obligándola a retirarle los botos, la humilló con su gesto, con su mirada, con su risa. Prueba de que el resentimiento era la causa de esta acción, voceó a la Nieves: << […] ¡ah!, y dile a tu hermano que la próxima vez no sea tan desabrido, niña>>. Una manera definitiva de resarcirse del desprecio del Quirce lo constituye la última acción: se besa <<ferozmente>> con doña Purita.

Libro sexto: Los últimos abusos. La venganza

La fuga-rapto de doña Purita refleja que la opresión se extiende también a los opresores. Don Pedro se convierte en el opresor-oprimido y se añade al personaje de Iván un rasgo negativo: la actitud cínica.
El dramatismo de los episodios finales queda realzado por el vivo contraste entre la ternura con la que Azarías despide a la milana y el desprecio del señorito por todo pájaro que se le pone a tiro. Se enfrentan dos pasiones y dos concepciones distintas de la vida: la sintonía con la naturaleza y el abuso de ella.
La venganza final es una acto de <<justicia natural>>. Es una venganza personal. Azarías ha vengado una afrenta personal.

La posición del narrador

Acertar con la fórmula

En Los santos inocentes advertimos la presencia de tres voces narrativas: la del narrador-testigo, la del narrador-acorde y las voces de los distintos personajes.

El narrador-testigo

Existe, por una parte, un narrador que está fuera de la acción pero demuestra una gran cercanía al mundo que narra y un conocimiento detallado del marco en el que se sitúa los hechos. El autor se presenta como un observador directo de los acontecimientos. Cuenta la historia por tanto, con la seguridad de quien posee una completa documentación: es muy detallada la información sobre el cortijo, los personajes, los animales, procedimientos de caza etc. Además, Delibes conoció personalmente al Azarías, que, según confiesa a Luis M. de Dios, es <<lo único no inventado de la novela>>.
El narrador no es, pues, solamente, un narrador omnisciente. Es un narrador-testigo, que permanece fuera de la acción pero está cercano a los hechos; esto confiere al relato un sesgo de verosimilitud y autenticidad, de realismo en suma. Signos de la presencia de este narrador-testigo son:
  • La utilización de la tercera persona narrativa, que es señal de distancia y deseo de objetividad y muestra de la intención del autor de contar la historia sin intervenir en la acción.
  • La minuciosidad y el detallismo, que se advierten, sobre todo, en las descripciones de los lugares; en los modos, muy definidos, de conducta; en los datos que implican penetración psicológica; en el fidelísimo reflejo del habla rural.
  • La constante presencia de elementos valorativos.

El narrador-acorde

El narrador-testigo es, pues, una garantía de realismo, pero no es en modo alguno un fabulador objetivo. Porque en Los santos inocentes aparece, como en otras novelas de Delibes, esa especie de localización subjetiva que consiste en el acercamiento del narrador a alguna a sus criaturas de ficción. Ahora es el narrador el que se identifica con el personaje. La escritura se adapta a las experiencias, estímulos y reacciones que conforman el mundo de algunas criaturas de la ficción.
El narrador no se limita a contar objetivamente los hechos, sino que se sitúa en una posición de simpatía (de concordancia con la conciencia) para con los personajes humildes o desfavorecidos.
En Los santos inocentes la presencia de este narrador-acorde es perceptible en todo el relato e influye decisivamente en su sentido último. Se presencia se hace muy diáfana:
  • En el título
  • En la oralidad del relato. Delibes utiliza en cada caso el registro idiomático adecuado al personaje cuya conciencia se adapta. El lenguaje adquiere un tono de oralidad constante; parece la transcripción de algo que se cuenta de forma oral. Esto no quiere decir, sin embargo, que la escritura no sea elaborada. Por el contrario, es un prodigio de precisión lingüística, de selección y poda de elementos supérfluos y de uso medido de los recursos literarios:
    • En el lirismo. En el texto es visible que la sociedad, la falta de instrucción y sus propias limitaciones han hurtado a los seres humildes la capacidad de pensar, esencial en cualquier concepción del progreso; en contrapartida son los únicos que atesoraron sentimientos sencillos que dignifican la condición humana.
    • Sentimientos como el amor al prójimo o a la Naturaleza sólo aparecen en este reducto humano no adulterado por el <<progreso>>. Pese a la debilidad mental de Azarías y consiguiente ignorancia, es capaz de manifestar una insuperable ternura. Las palabras (<<milana bonita>>) con las que expresa su cariño por el búho, por la grajeta y, en una acertada fusión, con la Niña Chica, tienen la intensidad lírica que convierten la novela en un hermoso poema. Las expresiones <<jodida graja>> o <<carroña>>, con las que el señorito designa a <<la milana>>, son signo de seres humanos instalados en una dinámica de <<progreso>> pero incapaces de comprender los sentimientos elementales.

Las voces de los personajes

Lo que más destaca es la correspondencia entre el carácter y la función del personaje, y el uso que hace del lenguaje.
  • La señorita Míriam tiene conciencia social y sensibilidad hacia los humildes.
  • Don Pedro, el Périto, es un personaje lleno de gestos y emociones. Los celos son causa de una agresividad verbal contra su esposa que, a veces, traslada a Nieves. Pero cuando se ha visto también humillado, se dirige a los humildes con mucha <<prosopopeya>>.
  • Doña Purita es un modelo de frivolidad y arrogancia, sabedora de estar protegida por el señorito Iván.

Personajes: Novela de personajes

La galería de personajes que aparece en Los santos inocentes denota la firme preocupación del autor por el ser humano. Los santos inocentes es, por tanto, una novela de personajes. Cuantitativa y cualitativamente, la mayor proporción del texto se reserva al retrato de las figuras humanas.

Importancia de los personajes

Personajes en primer plano

Azarías, verdadero protagonista de la novela y desde su perspectiva, las milanas adquieren una función relevante. Paco, el Bajo, ayuda a conocer el mundo de los humildes. Un antagonista, el señorito Iván.

Personajes de segundo plano

El perfil humano de este segundo grupo de personajes queda más difuminado. Aún cuando su importancia en el desarrollo de la intriga es menor, son indispensables para ampliar, en extensión y en intensidad, el sistema de relaciones y oposiciones que se establece en la historia narrada. Integran este segundo plano, la familia de Paco, el Bajo; la familia del señorito Iván y los encargados del Cortijo.

Personajes en tercer plano

El resto de los sirvientes, el señorito de La jara y los invitados de los dueños

Sencillos y vanos. Opresores y oprimidos

Los personajes sencillos

  • Son personajes en estado de pureza, no contaminados por las costumbres deshumanizadoras de la civilización moderna. La preferencia de Delibes por el mundo de la infancia se justifica por el hecho de que es en los niños donde el autor encuentra mejor representados un conjunto de sentimientos que no han sufrido adulteración. Son seres primarios en los que anidan sentimientos positivos (el amor, la amistad, el respeto por la naturaleza), negativos (el miedo) o debilidades humanas (el odio, la mezquindad).
  • Les caracteriza su autenticidad y muestran una imagen del hombre consciente de sus limitaciones, deseoso de que se le conozca tal como es.
  • Suelen ser desheredados de la fortuna, tanto en lo biológico como, sobre todo, en lo social.
  • Padecen miseria, a causa de situaciones de las que no son culpables, sufren de soledad, como fruto de la discriminación social o de un progreso mal entendido; no han recibido enseñanza.

Los personajes vanos

  • Suelen ser socialmente acomodados.
  • En su mundo son paradigma de comportamiento inauténtico, frecuentemente marcado por la competencia, el consumo y el desarraigo. Es notable su deseo de aparentar.
  • A ello añaden otras características negativas: egoísmo, mezquindad, prepotencia, intolerancia, deshumanización y desprecio por quienes les rodean.
  • La actitud del autor hacia ellos es de denuncia pero también de compasión.
En Los santos inocentes, el señorito Iván, la Marquesa, los invitados y el señorito de La jara encarnan la tipología de personajes vanos. El enfrentamiento entre personajes sencillos y vanos es una de las claves del conflicto de la novela. La situación de injusticia está marcada por la opresión.
Los personajes sencillos, por falta de alcances, por ignorancia o por resignación, se ven abocados a permanecer en su condición de siervos.

Ruptura del Maniqueísmo

Delibes ha tratado de paliar la oposición frontal entre buenos y malos, mediante la inclusión de otros personajes de perfiles más complejos.
  • Don Pedro, el Périto, es el personaje en el que Delibes ha concentrado mejor la doble condición de opresor y víctima. Es opresor respecto a la Nieves y víctima de la reiterada infidelidad de su esposa.
  • La señorita Míriam demuestra poseer conciencia social
  • René, el Francés, también posee conciencia social.
Entre los humildes el Quirce es el único que manifiesta una voluntad de ruptura con la situación de sumisión en que vive la familia.

Análisis de los personajes

Personajes en primer plano

El Azarías
El Azarías es una de las figuras más completas de toda la novelística de Delibes. Posee tres características esenciales:
  • Es <<inocente>>, es decir, retrasado mental, lo cual condiciona muchos aspectos de su conducta.
  • Es viejo.
  • Es, por tanto, hipermarginado entre los habitantes pobres de los cortijos, una persona a la que los amos mantienen por caridad.
Estos tres aspectos se manifiestan repetidamente:
  • En su prosopografía (rasgos físicos), en la que destacan:
    • La pobreza extrema
    • Cierta animalización
    • La suciedad
    • Los excesos que comete
  • En los rasgos de su carácter (etopeya), que denotan:
    • Una conducta instintiva y mecánica
    • Ignorancia
    • Perturbación psíquica
Todos estos rasgos le suponen la marginación en ambos cortijos. El Azarías demuestra, más que otros personajes, primarios sentimientos humanos: El miedo y la ternura.
Las milanas
Las milanas forman parte sustancial de la vida de Azarías y son objeto de su absoluta dedicación y cuidado, se constituyen en verdaderos personajes. Para otros personajes son <<carroña>>, mientras que para Azarías valen más que cualquier ser humano. En las milanas halla el Azarías posibilidad de comunicación y agradecimiento, algo que no percibe en los hombres. Respecto a ellas experimenta también el Azarías el sentimiento de tristeza por la muerte. Una prueba de la personificación de las milanas a los ojos de Azarías es el entierro del Gran Duque como si se tratase de un ser humano. Otra prueba es el crimen final: la grajeta tiene para él tanto valor que es capaz de matar a una persona por ella. Azarías no mata al señorito porque considere que es un opresor sino porque en su concepción de la vida la milana vale más que un hombre.
Paco, el Bajo
El aspecto de su conducta que más destaca es la sumisión. Paco asume de forma natural su condición de siervo. Quizá la máxima expresión de su sumisión está en las palabras con las que reconviene a la Nieves <<[...] en estos asuntos de los señoritos, tú, oír, ver y callar>>. Sus aptitudes son muestra de sabiduría e ingenio. Desea ilusionadamente que sus hijos alcancen un futuro mejor a través de la educación. Es, junto a la Régula, modelo de amor al prójimo.
El señorito Iván
La figura de Iván presenta una serie de rasgos negativos que lo convierten en un personaje monolítico: es muy difícil hallar en él algún rasgo de bondad. En primer lugar, asume totalmente su condición de amo y no permite que nada pueda limitarla. Su mentalidad <<feudal>> le lleva:
  • A establecer relaciones de permanente dependencia con sus siervos.
  • A mantener en todo momento, con una actitud conservadora, la “jerarquía”.
  • Otro de sus rasgos negativos es la vanidad.
  • Busca la adulación y cuando no la obtiene, como ocurre cuando el Quirce se niega a llevarle la corriente, se siente humillado y se venga humillando a la Nieves.
  • Su pasión incontrolada por la caza supone, en primer lugar, desprecio por la naturaleza. Antepone esta pasión ante todo.
  • Destaca, finalmente, su conducta cínica. Su condición de amo descuella también en sus devaneos con doña Purita.

Los personajes de segundo plano

Don Pedro, el Périto (el opresor-oprimido) preso de los celos y de impotencia; la señorita Míriam (signo de conciencia social entre los acomodados) y el Quirce (símbolo de insumisión y el anti-sedentarismo de los humildes).
La Régula significa la determinación en el amor al prójimo y la disposición para el siervo. La Niña Chica es uno de los personajes más conseguidos. Su <<inocencia>> consiste en una subnormalidad profunda patente en sus rasgos físicos; constituye la imagen más impresionante de la degradación.
El Rogelio, se hallan signos de contacto con el progreso y sentimientos de afecto por los necesitados.
La señora Marquesa mantiene una actitud paternalista, de aparente protección a los humildes, que en realidad responde al deseo de demostrar ante ellos su posición social. Doña Purita es un ejemplo de frivolidad.

Los personajes en tercer plano

Cada uno de ellos nos aporta rasgos que, como el ingenio o la sumisión, amplían nuestro conocimiento del mundo de los siervos.

El tiempo

El tiempo histórico

No existe una fecha explícita que indique el año en que transcurre la novela. Podemos decir que la mayor parte de los acontecimientos del relato se sitúa en torno a los primeros años de la década de los 60. La novela pretende, en conjunto, demostrar la pervivencia, en tiempos relativamente cercanos, de una sociedad arcaica y radicalmente injusta.

El tiempo textual

La dirección en que se relatan los hechos sólo se ajusta a una secuencia temporal lineal en los libros quinto y sexto de la novela; en los cuatro primeros libros existe una ruptura consciente de la linealidad del relato: mediante la reiteración de sucesos y la aparición de anécdotas fugaces y retrocesos temporales se mantiene un constante juego con el tiempo. En tales capítulos importa más el dibujo del personaje que los hechos que protagoniza.
La cantidad también varía entre unos libros y otros. El tempo o ritmo narrativo es lento en los cuatros primeros libros y se acelera en los dos últimos, en los que los acontecimientos se precipitan hacia un desenlace trágico, una vez que los personajes han sido dibujados en los primeros libros.
La subjetividad con que Delibes usa el tiempo en la novela se dirige también a intensificar el sentido de muchos elementos temáticos de la novela, lo que se manifiesta en la existencia de tres tiempos distintos:
  • Un tiempo (concreto, concentrado) de los acontecimientos más importantes, que justifica el empleo de otro tiempo (dilatado, diferido) para el resto de los sucesos.
  • Un tiempo puntual en el que ubican los episodios que rompen la rutina y un tiempo habitual que expresa precisamente el vivir cotidiano de todos los habitantes del cortijo.
  • Un tiempo de los personajes más relevantes; son los sucesos destacados de la vida de un personaje los que, en un momento dado, dictan el tratamiento temporal.

El tiempo de los acontecimientos

Los accidentes de Paco; su situación por el Azarías como secretario; la muerte de la segunda milana y el asesinato del señorito Iván, sucesos que ocupan los libros quinto y sexto de la novela, en un tiempo relativamente corto: tres semanas aproximadamente.
El relato de los acontecimientos finales se hace de manera lineal, sin trastocar el orden lógico de los sucesos, y en un tiempo reducido, sin intervalos, lo que determina el ritmo rápido de la acción. El relato de los episodios procedentes se hace con una evidente libertad en el uso del tiempo: se trata de hechos lejanos aunque imprescindibles para justificar los sucesos finales. El ritmo narrativo es mucho más pausado, por ende, porque lo que resalta es una serie de anécdotas que se inscriben en un conjunto de hechos repetidos.

Las marcas del tiempo <<habitual>> y del tiempo <<puntual>>

  • La alusión a fechas concretas, sobre todo en relación con días señalados para la caza.
  • Las referencias a las estaciones del año o a los días de la semana.
  • Delibes no utiliza, como en otros libros, el santoral, referencia inequívoca de temporalidad en la sociedad rural.
  • Las referencias a hechos señalados.

El tiempo de los personajes

El afán de Delibes por vertebrar la novela sobre los personajes, le lleva a acomodar el tiempo a las vivencias y peripecias de las figuras humanas. El libro también pretende hacer un recorrido por la vida de los personajes. Por ello, el autor usa caprichosamente el tiempo.
  • Es muy amplia la proporción de tiempo que se dedica al Azarías.
  • Más reducido, pero igual de relevante, es el tiempo dedicado a Paco, el Bajo. Naturalmente, el tiempo de Paco está muy ligado al tiempo del señorito Iván.
  • Entre los personajes de segundo plano, merecen atención las marcas de tiempo referidas a la Nieves.
  • La vida de don Pedro, el Périto, está concentrada en hechos puntuales que se circunscriben al año del crimen.

El espacio (El paisaje)

Un paisaje original

La pintura del paisaje es uno de los ingredientes fundamentales de las novelas de Delibes, y Los santos inocentes no es una excepción.
Para Delibes, tiene una gran relevancia temática, ya que los conflictos y las pasiones casi siempre tienen una referencia en el marco en que se producen. Delibes decía que toda novela debía tener “un hombre, un paisaje y una pasión”.
Delibes se afana por presentar a la Castilla real, tal como él la contempla desde cerca, observada con detención en numerosos viajes y experiencias cinegéticas.

El espacio se circunscribe en dos zonas:

  1. Un núcleo homogéneo de viviendas rurales en el que, no obstante cabe hallar cierta jerarquización -casas cuasi-señoriales al lado de cuevas habitadas-.
  2. El campo o espacio natural que pertenece el pueblo, duro y agreste, poblado de animales, que forman parte del vivir cotidiano de los hombres y que es objeto de su conocimiento, de su disfrute, de sus disputas y de sus pasiones.
    • La principal forma de vida de sus habitantes es la agricultura y, en menos medida, la ganadería.
    • La estructura de la propiedad está muy atomizada: el minifundio da sólo para malvivir, pero crea entre los hombres y la tierra un vínculo afectivo: los hombres se hallan a menudo tan integrados en su espacio natural que no conciben que en otro lugar pudiesen reconocerse mejor y ser más felices.
El espacio en que Delibes sitúa Los santos inocentes resulta novedoso, ya que los cortijos no son característicos de la región castellana. Presenta una diferencia fundamental: se trata de un latifundio. El paisaje se resiste de esta concentración de la propiedad: la jerarquización es muy radical; los vínculos que ligan a quienes lo habitan son muy variados; la estructura del paisaje es, por consiguiente distinta.

Localización geográfica

La acción puede desarrollarse en cualquier cualquier cortijo fronterizo, de Salamanca a Huelva. La localización de la historia responde al concepto de realismo que está presente en sus relatos. A Delibes no le importa tanto pintar una zona concreta, como reflejar un marco en el que insertar de forma creíble las vidas de los hombres que lo pueblan.

El paisaje del cortijo

En Los santos inocentes aparecen dos cortijos. El cortijo de La jara y el del Pilón, propiedad de la señora Marquesa.
Los elementos que conforman el paisaje del cortijo aparecen minuciosamente descritos, mediante un léxico de gran precisión y profusión de detalles. El autor presta atención, selectivamente, a aquellos elementos que permiten expresar mejor la condición social de las personas o muestran los vínculos afectivos entre los hombres y la naturaleza.
El cortijo presenta dos zonas claramente diferenciadas: un gran espacio natural y, dentro de él, una zona de viviendas.

El gran espacio natural

Es una tierra de labor. Una parte de ella se dedica a la agricultura, otra parte se dedica al pasto del ganado, Pero el cortijo es, fundamentalmente, un gran escenario de caza para el disfrute de los señoritos y de sus invitados. Delibes presta atención a tres elementos del paisaje:
  • Los accidentes del terreno, que son designados con gran precisión léxica. La topografía es irregular.
  • La flora. El espacio está poblado por encinares y alcornoques.
  • La fauna, entre la que destaca la relación de aves de caza.
Delibes habla de esta naturaleza con la precisión y la riqueza de datos de quien ha recorrido terrenos parecidos. Es un entorno dibujo a la medida de la mentalidad de los hombres que lo pueblan: los inocentes se hallan integrados en él, disfrutan de la naturaleza y la sufren; los señoritos y sus invitados abusan de su espléndida conformación y de su fauna.

La zona de viviendas

  • Es una zona cerrada, protegida por una tapia y un portón que debe abrir la Régula.
  • Hay una corralada en la que se reúnen los sirvientes para celebrar la llegada de la señora Marquesa.
  • Y tres edificios principales:
    • La Casa Grande, vivienda de los propietarios del cortijo, deshabitada salvo en las cortas temporadas en que acuden sus dueños.
    • La Casa de Arriba, en la que viven el encargado, don Pedro, y su esposa, doña Purita. Los nombres de estas dos viviendas (Grande y de Arriba) no sólo aluden al mayor tamaño o a la localización, sino que, desde la perspectiva de los sirvientes, son signos de poder y de distanciamiento.
    • Cerca de ellas, hay una pequeña Capilla.

Función significativa del espacio

  • El paisaje del cortijo tiene valor por sí mismo: transmite una fuerte impresión de realidad y se constituye en fuente de conocimiento de un modo de vida peculiar.
  • Es factor imprescindible para dotar a los episodios de cohesión. Es, en este sentido, un gran escenario por el que discurren los personajes y el elemento que trataba al aparente desorden de los episodios.
  • Revela la estructura jerárquica del latifundio. Cada elemento del paisaje refiere las diferencias sociales de los seres que transitan en él.
  • Expresa una doble actitud del hombre ante la naturaleza. Los inocentes se hallan integrados en él, mientras que los señoritos lo degradan con sus abusos.

El estilo

El discurso de Los santos inocentes responde a la focalización o punto de vista adoptado por el autor, que se sitúa del lado de los personajes inocentes y nos revela su mundo mediante un registro lingüístico que ha de coincidir con el habla de tales personajes. El narrador adopta, como principal instrumento lingüístico textual, el lenguaje de base oral.
Percibimos un narrador externo a la narración, pero conocedor del mundo que traslada a la novela; es un escritor que domina la lengua culta (el uso literario de la lengua) y que intercala en el discurso oral numerosos fragmentos elaborados literariamente.
La narración transcurre, principalmente, a través del cauce de la lengua oral, pero el discurso se enriquece con numerosos rasgos de la lengua literaria. El resultado es un todo artístico lleno de precisión y de lirismo, de verosimilitud y de belleza.

Las formas de expresión

La narración y el diálogo son las formas de expresión que predomina en la novela y en ellas se concentran los signos de oralidad que percibimos en el relato. No obstante, el autor intercala frecuentemente en la narración fragmentos descriptivos casi todos ellos referidos al marco de los acontecimientos.

El lenguaje de base oral en los fragmentos narrativos

En los fragmentos narrativos destaca la abundancia de nexos conjuntivos, y sobre todo de la conjunción copulativa y, cuyo uso reiterado puede dar signo de oralidad. Por eso en la manera coloquial de contar una anécdota es frecuente el uso de la conjunción. En Los santos inocentes es además un rasgo de estilo: resalta la ligazón entre las acciones y nos trasmite un efecto de agilidad narrativa y de detallismo desarrollando el conjunto de hechos que conforman un suceso.
Pero lo que refleja mejor el tono oral del discurso es la extraordinaria flexibilidad con que se construye cada periodo narrativo. Esta versatilidad sintáctica se observa en el diálogo, pero también en la narración, y sus rasgos peculiares son:
  • La ruptura del orden lógico de los elementos de la oración y también del orden de sus elementos constituyentes.
  • Las frecuentes enumeraciones, repeticiones y expresiones contractivas.
  • Las numerosos elipsis. Son muy llamativas las elisiones de verbos, pero también se eliden sustantivos.
  • Los incisos valorativos del narrador acorde, que determinan la aparición de frecuentes anacolutos.

En el diálogo

Los rasgos más característicos de los fragmentos dialogados son los siguientes:
  • Están basados en el habla viva, coloquial, con intención de mantener fidelidad absoluta a los personajes a quienes se le atribuyen.
  • Utiliza el estilo directo, con o sin presencia del verbo dicendi introductor de la secuencia dialogada.
Estos aspectos confieren a la novela verosimilitud, ausencia de artificio y fuerte impresión de realidad. Además, a través de los diálogos conocemos el punto de vida de los personajes; y se canalizan muchos fragmentos narrativos y otros de valoración y comentario.

La lengua castellana rural

Existe una variedad del habla coloquial castellana específicamente rural, que resulta de la combinación de recursos del habla familiar y de la lengua vulgar y de un léxico y una fraseología ya desaparecidos de la lengua urbana. El uso de esta lengua castellana rural es una de las características fundamentales de Los santos inocentes.
El habla familiar es expresiva, afectiva, exagerada, imaginativa, colorista. Muchos de estos rasgos pueden encontrarse en la novela.
  • La peculiar flexibilidad del discurso.
  • El uso específicamente rural del dativo ético.
  • Los nombres de los siervos son, en general, poco habituales en zonas urbanas.
  • Se utiliza el apodo acompañado de nombres menos raros.
  • Casi siempre se da la costumbre rural de anteponer el artículo al nombre propio. Por el contrario, los nombre de los amos revelan la costumbre urbana de imponer nombres habituales de otros idiomas.
  • Donde más perceptible es la naturaleza rural de la lengua de Los santos inocente es en el léxico. Muchos términos son desconocidos para la gente de la ciudad. Este vocabulario específicamente rural añade riqueza léxica, precisión y claridad al lenguaje.
  • Hay también una abundante fraseología característica de las zonas rurales.

La elaboración literaria

Riqueza léxica y elaboración del discurso

Aunque predomina el lenguaje de base oral en numerosos fragmentos de la novela el autor utiliza la lengua culta, elaborando el discurso y dando un tratamiento literario al lenguaje.
El dominio de la lengua culta se comprueba en muchos detalles; La omisión del verbo dicendi es signo de oralidad y de economía; pero Delibes utiliza una variadísima gama de verbos para introducir el diálogo señalando sutiles matices. Ciertos fragmentos muestran una gran elaboración, presidida por la intención de precisión y claridad.

El uso literario del lenguaje

En Los santos inocentes son extraordinariamente importantes los fragmentos descriptivos, generalmente intercalados en el curso de un espacio narrativo. Las descripciones, de forma habitual, se vinculan al paisaje, que muchas veces es pintado siguiendo el criterio del realismo.

Son numerosos los fragmentos en los que el autor retrata a los personajes. Estos retratos se van completando por la acumulación de fragmentos descriptivos parciales que revelan detalles de físicos y la conducta del personaje.